El candidato demócrata al Senado de Estados Unidos por Carolina del Norte, Cal Cunningham, reconoció este martes su derrota en las elecciones de la semana pasada, mientras que Dan Sullivan se impuso en Alaska, por lo que los republicanos sumaron dos escaños más y rozan el control de la Cámara Alta.
Con el 97% de los votos escrutados en Carolina del Norte, Cunningham alcanza un 47% contra el 48,7% de su rival republicano, el senador Thom Tillis, que representa una diferencia de alrededor de 100.000 votos y que el demócrata ya consideró insalvable.
“Los votantes han hablado y respeto su decisión”, afirmó en un comunicado Cunningham, quien sostuvo que “los resultados de esta elección sugieren que persiste una profunda división política en nuestro estado y país”.
El escaño de Tillis era uno de los objetivos que los demócratas, que partían con una desventaja de 53 a 47, se habían marcado para retomar el control de la Cámara Alta, algo que las encuestas daban por hecho antes de los comicios.
Por su parte, el senador republicano Sullivan retuvo su banca en Alaska con el 57% de los votos.
Los candidatos republicanos obtuvieron mejores resultados de los esperados y presentan serias posibilidades de mantener ese control, que podría generarle complicaciones al presidente electo, Joe Biden.
Con las victorias de Tillis y Sullivan, los republicanos suman 50 escaños contra 48 de los demócratas, con dos aún sin definición.
Las bancas en juego son en Georgia, que irán a segunda vuelta el 5 de enero del año próximo ya que ningún candidato alcanzó el 50% de los sufragios.
Pese a que Biden aparentemente ha ganado en Georgia por poco más de 10.000 votos, los actuales senadores en ese estado sureño son republicanos y sería una sorpresa que los demócratas lograsen arrebatarlos.
Los republicanos necesitan ganar uno de los dos escaños en juego para mantener el control del Senado, mientras que los demócratas precisan quedarse con dos, ya que un eventual empate en 50 lo decidiría la próxima presidenta de la Cámara Alta, en este caso la demócrata Kamala Harris, en su rol de vicepresidenta de Estados Unidos.
En lo que respecta a la Cámara Baja, los demócratas sí pudieron mantener su control, aunque con la pérdida de varios escaños que tampoco pronosticaron las encuestas.
Con 16 escaños aún por asignar, los demócratas suman 218 y los republicanos 201. Los demócratas han arrebatado 3 de esos escaños a los republicanos, mientras que los conservadores han hecho lo propio con nueve y se espera que sean más.