¡LA RUTA ES ELECTORAL! Datincorp: Oposición debe negociar para renovar el CNE e ir a elecciones

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Propone elecciones internas en los partidos que han sido judicializados para poder ir a elecciones regionales

Por Anaísa Rodríguez / El Cooperante

Para Jesús Seguías el panorama político de Venezuela está claro: la oposición debe “correr” y procurar un acuerdo con la Administración de Nicolás Maduro para darle salida a la crisis que vive el país desde hace varios años. Alegó que ante el fracaso de la vía insurreccional, no hay más que hacer sino ir a elecciones transparentes, con un nuevo CNE y con observación internacional. Esto solo se consigue a través de una negociación, sentenció.

Seguías es analista político y presidente de la encuestadora Datincorp. En una entrevista telefónica concedida a El Cooperante, aseveró que si la oposición logra un acuerdo político para elegir a las nuevas autoridades del Consejo Nacional Electoral (CNE), los venezolanos acudirán masivamente al proceso electoral de este año: elecciones regionales.

A su juicio, la oposición debe corregir los errores que ha cometido y apartarse de una vez por todas de la confrontación, ya que no le queda mucho tiempo. “No debe ponerse muy exigente porque Maduro tiene mayor ventaja”, dice.

Al ser consultado sobre qué puede hacer el venezolano de a pie ante esta situación, Seguías expresó que todos deben procurar la recuperación económica de mano del empresariado nacional y empresarios extranjeros que deseen invertir en el país.

“Sonará iluso, sonará un sueño pero yo quiero que alguien me diga si hay otra alternativa. Que la presente porque yo no la veo y no creo que haya más ninguna otra alternativa, lo otro sería el caos y la destrucción total del país y podemos evitarlo”, enfatizó.

Nicolás Maduro dijo este miércoles que está de acuerdo con celebrar una sola elección para elegir a gobernadores y alcaldes. ¿Cree usted que la ciudadanía acudirá a votar en un porcentaje mayor al 6 de diciembre?

Hay varias cosas que definir de entrada: la primera es que la oposición en este momento está obligada a participar en el proceso electoral por 3 razones de peso. La primera razón es que la ruta insurreccional y militar de intervención militar internacional quedó totalmente descartada. La oposición ya no tiene una ruta diferente a la electoral para seguir avanzando y eso está demostrado porque los últimos dos años fracasaron rotundamente estas rutas, pese al apoyo rotundo de la primera potencia del mundo como es Estados Unidos. Un apoyo muy fuerte y muy sólido y con todo eso no pudo lograr el objetivo de desplazar a Nicolás Maduro del poder.

Teniendo en cuenta que nadie en la comunidad internacional está dispuesto a intervenir militarmente a Venezuela, que sería la alternativa más próxima a lograr un cambio de gobierno por vía rápida, porque nadie está dispuesto a hacerlo y porque no vemos a nadie en la oposición venezolana armándose militarmente y entrenándose para lograr una guerra interna que desplace a Nicolás Maduro por la vía de la fuerza. La comunidad internacional, lo único que está pidiendo es que se sienten a negociar las partes para buscar un desenlace electoral a la crisis política venezolana.

Ese es el punto que obliga a adoptar un cambio en la estrategia de la oposición venezolana. Debo decir que en plena pandemia ya Venezuela no está en un lugar prioritario para los demás países, porque todos están y van a seguir lidiando con la crisis y las consecuencias de la crisis. Por esa razón, la comunidad internacional nos dice: señores, resuelvan ustedes mismos sus problemas, si lo hacen por la vía de la negociación cuentan con nosotros y estamos dispuestos a ayudarlos.

¿Y la negociación para qué? Para ir a elecciones. Otro elemento importante que obliga al cambio de estrategia y asumir el cambio electoral es que la única razón por la que la ruta puede ser exitosa es la vía electoral. Porque durante veinte años probaron otras rutas y todas fracasaron. No hay espacio para nada de eso, nadie puede reclamar a los venezolanos que no tuvieron gallardía, que no tuvieron valor para enfrentar a un gobierno que ha destruido a Venezuela. Nadie puede quejarse de eso, porque los venezolanos dieron demostraciones de coraje en toda América. Estamos ante un adversario que es un elefante político y se debe comer en rodajas.

Yo creo que ya llegamos al final de todo esto, veinte años después no hay duda de que la oposición venezolana aprovechando la poca fortaleza que le queda después de estar agotada, extenuada, fragmentada, dividida, desarticulada y con una comunidad internacional que tiene limitaciones muy grandes para poder restearse con los venezolanos; no queda más camino que renunciar a la política y dejar a los venezolanos a su suerte o ponerse a aprovechar todas las rendijas que existan para comenzar a actuar políticamente.

Por otro lado, debo decir que la comunidad internacional está habilitando todos los espacios y todos los consensos posibles para que se concreten las negociaciones. Debemos entender que la carta fuerte que tiene la oposición venezolana son las sanciones que han aplicado factores importantes de la comunidad internacional, especialmente EE . UU., y que esas sanciones fueron dilapidadas porque fueron puestas en función de objetivos inalcanzables como fue el cese de la usurpación.

El cese de la usurpación no era otra cosa que la expulsión de Nicolás Maduro del poder por la vía forzosa, y sabiendo que las sanciones no deben tener como objetivo su salida entramos en un escenario de acuerdos más factibles. Por ejemplo, lograr que esas sanciones sean negociadas en torno a una concesión que para Maduro es obligante porque están establecidas en la Constitución nacional.

Si ya sabemos que la ruta es electoral, la constitución establece que el CNE, debe ser imparcial, equilibrado y equitativo. El tema más fuerte de la negociación es un nuevo CNE, apenas existan acuerdos para un nuevo CNE equilibrado y confiable allí se abren todas las compuertas para la participación electoral y una vez que sepan que ya se tiene un CNE confiable, los venezolanos todos en forma masiva van a participar en todos los procesos electorales. Eso ya está estudiado y analizado.

Los venezolanos lo único que necesitan es que haya un cambio en el CNE. Si eso se logra, solo queda definir el cronograma electoral. En la oposición plantean una elección presidencial anticipada antes del 2024, pero no puede ser antes del 2022 porque no hay condiciones para que se hagan unas elecciones transparentes antes de esa fecha por todo lo que hay que hacer dentro del CNE, por esto queda ver si el gobierno va a aceptar esto o no lo va a aceptar.

Yo no soy optimista, creo que Maduro se aferrará a ir a elecciones en el año 2024 y bien sea en 2022 o 2024, la pregunta que hay que hacerse es, ¿qué va a pasar con el país de aquí a allá?, me refiero a la crisis económica, de servicios públicos, social, a la crisis de los venezolanos.

Ahora lo que se impone son negociaciones para empezar a darle solución a la crisis económica para aliviar el sufrimiento mientras se le busca una solución a la crisis política, que de acuerdo a la ruta establecida, va a llevar un tiempo porque no hay una ruta corta o inmediata. Y en eso hay que hablarles claro a los venezolanos, la ruta electoral va a llevar más de un año.

Por la vía más rápida lleva más de un año en concretarse, porque hay que cambiar el CNE, auditar las máquinas chinas que se compraron recientemente, porque hay que depurar el registro electoral y empadronar a todos los venezolanos que están en el exterior y así se va más de un año.

Usted habla de un CNE confiable, pero la AN/6D ya eligió a los 10 postulados de la sociedad civil que elegirán a los rectores. ¿Cómo confiar en un CNE electo por un «Parlamento» de mayoría oficialista y que no es reconocido por varios países de la comunidad internacional?