En Brooklyn (Nueva York) están las oficinas de Sebastian Delmont, el creador del emoji que recrea el plato criollo que estará disponible en todas las apps en los próximos meses
Por Yazmely Labrador / eldiario
La primera vez que la idea cruzó por su mente fue en diciembre de 2018, leyó un par de artículos tecnológicos sobre el tema, realizó una investigación más a fondo y tras conocer varios ejemplos, lo decidió: iba a proponer un emoji inspirado en la arepa para todas las apps de mensajería instantánea.
Un mes después comenzó el trabajo, fue arduo y requirió de mucha más investigación, pero una propuesta bien justificada sobre las razones por las que el platillo debería estar en los teclados, fue determinante para que le dieran un sí.
La llegada de los nuevos iconos fue anunciada en enero de este año por el Consorcio Unicode, la organización sin fines de lucro que aprueba los emojis que comparten usuarios de todo el mundo. En unos meses, aplicaciones como Facebook, Twitter y Google comenzarán a presentar oficialmente sus versiones de los emojis y con ellos, el de la tradicional arepa.
El genio detrás de la idea de llevar la arepa a los populares emojis se llama Sebastián Delmont y es venezolano. Desde su oficina, en el barrio de Dumbo, Distrito de Brooklyn (Nueva York), contó en exclusiva para El Diario cómo fue el proceso para lograr que próximamente el plato insigne de los venezolanos esté disponible en todas las apps de mensajería.
El proceso antes del “sí”
Los 3431 km de distancia que lo separan de su natal Caracas nunca han sido impedimento para que el amor por su cultura y gastronomía se mantengan en el hogar que construyó en la ciudad de Nueva York, ya hace 20 años cuando decidió emigrar.
A Sebastián le encantan las arepas. Las define como un plato diferente que puede fusionarse a la perfección con ingredientes que incluso sean de otras culturas. Él lo ha hecho en todo este tiempo. En casa comen el tradicional plato, por lo menos, cuatro veces a la semana. Y no solo eso, sus gustos gastronómicos los ha compartido con amigos estadounidenses y migrantes de otros países que hacen vida en la ciudad.
“Mi favorita es la arepa del gato que inventaron en Caracas Arepa Bar, ese fue uno de los primeros locales que abrió aquí en Nueva York. Es aguacate con queso guayanés y tajada, es muy buena, esa es mi favorita”, comenta Delmont sobre su gusto más particular.
Fue justo la admiración por este platillo de la gastronomía venezolana, lo que llevó a Sebastián a proponerlo como un posible emoji. Así comenzó el trabajo.
Un grupo de amigos diseñadores fueron los primeros en unirse a su equipo, el venezolano estaba consciente de que la propuesta debía ser inclusiva y diversa para atraer la mayor cantidad de usuarios, así que decidió referirse a la arepa como un platillo más general, que se come en Venezuela y Colombia, pero que también es similar -en diseño- a la pupusa de El Salvador, las tortillas de Panamá y a las gorditas de México.
A finales de febrero decidió sumar fuerzas y se unió a Emojination, una red con más de 300 miembros que aportan ideas para hacer un desarrollo más completo de los emoji que se presentan anualmente. Sebastian envió su propuesta, y aunque no fue aceptada de inmediato, recibió un feedback positivo, solo debía corregir detalles en el diseño para evitar que la imagen fuera similar a otros iconos como el de la luna.
El poder de la red. De los 65 nuevos emojis, 40 han contado con ayuda de Emojination, 15 fueron ideas presentadas por particulares y los 10 restantes partieron de miembros institucionales de Unicode.
Para armar la segunda propuesta el venezolano no contó con la ayuda de los diseñadores iniciales por falta de tiempo, pero logró coordinar con otra profesional en el área: Lumen Bigott, una compatriota que trabaja en la empresa Airbnb en San Francisco (Estados Unidos). El gran cambio en esta ocasión fue agregar rayas en el ícono para simular que la arepa estaba tostada.
Su propuesta también incluía datos que fueron determinantes para la aprobación del ícono. Delmont detalló la importancia gastronómica de la arepa en Venezuela, en Colombia y también en buscadores como Google en español donde la palabra “arepa” es tan popular como “hamburguesa”. Además, destacó las solicitudes que los usuarios publican a diario a través de Twitter para que la arepa tenga su propio emoji.
