Maduro es un tigre de papel encima de un barril de pólvora, cualquiera que se alce se llenará de gloria

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El Poder Ciudadano es totalmente ilegítimo porque los tres que usurpan los cargos de Fiscal, Contralor y Defensor fueron electos por una Constituyente ilegítima. El Poder Electoral tampoco es legítimo porque sus miembros fueron designados por un TSJ ilegítimo

Jesús Antonio Petit Da Costa/ La Razón

Lo repito: estamos en una situación insostenible que no puede prolongarse. En cualquier momento tendrá un desenlace. Estamos en un vacío institucional total. Sin gobierno legítimo, porque Maduro es un usurpador y Guaidó un pastor de nubes que perdió la legitimidad porque desapareció la AN que lo sostenía.

A su vez, no hay AN legítima. La que había ya no existe y la que pretende usurpar sus funciones no es reconocida por el pueblo venezolano ni la comunidad internacional. Lo mismo sucede con el TSJ: ilegítimo y desconocido por todo el mundo.

Por su parte, el Poder Ciudadano es totalmente ilegítimo porque los tres que usurpan los cargos de Fiscal, Contralor y Defensor fueron electos por una Constituyente ilegítima que todo el mundo desconoció hasta que murió de consunción. Finalmente, el Poder Electoral tampoco es legítimo porque todo el mundo lo desconoce ya que sus miembros fueron designados por un TSJ ilegítimo usurpando una atribución privativa de la AN.

Solo falta que alguien encienda la mecha y se llene de gloria ensalzado como libertador. Debería ser civil, pero hay un vacío de liderazgo civil»

En resumen, tenemos un tinglado de parapetos en lugar de poderes públicos. Y sin poderes públicos no hay institucionalidad. Y sin institucionalidad no hay Constitución. Venezuela es, en estos momentos, un campamento militar donde la única autoridad es la FANB, que a su vez es ilegítima por inconstitucional porque usurpa la función de la FAN que es la fuerza armada reconocida por la Constitución.  Y sin Constitución no hay legitimidad. Y sin legitimidad no hay institucionalidad. Y sin institucionalidad rige la “ley de la selva”, que es la del más fuerte.

Pero sucede que en la selva cualquier cosa puede pasar en cualquier momento por lo cual vengo diciendo que Maduro es un Tigre de Papel sentado en un barril de pólvora, donde lo puede volar un tigre de verdad que no solo ronque. La pólvora del barril es la mezcla de un factor subjetivo (85% de la población lo desprecia) y de un factor objetivo (la situación económico-social insostenible por desesperante).

Solo falta que alguien encienda la mecha y se llene de gloria ensalzado como libertador. Debería ser civil, pero hay un vacío de liderazgo civil: unos están vendidos porque para ellos la política es un negocio y los otros, los honestos, no han logrado todavía el eco que deberían tener. Por ello no descartemos que sea un uniformado el que prenda la mecha.

Concluyo con una frase acertada del profesor Ramón Piñango: “En una situación como la actual cualquier cosa puede pasar, y cuando digo cualquier cosa es cualquier cosa”.

Es mucha la tentación para cualquiera con un mínimo de inteligencia y ambición de poder que se le presente una oportunidad como esta, sabiendo que la euforia nacional será acompañada por el respaldo internacional. Resuelve el problema a todos.

Concluyo con una frase acertada del profesor Ramón Piñango: “En una situación como la actual cualquier cosa puede pasar, y cuando digo cualquier cosa es cualquier cosa”.