Los caraqueños ya casi se olvidan del bolívar, que ya es solo un complemento

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El bolívar, moneda oficial del país, pasó a ser un «complemento» en las transacciones comerciales en Caracas y se usa principalmente en compras pequeñas o para completar montos, según testimonios de consumidores y comerciantes recogidos por ND.

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«La gente aquí compra con bolívares dependiendo de lo que quieran llevarse. En nuestro caso, si la compra es menor a 5 dólares, los usuarios prefieren usar la divisa porque tratan de no tener muchos bolívares ya que se devalúan”, explicó el encargado de un negocio de empanadas en Chacaíto.

Según cálculos de firmas como Ecoanalítica, las transacciones con moneda extranjera ocupan 70% del total de operaciones comerciales en el país, algo que palpan tanto usuarios como comerciantes y trabajadores.

“Yo los bolívares los uso para recargar saldo y retirar lo poco que dan de efectivo para el pasaje. Si queda algún repele, lo uso para completar las compras en el supermercado cuando pago con dólares”, dijo Cristian Alvarado, transeúnte de Sabana Grande.

Incluso conseguir bolívares se ha vuelto una tarea difícil, asegura Cristian, quien dice que en las últimas semanas le ha costado vender dólares cuando necesita hacer gastos con moneda nacional.

“Al menos a mí me ha costado vender 10 o 20 dólares en momentos que no sea quincena, así que prefiero dejar los gastos en bolívares para fin de mes y así uso lo que me depositan en el trabajo”, dijo.

Mientras que, al menos a la vista, los trabajadores de supermercados confirman que la mayoría de las veces las compras se hacen con moneda extranjera. “Eso lo vemos en la caja. Son contadas las veces que un cliente paga completamente en bolívares”, señaló el encargado de un supermercado Unicasa, que pidió mantener su nombre en reserva.

La inflación, que en enero fue de 46,6% según el Banco Central de Venezuela (BCV), hace que los venezolanos se refugien en monedas estables como el dólar, el euro o el peso y el real brasileño, en las zonas fronterizas.

En ese sentido, y en un contexto en el que el BCV le ha bajado el ritmo a la emisión de bolívares para contener la inflación, tener altas cantidades de bolívares es poco común debido a que pierde valor día a día frente a los precios de bienes y servicios en el mercado.

Mientras que el uso de dinero en efectivo cada vez es menor y amenaza con llegar a su punto más crítico, que fue antes de la reconversión de 2018 pues alrededor de solo 2% del dinero emitido por el BCV está en forma de efectivo en manos del público.

A eso se le suma el hecho de que el billete de más alta denominación no alcanza ni para un pasaje en ruta corta del transporte público y equivale a 0,027 dólares. Una empanada, por ejemplo, cuesta entre 1.200.000 y 1.500.000 de bolívares, por lo que se necesitarían 24 billetes solo para comprar una parte del desayuno.