El 6D-2020 Maduro nos dará a conocer a sus cortesanos escogidos por él para integrar su corte, que se instalará el 05-01-21 cuando se constituya en el soberano de Venezuela.
Jesús Antonio Petit Da Costa/ La Razón
Efectivamente este día reunirá en su persona todos los poderes públicos nacionales. Ya ejercía: el Ejecutivo, que usurpa; el Judicial, que dicta las sentencias que le ordena; el Ministerio Público, que enjuicia a quienes le indica; la Contraloría, que cumple sus órdenes y por ello no controla; la Defensoría del Pueblo, un jarrón chino puesto de adorno; y el CNE, que elige a los incluidos en la lista que le pasa.
Le faltaba formalmente el Legislativo. No había sido problema. Asumió de hecho sus funciones por medio del TSJ. Y luego inventó una Constituyente como parapeto para levantar la mano, tan perfectamente inútil que ordenó clausurarla sin aprobar una nueva Constitución.
El 6D serán anunciados los cortesanos, mal llamados diputados, escogidos entre sus fieles más los ultracolaboracionistas de la Mesita»
Maduro será el Soberano, porque la soberanía residirá en su persona. Ya venía siéndolo puertas adentro. Pero la AN legítima era un tornillo suelto que no se acoplaba e impedía la instalación del totalitarismo: uno para todos y todos para uno.
Este tornillo se ajustará en dos pasos: 1) El 6D serán anunciados los cortesanos, mal llamados diputados, escogidos entre sus fieles más los ultracolaboracionistas de la Mesita y los colaboracionistas desertores de la MUD. 2) El 05-01-21 se instalará la corte, mal llamada Asamblea Nacional, que le rendirá pleitesía posiblemente el 10-01-21 cuando le tomará juramento con toda la pompa.
A la corte de Maduro la llamaremos Corte Real (nada de Asamblea Nacional) porque sus integrantes no estarán allí por título nobiliario ni por elección popular sino por real, que el Soberano maneja sin control alguno. A los miembros de la Corte Real los llamaremos cortesanos (nada de diputados), porque están allí para servirle al Soberano a quien deberán su elección.
Será una Corte Real integrada por una camarilla de aprovechadores, sin representatividad»
He aquí otra semejanza con la situación que provocó la Revolución Francesa. Cerrada la salida electoral y pacífica de una situación insoportable (económica, social y política), se crea aquí un factor político irritante más: una Corte Real integrada por una camarilla de aprovechadores, sin representatividad, que pretende darle legitimidad a una monarquía con disfraz republicano de un gobernante detestado por el 90 % del pueblo y que, para colmo de su petulancia, se constituye en soberano pretendiendo serlo hasta el fin de sus días.
Demasiada provocación para que no haya un estallido de ira popular que se los lleve a todos.
petitdacosta@gmail.com