Centros semivacíos que derivaron en una escasa participación caracterizaron las elecciones parlamentarias de este domingo, convocadas por el régimen usurpador de Nicolás Maduro. Según el Consejo Nacional Electoral (CNE), la abstención alcanzó 69%, la mayor en este tipo de comicios desde 2004, cuando solo 25% de los votantes acudieron a las urnas. La oposición, entonces, decidió marginarse en bloque al alegar que no había condiciones.
En las legislativas de 2015, en las que la oposición rompió 15 años de hegemonía chavista, hubo 71% de participación y en las de 2010, 66,45%.
El Partido Socialista Unido y sus aliados, como se esperaba, lograron 67,6% de los 5.264.104 votos contabilizados en un primer boletín con 82,35% de los sufragios transmitidos, anunció a la 1:20 am de este lunes Indira Alfonzo, presidenta del CNE.
La presidenta del CNE autorizó a las Juntas Regionales Electorales para totalizar, adjudicar y proclamar los cargos de las listas y circunscripciones regionales que sean adjudicables.
Los principales partidos políticos de oposición, encabezados por Juan Guaidó, calificaron de fraude estas elecciones y llamaron a la población a quedarse en casa.
La abstención en los centros
Muchos centros de votación estuvieron semivacíos a lo largo del día, constató la AFP. El uso del tapabocas fue obligatorio, con marcas en el piso para mantener el distanciamiento físico por la pandemia de covid-19.
La oposición ya había boicoteado las votaciones presidenciales de 2018. Al acusarlo de reelegirse fraudulentamente, la saliente mayoría opositora del Parlamento declaró usurpador a Maduro y Guaidó reclamó la presidencia encargada de Venezuela con respaldo de medio centenar de países, Estados Unidos entre ellos.
Hubo en ese proceso un 46,07% de participación, la cifra más baja en presidenciales en la era democrática venezolana, que comenzó en 1958.