El jefe de la diplomacia estadounidense para Latinoamérica, Michael Kozak, condenó el acuerdo del chavismo con Irán por la gasolina. “Todo el mundo sabe que el combustible es para los colectivos armados, la FAES, sus compinches y sus amos cubanos”, afirmó
El subsecretario para el Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de EEUU, Michael Kozak, hizo declaraciones este martes contra los negocios de Irán con el régimen de Nicolás Maduro alrededor de la escasez de gasolina en Venezuela.
“Más mentiras y corrupción. Esta vez Maduro cambia el oro del pueblo venezolano por gasolina del terror de Irán», publicó Kozak en su cuenta de Twitter.
Y agregó: «Nadie cree en sus afirmaciones; todo el mundo sabe que el combustible es para los colectivos armados, FAES (Fuerza de Acción Especial de la Policía Bolivariana), sus compinches y sus amos cubanos. La escasez y las largas colas no acabarán hasta que no se vaya Maduro”.
La gasolina en Venezuela escasea desde hace semanas y para poder recargar es necesario hacer filas de horas, en ocasiones días, sin que esto sea garantía de poder llenar el tanque completo de un vehículo.
Kilométricas colas de vehículos se forman en estaciones de servicio en Caracas, que se había mantenido a salvo del desabastecimiento de combustible que afecta hace años a amplias regiones del país, especialmente en las fronteras. Sin embargo, la escasez se agravó durante la cuarentena decretada en marzo pasado por Nicolás Maduro ante la pandemia del COVID-19, lo que derivó en un mercado negro en el que un litro de gasolina llega a venderse por tres dólares, en contraste con las irrisorias tarifas oficiales.
Ante esta situación, el chavismo buscó ayuda en el régimen de Irán y este lunes atracó en Carababobo el buque Fortune, el primero de los cinco barcos iraníes que trasladan a Venezuela gasolina y productos petroleros.
La embarcación ancló en el muelle de El Palito, una de las principales refinerías del país caribeño que se encuentra en Puerto Cabello (Carabobo, norte) y que llegó a tener capacidad para procesar 140.000 barriles diarios de gasolina, pero cuya producción se ha desplomado con el colapso de la industria petrolera venezolana.
Los buques “traen combustible, aditivos, repuestos, entre otros equipamientos, para levantar nuestra capacidad de refinación y producción petrolera”, celebró en un breve acto protocolar el ministro de Petróleo, Tareck El Aissami, rodeado de altos mandos militares con el Fortune a sus espaldas.
Un segundo barco, el Forest, ingresó el lunes a aguas jurisdiccionales venezolanas y se espera el arribo de otras tres embarcaciones en los próximos días: Petunia, Faxon y Clavel. La flota transporta en total unos 1,5 millones de barriles de gasolina, según reportes de prensa.
Maduro y altos funcionarios chavistas festejaron el envío de los buques, después de que Teherán advirtiera de “consecuencias” si Washington los bloqueaba. Estados Unidos, en tanto, expresa “preocupación” por “el papel cada vez mayor” de Irán en Venezuela.
“No nos vamos a arrodillar jamás”, clamó el domingo Nicolás Maduro. Con la llegada a la presidencia en 1999 de Hugo Chávez, fallecido en 2013, las relaciones entre Teherán y Caracas se estrecharon, tendencia que ha seguido profundizando Maduro. “El gobierno de Estados Unidos fue obligado a respetar el derecho al libre comercio entre países”, dijo al canal estatal VTV el embajador de Irán en Venezuela, Hojjatollah Soltani.
Washington desconoce la reelección de Maduro en 2018 al denunciarla como fraudulenta. Reconoce en cambio, junto a medio centenar de gobiernos, al líder legislativo Juan Guaidó como presidente interino.
Guaidó denunció que Venezuela pagó el combustible iraní con “oro de sangre”, extraído ilegalmente en las minas de sur del país.