Rescataron a venezolana y a su hija de cautiverio inhumano en Uruguay

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La Policía de Uruguay logró también rescatar a una pareja cubana y detuvo a un hombre y a una mujer que se hacían pasar por una organización de asistencia en el departamento de Rivera para estafar a extranjeros recién llegados al país desde Brasil

La Verdad

Dos ciudadanos cubanos y dos venezolanos fueron rescatados por la Policía de Uruguay luego de permanecer retenidos en cautiverio por una supuesta organización de ese país que les ofrecía ayuda para radicarse en el país, pero que luego los mantenía prisioneros para exigirles el envío de dinero desde sus países.

La organización fue desmantelada por la Policía del departamento uruguayo de Rivera, en el noreste, en frontera con Brasil, luego de un operativo montado el 1 de junio en el que fueron liberadas las cuatro víctimas, encerradas en una habitación trancada con candado, reseñó Sputnik.

La Policía de Rivera informó que la operación, denominada ‘Zunzún’, permitió detener a un hombre de 63 años y a una mujer de 55, quienes «mediante engaño estarían captando a ciudadanos extranjeros para una supuesta organización no gubernamental».

Según el medio brasileño A Plateia y el uruguayo Montevideo Portal, la Policía actuó a partir de una denuncia que alertaba sobre el encierro de las cuatro víctimas: un hombre cubano de 38 años, una mujer cubana de 22 años, una mujer venezolana de 31 años y su hija, también venezolana, de 2 años.

Supuesta ONG
Los cuatro habían ingresado de forma legal a Uruguay provenientes de Brasil. Sin embargo, cuando realizaban los trámites de migraciones fueron abordados por representantes de una supuesta ONG que asistía a extranjeros y que se hacía llamar Misión Rescate Internacional.

Desde la organización aseguraron que les brindarían alojamiento y alimentación de forma gratuita durante un mes.

Los recién llegados a Uruguay aceptaron pero cuando ya se habían instalado en una vivienda de la ciudad de Rivera, los ahora detenidos comenzaron a exigirles dinero para el pago del alquiler de la casa.

Además, los estafadores encerraron a las víctimas en una habitación asegurada con candados. Según A Plateia, las condiciones de cautiverio eran «inhumanas» y las víctimas ni siquiera podían alimentarse cuando deseaban.