¡SIN VALOR! El bolívar queda desfasado en una economía parcialmente dolarizada

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“El bolívar ha perdido su valor” expresaron ciudadanos y comerciantes de la Gran Capital. La hiperinflación continúa afectando el bolsillo del venezolano, que no ve cambios en las políticas económicas

MELISSA DE SOUSA VISCONTI / El Universal

La situación crítica de la economía venezolana, donde la devaluación se come en horas al bolívar, ha llevado a una gran parte de la población a recurrir y preferir la moneda extranjera, sobre todo euros y dólares, como forma de protección de sus ahorros e ingresos.

El bolívar pasó por dos procesos de reconversión monetaria en apenas diez años: En 2008 perdió tres ceros y pasó a llamarse «Bolívar Fuerte», luego para mediados de 2018, el Gobierno de Nicolás Maduro decidió restarle otros cinco ceros y llamarlo «Bolívar Soberano».

Sin embargo, de forma contradictoria después de negarse a una posible dolarización, el pasado mes de noviembre, Maduro defendió la moneda estadounidense, durante una entrevista concedida a José Vicente Rangel, como una «válvula de escape» que “puede servir para la recuperación y despliegue de las fuerzas productivas del país y el funcionamiento de la economía”, aunque no presentó un anuncio de manera formal sobre el reemplazo del bolívar como moneda de curso nacional.

No obstante, la capacidad de uso para compras con bolívares ha ido disminuyendo, mientras el dólar gana terreno en las preferencias de usuarios y comerciantes.

“La dolarización llegó para quedarse”

El director del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestro (Cendas-FVM), Óscar Meza, afirmó en una entrevista para El Universal que “un 15% de la población es la que maneja esta divisa extranjera, denominada dólar, situación que fue más prominente en el 2019 en comparación a otros años”.

Meza sostuvo que los pensionados y trabajadores del sector público siguen teniendo ingresos en bolívares a pesar de sus exigencias de una dolarización, por lo que indicó que el sueldo mínimo integral del venezolano (que incluye un bono de alimentación que no cobran los pensionados) se ubica en cinco dólares, cifra que no logra cubrir la canasta básica de una familia de cinco personas, quienes en realidad necesitan unos 600 dólares. “Un 85% de la población no tiene la posibilidad de obtener la canasta básica con un sueldo mínimo”, expresó.

En palabras del director del Cendas, la institución “no posee una estimación de cuantos adquieren esta divisa, pero se estima que un 15% de la población sí perciben esta entrada económica”, por lo que considera que deben existir sueldos acordes a la meritocracia de la labor realizada atados a una moneda estable.

Asimismo, acotó no estar en desacuerdo con respecto a la dolarización de la economía.

“Todo se ha ido dolarizando, pues, la gente ya no confía en el bolívar sino en la moneda fuerte que ahora es el dólar”, aseveró antes de abogar por una libertad monetaria.

“La dolarización llegó para quedarse. Trascendió a las generaciones que viene, cuando vemos a los jóvenes que estudian en los liceos en una conversación normal hablan de pagar cualquier adquisición personal con esta divisa, que tiene peso a nivel internacional”, agregó.

Por su parte, el presidente de la firma Datanálisis, Luis Vicente León, en una entrevista para Globovisión, afirmó que un 40% de la población ya tiene acceso a divisas y esta cifra va en aumento.

Ceder potestad en políticas monetarias

Otra visión es la del economista José Manuel Puente, quien en una entrevista que ofreció el pasado domingo 26 de enero a Carlos Croes, en Televen, rechazó la dolarización de facto social, pues a su juicio, «esto es ceder» en potestad de «políticas monetarias» con la Reserva Federal de Estados Unidos (EEUU).

Puente explicó que “hay tres fuentes de donde proviene la dolarización de facto en el país: emigrantes que envían remesas a sus familiares, empresas que tienen grandes o pequeños bonos en dólares y la economía negra que tiene mucho más movimiento, como el contrabando de gasolina u oro”.

