Reparacion de El Palito y CRP; una brutal entrega solapada (Aporrea)

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Recientemente ha salido a la luz pública información sobre un eventual acuerdo entre Venezuela-PDVSA e Irán, para reparar algunas de las refinerías del país, particularmente El Palito y CRP [Tras reparar pequeña planta, Irán evalúa intervenir mayor complejo refinador de Venezuela (yahoo.com)].

En teoría, como plan de acción no es criticable tratar de normalizar la penosa situación por la que atraviesa Venezuela, quien, aun contando con ingentes recursos en su subsuelo, mantiene a sus ciudadanos más humildes, haciendo largas colas para poder llenar un tanque de gasolina, mientras al resto les cobra precios dolarizados. No criticamos la normalización del precio de la gasolina. Lo que si criticamos es que mientras se estrangula al Venezolano humilde y se le somete a vejación en largas colas, prácticamente se regalan nuestros crudos y productos refinados, a una isla comunista, a los efectos, sin contraprestación alguna.

En la práctica, todo apunta hacia una entrega solapada de nuestros activos a la sombra de la oscura ley antibloqueo, que debe ser investigada en profundidad. Los hechos sugieren que podría estar en progreso una toma no oficializada de las instalaciones de ciertas refinerías, comenzando por la refinería El Palito y CRP, donde algunos han señalado el desalojo de trabajadores criollos, para dar paso a personal iraní, en una acción que apunta a la toma del control total de las instalaciones [Así es como Irán comienza a imponer su ley en una refinería de PDVSA (primerinforme.com)].

Las refinerías; ¿que han hecho en realidad los iranies?

Irónicamente es en la refinería El Palito, donde el actual presidente de PDVSA; A. Chávez, hizo prácticamente toda su carrera antes de la llegada de H. Chávez al poder. Es allí donde se supone que debería tener cierto conocimiento, y aun así, es la refinería que presenta uno de las peores condiciones y pésimo récord, entre todas las refinerías Venezolanas.

En dos largos años y luego de un multimillonario gasto no auditado por cierto, PDVSA y su contratista estrella, jamás pudieron estabilizar El Palito, una refinería de 140,000 BPD, pero pretenden hacer una reingeniería completa en el CRP, un centro refinador de 955,000 BPD.

Lo preocupante es que esa supuesta tecnología iraní, no es compatible con la instalada en nuestra infraestructura, y su confiabilidad y robustez han sido hasta ahora altamente cuestionables.

Como ejemplo para ilustrar el nivel de impericia e irresponsabilidad de la directiva de PDVSA y su contratista estrella, se citan seguidamente de forma cronológica, algunos de los múltiples intentos que aparecen registrados en distintos medios entre 2020 y 2021, para el caso de la refinería El Palito:

Abril 2020: Refinería El Palito no aguantó la reparación :: La Prensa de Lara (laprensalara.com.ve)

Julio 2020: Reactivan El Palito con 20.000 bpd de gasolina pero se paró producción en Cardón (noticiascol.com)

Septiembre 2020: https://primicia.com.ve/economia/prometen-que-refineria-el-palito-va-a-ser-reactivada-en-las-proximas-horas/

Febrero 2021: Nuevamente se paralizó la refinería El Palito – El Venezolano News

Junio 2021: Nuevamente se paralizó la refinería El Palito – El Venezolano News

Julio 2021: Aseguran que la refinería El Palito esta «en la recta final» para su reactivación – Finanzas Digital

Septiembre 2021: Se espera que en solo horas reactiven la refinería El Palito – El Venezolano News

Resultados y Responsables

Es sumamente penoso que, aun contando con una capacidad nominal instalada de 1.302.000 BPD, PDVSA apenas procese un máximo de 230,000 a 240,000 BPD; es decir un 18% a 19% de carga. Es penoso que nuestra industria petrolera, teniendo incluso mayor millaje que su contraparte iraní, quien apenas en 1901 otorgó su primera concesión petrolera, cuando Venezuela lo hizo hacia 1865, tenga que apelar a los estos, quienes si han desarrollado sus propias tecnologías y conocimiento, mientras nuestra industria petrolera más de siglo y medio después, está prácticamente en pañales, plagada de clientelismo improductivo, políticos y militares, que no añaden ningún valor, pero que si contribuyen a su destrucción.

