Como parte del plan, el gobierno también repartirá 570 millones de preservativos. Sin embargo, el eje en la abstinencia sexual como camino para evitar los embarazos ha generado polémica en el país, donde muchos ven la propuesta del gobierno de Bolsonaro como parte de una ofensiva por instalar una agenda conservadora más amplia
“Adolescencia primero, embarazo después”.
Con esa consigna Brasil lanzó el lunes una campaña nacional de prevención de embarazo adolescente que coloca a la abstinencia sexual como una de las principales estrategias, lo que ha desatado cuestionamientos de quienes ven la iniciativa como parte de un avance de la agenda conservadora del gobierno.
Las autoridades dicen que la campaña busca disminuir la tasa de embarazos entre jóvenes en un país adonde cada año nacen 434.000 bebés de madres adolescentes, según datos brindados por el Ministerio de Salud.
“Estamos construyendo un plan de prevención del sexo precoz”, dijo Damares Alves, pastora evangélica y titular del Ministerio de la Familia y los Derechos Humanos, al presentar la campaña. El programa busca “sensibilizar sobre el riesgo y consecuencia del embarazo en la adolescencia”.
Como parte del plan, el gobierno también repartirá 570 millones de preservativos. Sin embargo, el eje en la abstinencia sexual como camino para evitar los embarazos ha generado polémica en Brasil, donde muchos ven la propuesta del gobierno como parte de una ofensiva por instalar una agenda conservadora más amplia.
La abstinencia es una consigna defendida por amplios sectores de las iglesias evangélicas, una de las bases electorales del presidente Jair Bolsonaro. Algunos críticos del gobierno ven una influencia directa del evangelismo en el intento de regular las costumbres.
Para Claudia Costin, directora del Centro de Excelencia e Innovación en Políticas Educativa de la Fundación Getulio Vargas (FGV), la campaña del gobierno de Bolsonaro representa un viraje en el foco, que hasta ahora se centraba en brindar una amplia educación sexual y en trabajar en la autoestima de las niñas.
“Las iglesias evangélicas se movilizaron mucho para esta discusión. Bolsonaro se eligió diciendo en su campaña que la educación sexual es para ser discutida en la familia y no en la escuela”, señaló Costin en una entrevista telefónica con The Associated Press.
Será la primera campaña de alcance nacional sobre el asunto, dado que hasta ahora cada estado y municipio era responsable, explicó
Según la ministra de familiar y derechos humanos, el gobierno federal gastará cerca de 850 mil dólares en una campaña publicitarias televisiva y en internet, que tendrán como foco evitar las relaciones sexuales tempranas. Alves dijo que sexo precoz trae no solamente embarazo, sino “enfermedades, depresión, y baja autoestima”.
La propuesta del gobierno federal fue aplaudida por representantes de la denominada “bancada evangélica” en el Congreso.
“Estamos viendo la sensibilidad, el cuidado del gobierno para con la familia. Es un gobierno que ve a los niños por detrás de los números. Felicitaciones”, dijo Roberto de Lucena, diputado federal miembro de esa bancada, que saludó a los ministros durante la presentación.
En la actualidad, el 15% del total de los niños que nacen en Brasil provienen de una madre adolescente. El país tiene una tasa de natalidad adolescente de 68 embarazos por cada mil, por encima de la media regional, según explicó el ministro de Salud Luiz Mandetta en la conferencia de prensa.
Según Costin, la experta en Educación, colocar en primer plano la abstinencia puede quitar a los jóvenes información para tomar decisiones. Dijo, además, que va en contra de los métodos aceptados por la academia y profesional en salud.
“No existe ninguna evidencia de que la recomendación de abstinencia resuelva el problema”, agregó Costin. “Se corre el riesgo de que no se priorice dar informaciones técnicas y de métodos anticonceptivos. Incluso muchos adolescentes podrán sufrir abusos sexuales sin saber qué está sucediendo”.