A su vez, argumentó que “al aumento del valor del dólar con sus factores, está relacionado con los bajos niveles de reservas internacionales en Venezuela, y que si el país necesita una inversión extrajera debe existir un programa coherente y un Gobierno con credibilidad internacional”.

“Conclusión, la crisis económica ha tenido impacto devastadores sobre lo social, empobreciendo a la sociedad venezolana y eso a su vez ha impactado los flujos migratorios. Al menos el 87% de los venezolanos viven en pobreza extrema”, sentenció.

Las remesas se convirtieron en un salvavidas

La dolarización en los comercios semiformales se va incluyendo sin tanta exhibición por el oeste de la capital. El dueño de una bodega ubicada en el oeste de Caracas, afirma que son más aquellos que pagan los productos en bolívares que aquellos clientes que utilizan la moneda norteamericana porque, a su juicio, “la clase baja no tiene cómo recurrir al ingreso en dólares”.

Buhoneros del Metro de Caracas también se han involucrado poco a poco en la dolarización. Uno de cada tres de estos comerciantes informales anuncia a viva voz el precio de sus productos en dólares y también en bolívares. “Ocho chupetas al precio de un dólar”, exclamó un vendedor dentro del transporte subterráneo al pasar entre los pasajeros.

Rodolfo Torres, gerente de la charcutería y embutidos “Casas Milán” ubicado al oeste de la capital, estimó que “un 70% de los venezolanos está pagando en dólares, pues la comida es lo que más ganancia adquiere, mientras que el 30% restante continúa pagando en bolívares”, comentó.

Torres indicó que en “su comercio principalmente se trabaja con la moneda nacional de Venezuela, sin embargo, hay clientes que se ofrecen voluntariamente a pagar en dólares”.

Señaló al rotativo que quienes pueden pagar en divisas, es porque tienen la ayuda de algún familiar o amigo en el extranjero que les enviaron divisas o venezolanos que volvieron a su país para estar en compañía de los suyos.

También manifestó que debido a la inestabilidad económica, ha perdido clientela y productos, por la falta de producción que hay en el país, y abogó porque la economía pueda ser dolarizada para que se normalice la situación.

Durante un recorrido en el Este de Caracas, se observaron varios comercios que enseñan los precios de los productos y servicios marcados en dólares. Los clientes preguntan por el costo de alguna vestimenta y el comerciante le responde inicialmente su valor en la divisa norteamericana, para luego decir su precio también en bolívares, pero al cambio -mayormente- de una página en Instagram llamada @EnParaleloVzla que indica el valor “no oficial” del día.

La encargada de una tienda en el Este de la capital, confesó a El Universal bajo anonimato que el cliente prefiere pagar con dólares en efectivo porque consideran que el bolívar ha perdido valor, puntualmente en el 2019, y estimó que un 80% de los clientes ha pagado en dólares en su negocio.

Además, pidió que, si llegaran a dolarizar el sueldo del venezolano, fuera a una cantidad «considerable» y no en base a como se ubica actualmente bajo la Gaceta Oficial extraordinaria 6.502, en donde se fija el monto de salario mínimo integral en Bs. 450 mil, equivalente a unos $6,03.

Consideró que la situación económica del país está peor que en los años anteriores porque “todo está en dólares y todo está caro”, antes de agregar que por la crisis de la economía, ha bajado la tasa de demanda y de producción. “Este negocio ya no es el mismo de antes, ya no hay casi tantos productos como los que se vendía antes a como los que vendo ahora”, aseveró.

Recordó que en la época decembrina pasada, un 70% de la población aprovechó para comprar los productos de vestimenta con los dólares que fueron ahorrando durante todo el 2019, pero que la cantidad de clientela no fue la misma que en el 2018. «Fue de mucho menor», aclaró.

