Otra protesta se registró en el Instituto Autónomo Hospital Universitario de Los Andes de la ciudad de Mérida, donde el personal de enfermería rechazó que con el salario actual no pueden comer ni cancelar los pasajes, señalaron que de no recibir un ajuste real habrán más renuncias y los pacientes quedarán más desasistidos.
Delia Arias, informó que el ingreso económico es deficiente para el trabajo que deben realizar, jornadas que se hacen cada vez más intensas porque tienen que suplir al personal que ha renunciado, «se vienen nuevas renuncias y el hospital está próximo a cerrar sus puertas».
Agregó que los pisos 9 y 3 actualmente están cerrados. Ella tiene 29 años trabajando en la institución y continúa asistiendo a cumplir funciones porque sus compañeros son la generación de relevo y la motivan.
Oreydis Alarcón rechazó el salario de tres dólares mensuales por trabajar, «nosotros somos los héroes de la salud, dónde está nuestro beneficio». Los demás compañeros explicaron que deben ir a trabajar caminando porque no les alcanza dinero para pagar pasajes y nadie se ha preocupado por dar soluciones a este complicado y frustrante escenario laboral.