Un residente de la ciudad británica de Newport se ha dirigido a las autoridades locales para que le permitan buscar en un vertedero municipal un disco duro que botó por error en 2013 y que contaba con bitcoines que actualmente tendrían un valor de 210 millones de libras (288 millones de dólares).
En 2013, James Howells, ingeniero informático de 35 años, hizo limpieza en su casa y solo después se dio cuenta de que había tirado el disco duro con 7.500 bitcoines en lugar de otro vacío.
Luego que su previa solicitud fuera rechazada, Howells ahora ofrece el 25 %, o 72 millones de dólares, al concejo en caso de que logre recuperar lo perdido.
«Quisiera la oportunidad de sentarme con las personas que toman decisiones y presentarles un plan de acción», Howells comentó a South Wales Argus señalando que cuenta con el apoyo de un fondo de cobertura preparado para proporcionar financiación para el proyecto.
El programador explica que en 2013 un contenedor de basura, al llenarse, recibía un número de serie antes de que fuera trasladado a una fosa y enterrado. También se le fijaba una referencia de cuadrícula.
«Así que yo podría acceder el registro del vertedero, identificar la semana en que boté el disco duro, identificar el número de serie del contenedor y luego el lugar de referencia de cuadrícula», dijo el informático.
Howells cree que pese a tantos años transcurridos, todavía se pueden recuperar los datos. «La caja exterior podría ser oxidada, pero es posible que el disco en el interior donde se almacenan los datos todavía funcione», precisó.
Esta posibilidad, sin embargo, se reduce con tiempo, según Howells, quien sugirió que los fondos que entregará de tener éxito, se transferirían en forma de apoyo a los pacientes con covid-19 de su ciudad.
Sin embargo, desde el Ayuntamiento de Newport han señalado que «el coste de la excavación, el almacenaje y tratamiento de los desechos podrían implicar millones de libras, sin ninguna garantía de encontrar [el dispositivo] o de que siga funcionando».
Además, desde la institución señalan que la extracción no es posible según las licencias vigentes y que la propia actividad podría tener un grave impacto medioambiental en la zona, motivos por los que aseguran no poder ayudarle.