En una pequeña bodega situada al Este de Caracas, el dueño precisó que reciben más dólares que bolívares, por lo que señaló que se han estado acostumbrando a clientes que pagan con la moneda estadounidense más que con la nacional, ya que, en su opinión, la situación país ha obligado a varios de los ciudadanos a abandonar el bolívar por su valor minúsculo.

En la parroquia Caricuao, al suroeste de Caracas, cinco de cada diez comerciantes prefieren recibir dólares, pero no se guían del todo por el precio actual que moderan las páginas web, en el que te fijan el precio del dólar a un estándar, sino a su “conveniencia”.

El comercio más concurrido que se encuentra en las adyacencias de la estación Zoológico, es un puesto de comida rápida, donde el dueño del local denunció en declaraciones a El Universal que “es lamentable que exista la viveza, siempre por una moneda que ha perdido valor y otra que lo suplanta. La viveza siempre existe y no es un problema económico, es algo más social o quizá cultural del venezolano, porque, ¿de qué me sirve a mí que te aumente todo el tiempo mi mercancía, si hasta el dólar se va a devaluar?”.

El cocinero cuestionó que “hay comerciantes que ya ni te aceptan el billete verde de un dólar arrugado o rallado, si tiene el mismo valor”.

Los dueños de estos negocios pidieron mantenerse en el anonimato y todas las entrevistas se realizaron en el mes de enero del 2020.

En el interior del país

Los comerciantes también se están incluyendo con el uso de la moneda estadounidense. Para el estado Anzoátegui la dolarización ya se hizo frecuente. Todos los comercios, los vendedores ambulantes y los servicios tanto públicos como privados se cancelan, en la mayoría de las veces, con la divisa norteamericana.

En un mercado de Puerto La Cruz, todos los vendedores ambulantes no solamente expenden sus mercancías en dólares, sino que existe un grupo muy numeroso dedicado a vender y comprar la moneda extranjera. «Como si estuvieran vendiendo panes», explicó Jesús Omaña, usuario del recinto comercial.

En las tiendas de los anzoatiguenses exhiben los precios en dólares, cual si fuera un comercio de Estados Unidos y aplican la modalidad de obligar a que se formen dos colas para pagar, una en bolívares y otra especialmente para los que tienen divisas.

Por otro lado, en la ciudad de Maracay, Aragua, la mayoría de los entrevistados por El Universal describieron la dolarización que enfrenta Venezuela como «injusta».

Amir Ibarra, asesor de ventas en una tienda de ropa, expresó que, «es injusto, porque a pesar de ser lo más común y factible para cubrir la cesta básica ahorita, es muy difícil y triste para quienes seguimos ganando en bolívares, que somos muchos».

En la llamada Ciudad Jardín, se ve fácilmente cómo todo se comercializa en dólares. En las cajas registradoras de supermercados y de diferentes establecimientos comerciales se observa cómo la gente paga constantemente en divisas. Igualmente, en los comercios ya exhiben los precios de productos en dólares.

Ibarra, cuya historia se asemejó a la de una decena de consultados, tiene dos empleos para poder hacer frente a su situación económica. «Mi sueldo que es en soberano se me va en un cartón de huevos, tres sardinas y un poquito más. Tengo que tratar de bandearme haciendo trabajo de peluquería en mis días libres. Es poco lo que puedo llevar a dólares porque todo lo que me pagan voy y lo gasto enseguida en comida, pero es la forma que tengo para enfrentar que todo me lo venden en dólares», agregó.

Entre los consultados sobre el tema, hubo trabajadores y profesionales de diferentes ramos. Airyn Castro, una profesora y magister de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador, contó que aparte de su trabajo universitario asumió el trabajo de cuidar a un adulto mayor.

