¡OTRO CALVARIO PARA LOS VENEZOLANOS! Escasez de gasolina sin solución a mediano plazo

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La humillación de esperar 15 o 20 días por 30 litros de gasolina, es uno de los problemas que parecieran no tener fin en el país. Ni los cierres de calle en señal de protesta, ni la cólera de la gente han logrado la solución de la escasez de este producto en cuarentena. El combustible más preciado por la gente sigue estando en manos de unos pocos; los que pueden pagar la gasolina bachaqueada. Expertos petroleros aseguran que al igual que la crisis eléctrica que dejó al país desde el 7 de marzo de 2019 con racionamiento severo, el apagón de la gasolina por la destrucción de Pdvsa es otra calamidad, que llegó para quedarse.

Ana Uzcátegui | LA PRENSA DE LARA

Para José Toro Hardy, exdirector de la estatal petrolera Pdvsa, no hay posibilidad alguna que ni a corto ni a largo plazo la crisis de la gasolina se solucione si no hay un cambio de gobierno. El diagnóstico que tiene de las cinco refinerías del país es grave, sólo dos funcionan de manera intermitente y al mínimo de su capacidad. Cardón que es parte de las tres plantas que conforman el Complejo Refinador de Paraguaná (CPR) en Falcón, y El Palito en Carabobo, están produciendo juntas 5 mil barriles diarios de gasolina, una cifra insignificante si se compara con la producción que tenía Pdvsa en 2002, que eran 1.3 millones diarios de barriles de gasolina, con las que se abastecía en abundancia el mercado interno, a todo el Caribe y al 10% de Estados Unidos.

«Dependemos de tanqueros iraníes y de gasolina importada porque destruyeron las refinerías y ahora lo que tenemos es una situación vergonzosa. Todo empezó en 2002 tras el paro petrolero, cuando Hugo Chávez, expresidente de Venezuela, despidió a 20 mil trabajadores de Pdvsa, que tenían en promedio 15 años trabajando para la industria y en conjunto acumulaban 300 mil años de experiencia y conocimiento. Ellos eran los que realmente conocían el funcionamiento de nuestras instalaciones petroleras», resaltó.

Desde ese momento afirma que la debacle fue inevitable y las proyecciones de crecimiento se acabaron. Para la época Venezuela producía 3 millones 320 mil barriles de petróleo al día, era el mayor exportador internacional, y tenía proyecciones de duplicar esa producción para 2020, pero la realidad es que Pdvsa ha dejado de producir 3 millones de barriles de crudo diarios este año. Actualmente según cifras de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), el país genera 339.000 barriles de crudo por día, el histórico más bajo.

«Pdvsa era una suerte de Roll Royce hace 18 años. Siguió operando bien por algunos años, pero como cualquier carro de lujo si dejan de cambiarle el aceite, de hacerle mantenimiento, comienza a fallar. Eso pasó con las refinerías, dejaron de hacer el mantenimiento necesario, de invertir en ellas, desecharon al personal calificado y todas comenzaron a fallar a la vez», enfatizó.

La crisis empeoró en el año 2008, según señala Elías Matta, presidente de la Comisión de Energía y Petróleo de la Asamblea Nacional, justo cuando Pdvsa dejó de entregar parte de sus ganancias por concepto de exportación de crudo al Banco Central de Venezuela (BCV), y comenzó a administrar sus propios recursos. «Ese petróleo que vendía la estatal petrolera debió ser invertido para su mantenimiento, pero se pusieron a hacer casas, puentes, supermercados, cualquier cosa menos atender a la industria», denunció.

Destacó que ese año el gobierno decidió expropiar las empresas conexas que prestaban servicio a Pdvsa, de transporte, personal técnico, grúas y equipos para su funcionamiento. Se ubicaban en la Costa Oriental del Lago de Maracaibo. «Lo hicieron bajo el argumento que se iba a crear una empresa llamada Pdvsa Servicio. Hoy todas esas empresas son chatarras, los bienes que se necesitaban nunca se compraron, y se inoculó la corrupción, donde la prioridad era hacer negocios, y no el crecimiento de Pdvsa» afirmó el parlamentario por el estado Zulia.