El bajo nivel de utilización de nuestras refinerías tiene su fundamento en el desastre que inicio Ramírez en 2012 con el accidente de Amuay, quien llevó dicho factor de utilización desde el entorno del 90% a cerca del 55%. Luego a partir de 2017 con la llegada de Quevedo se terminó de destruir nuestro parque refinador, llevándolo a procesar menos del 20%, e incluso y en ocasiones, hasta cerca del 10%.

Durante Ramírez, Del Pino y gran parte del periodo de Quevedo, se podían importar libremente esos crudos y refinados que nuestra industria estaba paulatinamente dejando de producir, a causa de la destrucción progresiva que iba acusando tanto en sus operaciones de producción, como de refinación. De esa manera se maquillaba la escasez, mientras aumentaba peligrosamente el gasto.

Hacia Q3’2019, con la imposición de esas ultimas sanciones que apuntaban a los flujos de mercado, se cerraba el despilfarro y los negocios lucrativos de algunos, se cerraba la posibilidad de importar libremente, terminando de colapsar la gestión de M. Quevedo, quien por cierto tiene el récord del mayor volumen de importación de esos crudos y productos refinados que antes producíamos, pero que se dejaron de producir, en detrimento del ingreso de divisas de nuestra nación y la aparición de jugosos negocios de compra venta de crudo y refinados.

Ciertamente las sanciones agravaron la situación de la industria, pero no la crearon. Las sanciones; particularmente las de 2019, solo sirvieron para agudizar una situación que ya venía dándose por irresponsabilidad, corrupción, e incompetencia interna desde mucho antes; en cuanto a producción desde 2008 y en cuanto a refinación desde 2012.

Llegado Aissami y Asdrubal, comienzan de hecho a ceder progresivamente las sanciones y por supuesto, ya hacia Agosto 2020 se abre nuevamente el espacio para reiniciar el nefasto ciclo de importaciones, de esos mismos crudos y productos refinados que ellos mismos dejaron de producir. Entre Febrero’2020 y Abril’2022 lo único que ha mejorado para PDVSA es el precio del barril (WTI), el cual pasó de menos de $10 a mediados de Q2’2020, a más de $140, sosteniéndose hoy en el entorno de los $110. Una colosal alza de 1,300% (hoy 1,000%). Pero tanto la producción, como las exportaciones y el nivel de refinación, han definitivamente venido a menos.

Febrero 2020

Abril’2022

Produccion; MBD

865

775

Exportaciones; MBD

814

645

Utilizacion Refinerias; %

<20%

<20%

Las condiciones de mercado están dadas desde 2021, para producir mucho más de lo que hoy producimos, amén de un claro relajamiento no declarado de las sanciones. Pero no existe en PDVSA el talento, ni el conocimiento necesario, ni tampoco están dadas las condiciones políticas e institucionales en el país para lograrlo. Se requiere un fuerte viraje en la industria/Menpet incluida la remoción de sus directivas y la voluntad política para hacerlo.

Desde el arribo de Aissami y Asdrubal en Febrero’2020 la producción ha cedido en 90.000 BPD, las exportaciones en 169.000 BPD y el nivel de utilización de nuestras refinerías se ha mantenido prácticamente intacto por debajo del 20%. A pesar del ingente gasto en importación de crudos, derivados, bienes, servicios e inservibles equipos, PDVSA sigue a la deriva. Lo preocupante es que no rinden cuentas al país.

Contratación Iraní

Los intentos por reparar nuestras refinerías con mano de obra y equipo iraní, datan desde la llegada a la industria de Aissami y Asdrubal durante 2020 [Pdvsa pretende pagar con combustible reparación de refinerías venezolanas – El Venezolano News]. Dichos intentos luego de más de 2 anos, han sido mediocres dado que PDVSA no ha sido capaz aun de satisfacer a plenitud el mercado interno, aun a un nivel de consumo doméstico de gasolinas reducido de cerca de 90,000 BPD.

