Luis Pedro España: Lo que le ha faltado a la oposición es un "poco de sinceridad" en la búsqueda de esa transición

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“Yo creo que Venezuela está en una situación como un país en postguerra”, esta afirmación fue expresada por el sociólogo Luis Pedro España, quien se refirió a que Venezuela ha pasado por cinco o seis años “en una auténtica destrucción”, de toda su economía, su capacidad de producir riquezas, y puso como ejemplo la destrucción de la industria petrolera, en la que hace cinco años producía dos millones de barriles al día, y en la actualidad cuatrocientos mil.

La Patilla

España señaló que “esa destrucción” se podría extrapolar a otros ámbitos de la economía nacional. Asegura que el país ha sido devastado desde el punto de vista económico, sus instituciones, e incluso su propio estado, ya que a su juicio lo único que se aprecia son los “aparatos represivos”.

“Usted no ve un Ministerio de Educación fortalecido muchísimo menos un Ministerio de Salud, o unas instituciones de salud que presten servicio sobre todo en esta coyuntura de manera eficiente. Tenemos un país destruido, y por eso digo que estamos en un país que ha pasado por una guerra, y para reconstruir a ese país hace falta lo que necesitan todos los países que han pasado por una guerra, que es ayuda”, indicó.

Explicó que la ayuda consiste en el desarrollo, tener créditos de muy largo plazo, a bajos intereses a través de los organismos multilaterales, como las organizaciones del sistema de naciones unidas, el Fondo Monetario, el Banco Mundial, el Banco Interamericano, quienes podrían dar los recursos para reconstruir a Venezuela.

“Venezuela no se puede reconstruir sola y eso es una de las cosas que deberíamos tener en mente. Para lograr eso hace falta que Venezuela sea parte del mundo, es decir que Venezuela vuelva a formar parte de la comunidad internacional, en este momento no forma parte de la comunidad internacional. Es un país que pareciera no tener gobierno… Los principales organismos económicos internacionales no reconocen a ninguno de los dos gobiernos, ni el de las Fuerzas Armadas, o del ejecutivo, ni el de la Asamblea Nacional”.

El también cientista político considera que para reconstruir el país hay que llegar a un entendimiento político, ya que si esto no ocurre, no seríamos reconocidos en la comunidad internacional. Agregó que ese reconocimiento pasa porque Venezuela entre como en una suerte de transición para la reconstitución de sus instituciones democráticas.

“Si Venezuela llegara a un tipo de acuerdo, no entre partecitas, sino los mayoritarios, es lo que permitiría que Venezuela fuese reconocida en los organismos internacionales y entonces pudiéramos comenzar una reconstrucción del país.

Mientras que el país no logre ese entendimiento, la política, los líderes, mientras ellos no logren eso, no van a tener conexión con los venezolanos, porque los venezolanos pueden tener su preferencia, pero fundamentalmente lo que quieren es salir de la situación de postguerra en la que estamos, y de esa postguerra solo podemos salir si existe entendimiento, entre los factores de oposición y los que ocupan el gobierno en favor de reconstruir la institucionalidad de la democracia, porque eso es lo que se perdió, y hasta que eso no se reconstruya, no hay posibilidad de reconstruir el resto de las cosas que el país necesita”, apuntó.

Por otra parte Luis Pedro España señala que no se le puede pedir más a los ciudadanos que viven en un país destruido. Enfatizó que a los que hay que pedirle son a las personas que se han convertido en intérpretes, en representantes de parte de la sociedad. Manifestó que también hay que pedirle al régimen de Maduro, que llegue a acuerdos que no pasen simplemente por su cálculo político de perpetrarse en el poder. Asegura que debe haber un acuerdo más inclusivo para que factores de oposición.

“Es el momento no de pedirle a los ciudadanos, es el momento de pedirle al liderazgo. Un liderazgo que evidentemente está fragmentado, un liderazgo que evidentemente no representa a toda la sociedad ni mucho menos, pero al pedacito que represente a ese liderazgo, hay que pedirle que se levante un poco de esa perspectiva de lo que fue su historia política o de los que son sus pequeñas o grandes facturas que se tengan entre ellos, y que lleguen a un acuerdo de reconstrucción de la democracia para poder después reconstruir el país”.

En otro punto, el profesor de la UCAB cree que lo que le ha faltado a la oposición es “un poco” de sinceridad en la búsqueda de esa transición.

Explica que, si los contrarios al régimen de Maduro apostaran por la democracia y no a salidas rápidas, ni mágicas e imposibles, “se hubiese jugado menos a la conspiración, y un poco más a insistirle al gobierno que hay que reconstruir instituciones y que lo importantes son las reglas que rigen a las personas y nos las personas en si misma, creo que es lo que nos ha faltado”, aseveró.

“Decir verdades es bueno, porque devela cosas que todo el mundo sabe, pero nadie las quiere decir, pero también la forma de decirlo, si es para destruir al otro, si es para hacer un discurso de verdades, pero lo que está detrás de mis verdades es mostrar todo lo perverso, lo mezquino o lo malo que tu has sido, finalmente eso tampoco construye”.

El especialista resalta que en resumidas cuentas se requiere de una dirigencia que insista en una transición democrática, y que obligue al gobierno de Maduro a la transición democrática, y no apostar a salidas rápidas mesiánicas, y en las que otras personas resuelvan los problemas a los venezolanos.

Por otra parte España considera que las elecciones no son el principio de un camino, sino probablemente el final. Argumentó que para poder ir a una contienda electoral que es la expresión más concreta de la democracia, se necesitan unos márgenes de libertad, y garantías.

Sobre las controvertidas parlamentarias del próximos 6D, España considera que el dilema es reconstituir un mínimo de democracia que permita llegar a la expresión más concreta que son las elecciones.

“A uno le gustaría una oposición mucho más inteligente, una oposición que supiese aprovechar, un acuerdo un poquito mayor a lo que pueda ser la puntada de rabo que le pueda dar a un dirigente de un momento a otro”.