El Mandatario colocó una corona en el monumento a la Segunda Guerra Mundial en Washington.
Por: AFP
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, evocó la crisis desatada por la pandemia de coronavirus este viernes 8 de mayo antes de colocar una corona en el monumento a la Segunda Guerra Mundial en Washington, el día en que se recuerda el 75º aniversario de la victoria de los aliados en Europa.
Trump se dirigió al monumento ubicado cerca de la Casa Blanca en compañía de la primera dama Melania Trump, informó la oficina de prensa del mandatario.
En una declaración, Trump señaló que iba a “celebrar las fuerzas de la libertad que derrotaron a la tiranía”, rememorando el “sombrío recordatorio del precio de la libertad”.
En sus palabras sobre el aniversario, cuya celebración se redujo debido a la pandemia de coronavirus, Trump señaló que unos dos millones de estadounidenses participaron en la guerra y 186.00 murieron.
“La mayoría de estos abnegados y heroicos guerreros nunca había conocido la vida en un Estados Unidos próspero. Crecieron durante la Gran Depresión, cuando las perspectivas económicas de los Estados Unidos parecían sombrías”, dijo Trump el día en que las nuevas cifras de desempleo alcanzaron niveles sin precedentes, debido a la crisis desatada por la pandemia.
Este viernes “al reflexionar sobre el 75º aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial en Europa, se nos recuerda que ningún desafío es mayor que la determinación del espíritu estadounidense”, agregó.
“En los últimos meses, nuestra nación se ha enfrenado una notable adversidad durante la pandemia de coronavirus. Pero como lo hemos hecho tantas veces antes, Estados Unidos triunfará”, concluyó.
A pesar de los lazos históricos entre Europa y Estados Unidos, Trump ha utilizado su presidencia para sacudir las alianzas establecidas, quejándose de que los países europeos tienen ventajas comerciales injustas y que el liderazgo de su país en el pacto militar de la OTAN ha sido demasiado costoso.
En noviembre de 2018, el mandatario estadounidense fue duramente criticado por no haber asistido, mientras visitaba Francia, a una conmemoración en honor a los soldados estadounidenses muertos en la Primera Guerra Mundial. La Casa Blanca dijo en ese momento que la lluvia imposibilitó el viaje del mandatario al cementerio.