«Soy empleada pública y tengo el malestar común. Con un sueldo muy por debajo de lo que cuesta la cesta básica y cansada de escuchar como te dan los precios de todo en dólares y yo ganando en bolívares. Es alarmante, una total injusticia. Frente a eso tuve la necesidad de buscar otro empleo, en diciembre tuve hasta tres trabajos, pero no pude con el cansancio», explicó.

La mayoría basa sus esperanzas en que ocurra una dolarización formal, acompañada de un aumento salarial acorde a la necesidad real venezolana, para poder continuar en el país y seguir desempeñándose en los puestos laborales tradicionales.

Para sobrevivir hay que priorizar gastos

La crisis ha hecho que los ciudadanos realicen «maniobras» para poder sobrevivir, porque “con el salario mínimo no alcanza para subsistir”, así comentaron la mayoría de los consultados por El Universal en Caracas.

Adultos mayores que reciben cada mes un pago equivalente al salario mínimo, sin cestatickets, el cual indicaron no les alcanza para cubrir sus necesidades básicas, dependiendo del dinero que le envían sus familiares que emigraron del país.

«Mi hijo, cada cuanto puede, me manda dinero para poder comprar lo que necesite. El bolívar ha perdido su valor y con mi sueldo solo puedo obtener medio kilo de queso o de café, y ya se fue todo mi dinero», fue el testimonio de una de las encuestadas que prefirió reservar su identidad.

Los ciudadanos han tenido que darle prioridad a la compra de alimentos por encima de otros gastos que han pasado a ser “de lujo”, como el de la vestimenta.

Una joven enfatizó en que “eso era antes que uno podía acceder a la comida, a la ropa, a otras opciones más que son básicas para el ser humano. Ahora debes elegir: O es la comida o es la ropa”, añadiendo que un venezolano escucha el precio en bolívares y se sorprende por la gran cantidad, pero se les dice en dólares y lo consideran económico.

A pocos días de haberse anunciado el aumento salarial por medio de la Gaceta Oficial y en manos del oficialista Francisco Torrealba, en vez de por un anuncio presidencial, el venezolano sigue sosteniendo su opinión acerca de que la moneda nacional no alcanza.

Otros sectores

Un profesor se cuestionó acerca del sueldo, el cual se ubica en un poco más de cinco dólares al cierre de este reportaje, cuando en los demás países oscila entre los 700 y mil dólares.

“Si nosotros tuviéramos un sueldo en dólares existiera la meritocracia, pero no lo hay”, denunció, y agregó que con su sueldo de docente no le alcanza para comprar una caja de cigarros.

“Si van a dolarizar al país, también van a tener que dolarizar el sueldo acorde a cada profesión para poder subsistir. ¿Cuánto está un kilo de carne? Entre tres y cuatro dólares, y eso ya es un sueldo”, expresó al diario.

Aseveró que al no poseer ingresos en dólares, se ve en la obligación de recurrir a otros trabajos para obtener más dinero.

“Con un solo trabajo no puedes sobrellevar la crisis económica de este país, a juro debes tener más de un empleo porque si no vas a quedar llorando todo el mes. Yo tengo cuatro trabajos y con uno de ellos ayudo a mi mamá”, indicó.

La hiperinflación continúa afectando el bolsillo del venezolano, que no ve cambios en las políticas económicas del Estado, lo que ha derivado en una crisis permanente que ha llevado a la ciudadanía a reinventarse para poder sobrevivir, modificando hábitos laborales, alimenticios y hasta de higiene personal.

Pero esta nueva configuración, que promete seguir cambiando el estilo de vida en el país, podría llevarse incluso al bolívar que en sus distintas versiones nos enseñaba los nombres de Andrés Bello, Antonio José de Sucre, Rafael Urdaneta o Pedro Camejo, para que ahora sean sustituidos por los rostros de Washington, Lincoln, Jackson o Franklin, que ya son familiares a las nuevas generaciones que buscan en el dólar lo que no han podido encontrar en la moneda nacional: estabilidad.