Recientemente la compañía nacional iraní de refinación y distribución NIORDC, firmó un contrato de 110 millones de euros con Petróleos de Venezuela, como parte de un plan para reparar y supuestamente expandir la refinería El Palito, pero también para reparar procesos claves del CRP.

En realidad Irán se dirige hacia el déficit en su oferta interna de refinados, a pesar que en 2020 ejecutó una ampliación de su parque refinador de unos 600,000 BPD. Para entonces dicho país tenía una holgura de entre 50,000 y 70,000 BPD, pero el crecimiento del consumo interno ya estaría por superar dicha oferta y en consecuencia, requiere de invertir entre $2,500 a $3,000 millones, para poder ejecutar los proyectos necesarios para satisfacer su propia demanda [Einstein Millan Arcia on Twitter: «…la demanda interna esta superando la oferta de gasolina. #Iran requiere invertir entre $2.5 y $3.0 mil millones para ejecutar los proyectos necesarios para satisfacer dicha demanda. #Venezuela le cae como anillo al dedo. #MENPET #PDVSA» / Twitter].

Mediante la toma de nuestras refinerías y de resultar exitosa dichas reparaciones, todo pareciera indicar que bajo el acuerdo con Venezuela-PDVSA, los iranies consiguieron la manera de obtener a futuro, la gasolina y otros productos que necesitan, no solo sin pagar un centavo, sino que, de paso, siendo además remunerados. Es un intento en donde los iranies tienen todas las de ganar, mientras que PDVSA se zambulle en un escenario incierto.

En esencia, ningún negocio sólido que se traduzca en cambios apreciables para Venezuela, ha surgido bajo el amparo de la ley antibloqueo. Solo negocios provenientes del entorno cercano al poder y sus allegados. En cuanto a producción, tan solo cerca del 4% es a duras producido por este tipo de asociaciones privadas.

Con o sin ley antibloqueo, ninguna corporación transnacional de calado profundo ha dado un paso al frente, primero porque ninguna se va a arriesgar a ser sancionada y segundo porque esas corporaciones lo que buscan son reglas claras donde sus capitales estén asegurados. Ese no es el caso de Venezuela. No se trata de secretismo, se trata de seguridad y transparencia político-financiera. Los que buscan secretismos; son otros.

Desconocemos cual fue el acuerdo final de pago; que tipo de productos, bajo que descuento y en que volumen tomarían. Cuál es el plazo que contempla dicho contrato, la contraprestación y compensación para Venezuela en mantenimiento y aseguramiento de procesos, como y con que respaldo financiero respondería la compañía iraní NIORDC en caso de fallas, o en caso de siniestro ocasionado por mala ingeniería/mal praxis, o simplemente por no cumplir a tiempo el proyecto.

Lo que si sabemos es que en la actualidad existe un déficit mundial de capacidad de refinación de unos 460,000 BPD, que podría expandirse abruptamente con el congestionamiento que se espera para Rusia y la escasa incorporación de proyectos aguas abajo. Una coyuntura que tenderá a complicarse en el corto plazo.

Formar parte y sobre todo controlar una red refinadora como la Venezolana con 1,302,000 BPD de capacidad nominal, equivale a llevarse la joya de la corona, ya que no se vislumbra incorporación en el corto plazo de proyectos de refinación a nivel global, debido a la desinversión que sufrieron los mercados, antes, incluso de la pandemia, pero también durante la misma, debido particularmente a la especie del cambio climático y el «net-zero-COP26».

Las instituciones, el poder político, militar y la sociedad civil Venezolana, están en el derecho de exigir al estado, que sean del dominio público y sometidos al escrutinio de especialistas en la materia el acuerdo en cuestión a la brevedad posible, para asegurarnos que tenga la mayor suma de beneficios posible para Venezuela y los Venezolanos, y que no termine siendo otro elefante blanco salpicado de corrupción, como lo han sido todos los acuerdos anteriores.

Por: Einstein Millán Arcia

Einstein Millan

 

Fuente: Aporrea