Cultura.- El 24 de diciembre de 2009, muere el expresidente de Venezuela Rafael Caldera, a la edad de 93 años.
La enfermedad de parkinson lo va aislando hasta que fallece en horas de la madrugada, en Caracas. Dos años después, el 9 de febrero de 2011, muere su esposa, Alicia Pietri.
Este relevante venezolano del siglo XX, nació en San Felipe, estado Yaracuy, el 24 de enero de 1916. Dos años después de su nacimiento, el 2 de mayo de 1918, muere su madre Rosa Sofía Rodríguez Rivero, por lo que su tía materna María Eva, casada con Tomás Liscano Giménez, se encarga de su crianza.
Rafael Antonio Caldera Rodríguez realiza los estudios de primaria entre San Felipe y Caracas, donde culmina el bachillerato. Dominaba varios idiomas, como el inglés, el francés, el alemán, el italiano y el portugués.
Le gustaba ejercitarse a diario en su casa y practicaba el billar, el ping-pong, las bolas criollas; pero su pasatiempo favorito era el dominó. Tuvo seis hijos.
Según varios escritores, Rafael Caldera es recordado como uno de los oradores más completos de Venezuela.
Entre sus discursos destacan, el que pronunció ante el pleno del Congreso de los Estados Unidos, en 1970; en la celebración de los veinte años de la Encíclica Populorum progressio en la Ciudad del Vaticano, en 1987, escogido por Juan Pablo II, hecho que lo convirtió en uno de los pocos seglares en haber sido escuchados por el Colegio Cardenalicio en Roma; y ante las Cortes Generales de España, en 1996, en unas palabras improvisadas en las que defendió la institución parlamentaria.
Rafael Caldera hace historia al ser el primer venezolano de un partido de oposición en asumir el gobierno constitucional de manera pacífica y democrática y; además, en tener que gobernar en minoría parlamentaria, al contar con 28% de los escaños de la Cámara de Diputados y 31% en el Senado. También hace historia COPEI al ser el único partido en Venezuela en llegar al poder sin la violencia.
Como parte de la conmemoración del año centenario de su nacimiento, la familia Caldera Pietri, junto con la Fundación Tomás Liscano, presentaron el sitio web Rafael Caldera Oficial, convirtiéndose así en la primera biblioteca presidencial digital de Venezuela.
Caldera fue percibido como un hombre de «cultura profunda», como un profesor respetado, tanto así que desde muy joven, en la vida política se le llamó siempre «Dr. Caldera» y nunca por su nombre de pila.