El secretario general de la Cámara de Licoreros del estado Anzoátegui (Calicor), José Rodríguez, afirmó que hasta 80% de comercios del rubro han ido a la quiebra debido a la paralización que tuvieron durante el año por la pandemia de la COVID-19.
El dirigente gremial señaló que 2020 ha sido un año duro para las licorerías, pues apenas en diciembre es que han podido trabajar gracias a la flexibilización total del mes.
“La mayoría de establecimientos han tenido que cerrar porque tenían deudas, y si no producían, era imposible que las pagaran”, explicó.
Además, dijo que muchos dueños se vieron obligados a introducir otro tipo de productos en sus negocios.
“Unos decidieron invertir en víveres, repuestos, electrónica y cualquier cosa que los ayudara a mantener abierta la tienda porque de eso viven”.
También aseguró que, aunque tienen permitido laborar durante la temporada decembrina, las ventas han bajado alrededor de 75%, en comparación con años anteriores.
“Ahorita la gente tiene otras prioridades, como la comida. Si le queda algo de dinero, va a preferir comprar ropita para sus hijos y la última opción es gastar en licor”.
Rodríguez apuntó que una botella de alguna de las bebidas, según la marca, puede costar desde dos dólares. Mientras tanto, hay otras que llegan a los $50, aunque -dijo- son muy pocos los que se pueden dar ese lujo.
“Vamos a ver si a última hora la gente hace el sacrificio de gastar en una ‘botellita’, pero dudo que sean muchos los que lo hagan”, finalizó.
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