El lugar exacto donde Jesús, María y José vivieron en la ciudad de Nazaret, en el norte de Israel, pudo haber sido descubierto por un arqueólogo británico de la Universidad de Reading.
Se trata de Ken Dark, un investigador que ha pasado 14 años estudiando las ruinas de una vivienda del siglo I, ubicadas bajo el Convento de las Hermanas de Nazaret.
El arqueólogo reveló detalles de su estudio en un libro recientemente publicado, titulado Convento de las Hermanas de Nazaret: un sitio de época romana, bizantina y cruzada, texto en que detalla que ese sitio fue sugerido por primera vez en el siglo XIX como el hogar donde Jesucristo vivió durante su infancia, pero arqueólogos en la década de 1930 no encontraron pruebas.
Según Dark, los restos de la construcción que han sobrevivido hasta nuestros días muestran que la casa fue construida en una cueva natural, contaba con dos pisos de varias estancias, almacenes alrededor de un patio y una terraza en la azotea.
La Asociación Europea de Arqueólogos destacó la investigación al compartir en redes sociales varios artículos de prensa con declaraciones de Dark, quien intuyó que la construcción fue realizada por un “tekton”, la descripción de la profesión de constructor o carpintero en los evangelios griegos, la cual ejercía José.
Asimismo, también encontró fragmentos de cerámica que solían usar las familias judías de la época. “Ha quedado claro que quien construyó la casa tenía un muy buen conocimiento de la piedra”, dijo Dark recientemente al periódico británico Daily Mail.
En Euroweek el investigador detalló que el sitio fue originalmente descubierto en la década de 1880, luego hubo excavaciones entre 1936 y 1964, pero fue abandonado hasta el año 2006, cuando Dark inició su proyecto.
“Cinco años de intensa investigación sobre los datos de trabajo de campo han consolidado la evidencia de la casa del siglo I y algunas iglesias del siglo IV y V, arrojando una nueva luz sobre ellos. Ha quedado claro que quien construyó la casa tenía una muy buena comprensión del trabajo en piedra. Esto sería ciertamente consistente con lo que podríamos esperar de la casa de un tekton que, aunque generalmente se traduce como carpintero, en realidad significa un artesano asociado con la construcción”, explicó.
Dentro de la cueva hay una escalera hecha en la roca junto a una de las paredes que conduce a un segundo piso o habitación plana. “La escalera se construyó hábilmente usando parte de una cueva natural y otra parte de la cueva se usó para sostener el techo de la habitación”, agregó Dark.
Las Hermanas de Nazaret habitaron este lugar a finales del siglo I d.C. Después de la muerte de Jesús y la expansión del cristianismo basado en sus enseñanzas, se construyó una iglesia-cueva en la colina adyacente a la casa alrededor del siglo IV, la cual estaba decorada con mosaicos y tenía accesorios relacionados con el culto público, incluida una pantalla de mármol blanco.
Durante muchos años se creyó que este era el lugar donde Jesús había vivido en su infancia, por lo que desde 1880, cuando la zona fue descubierta, que se vienen realizando investigaciones. Las monjas, que eran las propietarias del lugar, ordenaron la excavación y exploración de la cueva hasta la década de 1930.
En ese entonces, las religiosas creían que se trataba del lugar donde había habitado Jesús, pero nunca lograron encontrar pruebas. Entre 1936 y 1964 un sacerdote Jesuita intentó continuar con la búsqueda, aunque la teoría también fue descartada, por lo que el lugar terminó convirtiéndose en una zona “casi olvidada” por los historiadores, según Dark.