El canciller del régimen, Jorge Arreaza, salió al paso de las acusaciones del medio colombiano Semana en las que se asegura que su país es refugio de 1.400 miembros de las disidencias de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
«Cuando la oligarquía colombiana tiene el agua al cuello se torna tan predecible que da sueño. Vuelven con el disco rayado de su guerrilla en Venezuela. Colombia, un país en guerra eterna, controlado por el narcotráfico y la DEA, plagado de grupos violentos, masacres e injusticia», ha tuiteado Arreaza.
En la investigación de la publicación, se muestran imágenes en las que se identifica a disidentes de las extintas FARC como Jesús Santrich o Iván Márquez que encabezan el grupo conocido como La Segunda Marquetalia.
Las acusaciones no son nuevas y en diciembre el general colombiano Luis Fernando Navarro ya acusó a Venezuela de acoger a esta cifra de guerrilleros, asegurando que al menos 900 pertenecían al ELN y que suponían un 75 por ciento de sus jefes.
A este respecto, también se ha pronunciado el presidente de Colombia, Iván Duque, que aseguró que este año será el año en que se extradite por primera vez a miembros del ELN a Estados Unidos para que respondan por cargos de narcotráfico.
«Nuestra tarea está en enfrentar el narcoterrorismo sin vacilaciones», ha asegurado Duque en el acto de toma de posesión del nuevo director de la Policía Nacional.