El gobierno chavista denunció este domingo los recientes actos de violencia que se cometieron contra la embajada del país en Perú, luego de que la noche del sábado tuviera lugar una manifestación en Lima, que incluyó el ataque con piedras a esta sede diplomática.
El Palacio de Miraflores «denuncia los actos de violencia acontecidos (…) ante la actitud contemplativa y de inacción por parte de las fuerzas de seguridad, en total inobservancia de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y Relaciones Consulares», dice en un comunicado la Cancillería del gobierno chavista.
Por ello, Caracas exigió a las autoridades peruanas que garanticen la integridad del personal diplomático y consular de Venezuela, así como la seguridad de sus sedes e instalaciones.
«Asimismo, recuerda el necesario apego y cumplimiento de los compromisos internacionales adquiridos por el Estado peruano hacia las poblaciones migrantes y demanda el pleno respeto a la integridad de las ciudadanas y los ciudadanos venezolanos que hacen vida ese país», prosigue el escrito.
El comunicado reiteró su rechazo a «las inaceptables campañas de discriminación y xenofobia contra la comunidad venezolana en Perú, exige el fin de las mismas y rechaza la difusión de mensajes antivenezolanos para obtener réditos electorales por parte de algunos sectores políticos de ese país».
Crece la animosidad
En las últimas semanas ha crecido la animosidad entre un grupo de venezolanos y peruanos, luego de hechos violentos que se difundieron ampliamente en las redes sociales y que se saldaron con la muerte de un ciudadano de cada país.
En primer momento circuló un video que mostraba el asesinato de un venezolano en Perú, presuntamente por negarse a pagar una extorsión, y luego otra grabación mostraba cómo un peruano fue lanzado desde un puente, un delito presuntamente cometido por venezolanos en Colombia.
Tras ello, se produjo la protesta en Lima que terminó con el ataque a la embajada, donde los manifestantes corearon consignas en contra de la presencia de venezolanos en ese país.
A finales de enero, el Gobierno de Perú desplegó a sus Fuerzas Armadas en la frontera con Ecuador para disuadir la inmigración ilegal que presuntamente se ha incrementado en las últimas semanas con la llegada clandestina de ciudadanos extranjeros, en su mayoría venezolanos, desde el país vecino.