La propuesta estuvo bien fundamentada y fue aprobada. Sebastián tiene la certeza de que otra causa que ayudó es el éxodo que se ha multiplicado en estos últimos años. Y es que los venezolanos mudaron sus costumbres a otros países, incluidos platillos como la arepa. Actualmente hay areperas en las principales ciudades del mundo, es un producto que se está globalizando.
La idea de tener un símbolo que me representa, con el que me sienta identificado, me hace feliz. La arepa me recuerda que tenemos tanto derecho como cualquiera de estar ahí (en los teclados). Esto representa no solo la contribución cultural culinaria de Venezuela sino de Suramérica en general, nos reafirma que la comida latina tiene tanto derecho de estar ahí como las panquecas por ejemplo”, comenta.
A Sebastián la aprobación de su emoji aún lo emociona. En 2019 decidió abrir una cuenta en Twitter llamada @arepaemoji para ir monitoreando la llegada del ícono a los teclados. Ya varios fabricantes como Telegram o Slack han divulgado sus versiones de la arepa, para Demont todas son increíbles, pero las más exacta es la que presentó Google. “Estoy seguro que su diseñadora ha comido arepa alguna vez”, bromea intentando justificar que hayan logrado recrear a la perfección el platillo.
Armar y enviar a Unicode una propuesta en inglés, bien justificada donde se expongan las razones por las que el producto, bandera o cualquier otro objeto, merece tener su propio ícono en los teclados.
Buscar un equipo capacitado, especialmente en el área de diseño, para que las primeras versiones de la propuesta sean lo más exactas posible.
Pedir el asesoramiento de Emojination, una comunidad online que brinda respaldo a los emprendedores que se aventuran a proponer íconos.
De la UCV a Brooklyn
El gusto desbordado de Sebastián por las arepas fue importante en su solicitud a Unicode, pero no el factor principal. La preparación académica y profesional del venezolano, de 46 años de edad, sustentan a la perfección que haya logrado la llegada del platillo a los teclados de millones de usuarios.
Delmont es egresado de la Universidad Central de Venezuela (UCV), “es la casa que vence la sombra”, dice vía telefónica, recordando con nostalgia y notable orgullo desde Nueva York. En esa casa de estudios se graduó de Licenciado en Computación y desde 1993 inició su carrera profesional en el desarrollo web, justo en la época en la que comenzaba a llegar el auge del Internet.
Dos años más tarde, Delmont contribuyó con el desarrollo de la web de Planeta Urbe, estuvo en un proyecto de emprendimiento llamado “lo que sea” en el que trabajaban más de 250 personas entre Madrid, Caracas y Nueva York. Justo en 2001 decidió emigrar a «La gran manzana».
En Nueva York , Sebastián trabaja en una compañía que crea software para agricultura bajo techo. Su profesión le ha permitido ser versátil y poder experimentar distintos trabajos “Siempre estoy brincando de un área a otra”, comenta.
Bajo esa premisa fue como se propuso crear el emoji. El proceso arduo pero simple a la vez, lo dejó encantado. Tanto que tiene planeado hacer nuevas propuestas este año, tiene en mente una trilogía del arpa, cuatro y maraca, y de un chinchorro, muy popular en el Caribe venezolano, en los Llanos y en otras culturas del mundo.
“Creo que tiene buen chance (que acepten el chinchorro) porque muchísimas culturas lo tienen, en variedad de presentaciones, pero la gente lo entiende y sirve para representar el relax, las vacaciones, entonces tiene buena posibilidad de ser aprobado”, confía el venezolano.
Por ahora, la espera es por ver a la arepa en los teclados. Se prevé que la primera plataforma que lo tenga disponible sea Twitter, Apple a mediados de octubre, mientras Facebook y Android podrían tenerlo a finales de año.
Sebastián Delmont espera ansioso la llegada de su primer emoji, una idea que surgió entre dudas hace menos de dos años, desde su oficina en Dumbo, y que ahora estará disponible para millones de usuarios.