Durante las últimas semanas el interés por los contagios de COVID-19 se ha multiplicado en Venezuela, básicamente por 2 factores: el mal manejo informativo sobre el proceso de vacunación, y el crecimiento del número de casos positivos y decesos.
El infectólogo Julio Castro, quien representa para ver del tema de la pandemia, a la Asamblea Nacional electa en 2015, refiere que en ambos asuntos hay problemas que atacar de inmediato, al tiempo que despeja importantes dudas a la ciudadanía.
Si es una gran pérdida para el sistema sanitario contra el Covid, explicó, que sigan muriendo personas del sector salud; mucho más será que al final de 2021 no haya sido vacunado al menos el 70 por ciento de la población.
Explica que lo que se vive en Venezuela es la deriva de haber flexibilizado cuidados en diciembre y en carnavales, más las nuevas variantes de virus que se han sumado al ambiente; por lo que hay que insistir en no relajar los escudos básicos de protección más efectivos, como el tapaboca, la mascarilla, el lavado de manos y el distanciamiento social.
Tres respuestas tajantes para la nueva ola de contagios de coronavirus
Consultado sobre asuntos que parecen ya ser de conversaciones comunes entre familiares y amigos, Julio Castro respondió con base en su experiencia de lidia de más de un año con esta pandemia.
No es verdad, asegura, que la Ivermectina constituya una respuesta, ni preventiva ni curativa, eficaz para el COVID-19.
Coincidente con la entrevista realizada al infectólogo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó un informe en el que sostiene que la ivermectina solo está admitida para ensayos clínicos.
Tampoco es verdad, sostuvo Julio Castro, que pueda evitarse el contagio consumiendo a diario determinadas dosis de vitaminas junto a bebedizos caseros.
Cree que lo más recomendable para mantener en buena condición el sistema inmune, es tener una alimentación balanceada, hacer ejercicio, y aprovechar que el sol, abundante en el trópico, provea la vitamina D requerida por el organismo.
Ante la sospecha de contagio, no debe realizarse un despistaje tipo antígeno en sangre. El
infectólogo cree que a estas alturas, por su ineficacia, debe descartarse. Lo recomendable es informarse sobre los lugares en los que se realiza la PCR y realizarse la prueba.
Cuando se está positivo para COVID-19 y se puede estar en casa
Ciertamente el aumento de los contagios ha abarrotado en las últimas semanas, los espacios disponibles en clínicas privadas y hospitales públicos.
Incluso, al problema de la escasez de espacios e instrumentales, por lo que ya ni siquiera es garantía tener contratada una buena póliza de seguro, se suma una orden de la Superintendencia de Seguros, que limita las coberturas por días de tratamiento en centros asistenciales.
Así las cosas pareciera que una vez confirmado el contagio habrá que considerar hasta qué
tipo de condición se puede estar en casa, y qué medidas deben adoptarse para un tratamiento domiciliario.
El Doctor Castro dice que básicamente lo que define si un caso de Covid es hospitalario, es
la condición respiratoria del paciente. Por eso desde casa debe estar siendo observado por
su médico, incluso por mecanismos virtuales, para saber si puede haber tratamiento sencillo, control y mejoría plena.
Insiste en que toda persona contagiada debe cuidarse del factor angustia, asumir que aunque las nuevas variantes del virus se promocionen como más contagiosas y/o mortales, con un tratamiento adecuado, a tiempo, en la mayoría de los casos se puede superar el problema de salud. Por eso el relax y cumplir indicaciones que pudieran ser muy sencillas, pueden ser una maravillosa fórmula.
Cuanto menor sea el número de personas que atienda en casa a un contagiado de coronavirus, mucho mejor, recomienda Castro, quien recuerda que el ayudante deberá tomar más medidas preventivas (tapaboca, careta, guantes) cuando tenga que lidiar con una persona de la tercera edad, a la que haya que brindarle cuidados que incluyan su aseo general.
El contagiado debe estar en habitación aparte, en la que debe recibir preferiblemente su
alimentación al estilo hotelero «room service». El infectólogo recuerda que compartir en la mesa, donde necesariamente se da el retiro del tapaboca, es un riesgo que el núcleo familiar no debe correr.