8 años de escasez
Elías Matta, diputado de la AN indicó que aunque la escasez de gasolina se ha agudizado con la pandemia, en los estados fronterizos este ha sido un mal que tiene ocho años. «En el año 2012 fue el incendio de la refinería Amuay, en Falcón. En ese momento se lo dijimos a Hugo Chávez, esa refinería necesitaba inversión para arrancar, no nos escuchó. La escasez comenzó por Zulia, Táchira, Apure y Amazonas. El gobierno tenía dinero, pero prefirieron que se deterioraran las refinerías y la gasolina la importaba para cubrir el mercado interno, pero como era costoso dejaron de entregarle combustible a los estados fronterizos», expresó.

En 2019 con las sanciones impuestas por EE.UU a Pdvsa, la escasez se acentúo, «Maduro dependía de dólares para comprar gasolina, y Cardón y El Palito se paralizaron simultáneamente», indicó.

«El gobierno quiere culpar a las sanciones, pero estas son recientes, en tanto que la destrucción masiva de Pdvsa tiene 20 años», recalcó José Toro Hardy.

En manos de mafias
«Pdvsa no es del Estado, esta en manos de mafias que la usan para el contrabando», exclamó Iván Freites, secretario del Sindicato de Trabajadores Petroleros de Falcón, quien sostiene que con la importación de gasolina el gobierno dejó de auditar estados financieros. Sin el control de cuánto gasolina se producía en el país era más fácil desviarla «por vías del contrabando», argumenta.

La pérdida de confiabilidad y rentabilidad de Pdvsa provocó el incremento de su nómina con personal no calificado. En 2002 la industria tenía 42 mil 300 trabajadores con experiencia, hoy 140 mil personas, pero sólo dos mil son petroleros.

«Metieron a gente sin meritocracia, personas de los partidos políticos y Pdvsa dejó de ser segura». Afirmó que de ser la clase trabajadora mejor remunerada del país, ahora ganan salarios que rayan en el mínimo. Un video en las redes sociales de un trabajador con una braga roja y rota de la industria, portando unas chanclas en vez de botas de seguridad, refleja la condición de pobreza en la que se encuentran.

Esa falta de personal calificado ha hecho que el país sea noticia recientemente por los derrames de petróleo que se han registrado en las últimas semanas en las costas de Paraguaná y Puerto Cabello. «Junto con los cinco tanqueros que llegaron al país al final de mayo, desembarcaron petroleros iraníes, que han intentado Arrancar Amuay y El Palito, pero sin el conocimiento necesario. El petróleo venezolano es muy pesado, tiene mucho azufre y necesita una tecnología compleja para refinarse que desconocen los iraníes. Ellos lograron producir una gasolina e inmediato comenzaron los incendios, las vibraciones en las plantas de craqueo catalítico y los derrames de crudo», dijo Toro Hardy, el último fue el más grande registrado en Latinoamérica, que afectó el Parque Nacional Morrocoy.

Paños de agua tibia
David Morán, experto petrolero, cataloga de inconcebible que el país con las reservas más grandes de petróleo dependa de la importación de gasolina de naciones que están tan sancionadas como Venezuela.

Los dos tanqueros de Irán que vienen al país tomando la ruta más larga desde África por el Océano Atlántico para intentar evadir las sanciones gringas, tienen capacidad de transportar 300 mil barriles de gasolina cada uno, según información extraoficial. «Son 600 mil barriles de gasolina, eso debe durar entre 20 a 30 días. Los iraníes no tienen mucha capacidad para producir gasolina porque tienen un alto consumo interno y ahorita cuando la demanda está baja es que han podido enviar al país, pero exigen que el gobierno se las pague antes de enviarla, porque ya nadie fía a Venezuela», soltó. Precisó que antes de la pandemia la nación tenía una oferta de 180 mil barriles de gasolina diarios.

Suman sanciones
Alejandro Castro, gerente de Operaciones de Econométrica, indicó que antes de las elecciones presidenciales de EEUU, las sanciones contra la estatal petrolera arreciarán. El mayor temor es que esas penalizaciones lleguen al gasoil, combustible del que depende el transporte de alimentos y el transporte público del país.

«La administración de Donald Trump informó que en octubre aprobarán sanciones adicionales que afectarán la compra de diésel en el exterior como la adquisición de algún aditivo para su producción. Hoy Venezuela tiene una reserva de diésel aproximada para seis meses de consumo, de tomarse las medidas Pdvsa tendría muy poco margen de maniobra», indicó. La crisis por la escasez de diésel podría sentirse a partir del segundo trimestre de 2021.