Steve Mnuchin indicó que el proceso debe ser cauteloso, pero remarcó los riesgos de mantener las medidas de confinamiento. Por su parte, un asesor de la Casa Blanca estimó que el desempleo seguirá subiendo hasta el 20 por ciento
Mnuchin remarcó que la reapetura debe ser hecha “en una manera meditada”, refiriendo a la cautela necesaria para evitar nuevos picos de contagios, pero enfatizó la necesidad de reanudar la actividad.
Consultado en la cadena Fox News sobre un prolongamiento de las medidas de cuarentena, comentó: “Creo que hay un riesgo considerable de no reabrir. Causaría un daño económico permanente al pueblo estadounidense”.
Sobre el proceso de reapertura, indicó que será hecho de forma tal que la gente “pueda trabajar de forma segura y con distanciamiento social”, pero asegurando que la gente pueda ir a las tiendas, y teniendo en cuenta que parte del público tendrá dudas sobre los riesgos.
Larry Kudlow, consejero económico presidencial, también defendió la idea de reabrir la economía.
“¿Por qué no confiar en las empresas?”, siguió Kudlow. “Ellas saben, de su lado, que la gente debe ser protegida” y, “de otro lado, que es necesario reactivarse lo antes posible para enfrentar el problema económico, la recesión por la pandemia”, dijo en declaraciones a ABC.
Mnchin también adelantó que la impactante tasa de desempleo reportada el viernes por el gobierno de Estados Unidos, elevada al 14,7% en abril, están en camino a empeorar antes del esperado rebote.
“Los números reportados van a empeorar probablemente antes de mejorar”, dijo Mnuchin. La cifra de abril destrozó el récord posterior a la Segunda Guerra Mundial del 10,8%, tocado en noviembre de 1982.
Al respeto, el asesor económico de la Casa Blanca Kevin Hassett indicó que el desempleo podría acercarse al 20% como consecuencia de la crisis del coronavirus, una cifra inédita en el país desde la Gran Depresión de los años 30 del siglo pasado. “Teniendo en cuenta las peticiones (de subsidios por despidos), parece que probablemente nos acercaremos al 20 por ciento en el siguiente informe”, declaró en CNN.
En los últimos días, dos empleados del “ala oeste”, donde se encuentra la Oficina Oval -un militar al servicio del presidente y la vocera del vicepresidente Mike Pence- dieron positivo al nuevo coronavirus, a pesar de las estrictas precauciones sanitarias tomadas allí.
Además, tres miembros de primera línea de la unidad de crisis de la presidencia estadounidense encargada de coordinar la lucha contra la COVID-19 decidieron entrar en cuarentena preventiva por su posible exposición al virus.
Entre ellos está el epidemiólogo Anthony Fauci, quien aconseja diariamente a Trump, así como el director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), Robert Redfield, y Stephen Hahn, jefe de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA).