En el peor momento de la pandemia en la isla, los médicos denuncian que los hospitales no tienen ni analgésicos para el dolor de cabeza, que prolifera la hambruna y que “lo que se gasta en fuerzas represivas es más de lo que destina a medicamentos”
Cuba vive una paradoja. Es el país que lidera la carrera de las vacunas contra la covid-19 en Latinoamérica, pero los profesionales sanitarios denuncian la desidia del gobierno y las precarias condiciones del sistema de salud en medio del peor brote de coronavirus desde el comienzo de la pandemia.
“La situación no hace más que empeorar con el paso de los días”, dice a Infobae el neurocirujano Alexander Pupo, uno de los críticos más prominentes del sistema de salud de la isla. “En Cuba realmente está afectando la covid junto con otras epidemias, como la de sarna, y la hambruna, que es criminal”, afirma.
“Es un caos total. Aquí todo ha colapsado, el sistema sanitario del país entero está en pleno colapso”, agrega el doctor Manuel Guerra, un obstetra del Policlínico Buenaventura de Holguín, también muy conocido por sus frecuentes denuncias en las redes sociales.
“En Cuba está afectando la COVID junto con otras epidemias, como la hambruna, que es criminal”
Récord de casos y falta de medicamentos
Cuba, uno de los países que sortearon con éxito la primera fase de la pandemia, está ahora sufriendo los embates de la segunda ola. El país registró este martes 3.080 nuevos casos de covid-19, un nuevo máximo absoluto de contagios y la primera ocasión en que supera los 3.000 positivos en un día, según el parte epidemiológico del Ministerio de Salud Pública (Minsap).
Los profesionales consultados atribuyen el resurgimiento de casos al hacinamiento que se produce en los centros de aislamiento, en las colas cada vez más largas que la población hace para conseguir los productos básicos y en la apresurada reapertura de la isla al turismo extranjero.
Cuba, además, se encuentra sumida en su mayor crisis económica en más de dos décadas, con un fuerte déficit en la balanza de pagos e incapaz de afrontar su deuda exterior. En 2020 el PIB se desplomó un 11%, su peor caída desde 1993.
Ante este escenario, el problema más acuciante es la escasez de medicamentos. Los profesionales consultados por Infobae denuncian que la falta de remedios e insumos no tiene precedentes, siendo peor incluso a la que se vivió durante la severa crisis que el país vivó tras el colapso de la Unión Soviética.
“Se jactan de decir que Cuba es una ‘potencia médica’, que para nada es real eso”, dice Guerra.
Según Pupo, la crisis comenzó mucho antes de la pandemia, aunque el covid “empeoró todo”.
“La gente está desesperada”, afirma. “No hay ni siquiera analgésicos para aliviar el dolor de cabeza”.
“No hay ni siquiera analgésicos para aliviar el dolor de cabeza”
El gobierno atribuye la escasez al embargo estadounidense vigente desde 1962, agravado por las 243 medidas que implementó el gobierno de Donald Trump.
Sin embargo, los expertos consultados aseguran que los problemas en la Salud se deben a que el gobierno de Migual Díaz-Canel decidió priorizar inversiones en el aparato represivo del Estado.
“Lo que destina a la fuerza represiva es más de lo que destina a medicamentos de producción nacional, que tampoco necesitas nada importado, hay fármacos fundamentales que se producían en la industria farmacéutica local y no se destina nada a ello”, dice Guerra.
Cuba clasifica como básicos 619 medicamentos, de los que 359 se producen en BioCubaFarma, la empresa biotecnológica estatal.
“Hay diez patrullas para cada ambulancia, entonces es un poco difícil de explicar eso de los medicamentos”, resume Pupo.
Por su parte, la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS) aludió a la pandemia como principal causa del problema de la falta de medicamentos en Cuba.
“La mayor parte de las materias primas, piezas de repuesto y otros componentes necesarios para la producción de medicamentos provienen de la región asiática, fuertemente impactada por la pandemia de COVID-19. Esta situación ha generado retrasos en el arribo de estas mercancías, tanto por los problemas de la reducción de la producción en estos países, como por la interrupción del transporte aéreo y marítimo”, dijo la organización a la agencia EFE.
Ni el Ministerio de Salud de Cuba ni BioCubaFarma respondieron a una solicitud de comentarios de Infobae sobre los motivos de la escasez.
“Hay diez patrullas para cada ambulancia, entonces es un poco difícil de explicar eso de los medicamentos”
El caso de las vacunas
La escasez de medicamentos contrasta con los logros que el país parece estar consiguiendo en el desarrollo de vacunas.
Más de 2,6 millones de cubanos, sobre una población de 11 millones, han recibido al menos una dosis de Abdala y Soberana 02, los dos candidatos vacunales contra el coronavirus más avanzados de los cinco que desarrolla la isla.
Ambas fórmulas esperan la autorización de uso de emergencia de la entidad reguladora cubana de medicamentos luego de mostrar una eficacia del 92,2 % (Abdala) y del 62 % (Soberana 02) en la última fase de ensayos clínicos, según las autoridades sanitarias locales.
Una vez homologadas, serán las primeras desarrolladas en América Latina.
Sin embargo, en la isla este logro también despiertan suspicacias.
“Buscan un impacto político, aquí todo es politizado”
Tanto Guerra como Pupo cuestionan que el gobierno haya invertido tanto en el costoso proceso de desarrollo de vacunas cuando faltan tantos insumos básicos.
“¿Cómo se explica que tenemos las vacunas y que no haya ni fármacos esenciales como para tratar una infección en la piel?”, se pregunta Guerra.
Aunque destacan el nivel de los profesionales del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología de Cuba que desarrolla las vacunas, los médicos desconfían que la efectividad real de las candidatas cubanas sea la comunicada por las autoridades, debido a la falta de independencia del ente regulador y a los intereses de la propaganda del gobierno.
“Dieron los resultados un día antes de la votación en la ONU sobre el embargo”, dice Guerra. “Buscan un impacto político, aquí todo es politizado”, agrega.
Mientras tanto, en la isla el contagio avanza.
“Si no recibimos ayuda vamos a tener problemas”, dice Guerra. “No estamos hablando de cuestiones políticas, estamos hablando de vida o muerte”.
“No estamos hablando de cuestiones políticas, estamos hablando de vida o muerte”
El precio de cuestionar la propaganda oficial
Contradecir la narrativa oficial sobre las bondades del sistema de salud cubano le costó caro a los dos jóvenes profesionales consultados por Infobae.
El doctor Pupo, de 31 años, cuenta que tras sus denuncias perdió “su vida”: perdió su trabajo como cirujano en el Hospital Dr. Ernesto Guevara de la Serna en Las Tunas, se le prohibió salir del país y ahora sufre la persecución de los Órganos de Seguridad del Estado (OSE), la Inteligencia del gobierno de Miguel Díaz Canel.
Guerra, de 27 años, también es perseguido: en noviembre de 2020 fue detenido en plena noche y, aunque no perdió su trabajo, es constantemente vigilado por los OSE.
Ambos ahora impulsan la formación de un gremio médico cubano libre. Aseguran que la gran mayoría de sus colegas apoyan y comparten sus críticas sobre el manejo de la salud en la isla. “En el trabajo la gran mayoría, un 85, 90 por ciento me apoyan. Los que no apoyan son quienes tienen cargos políticos en el Partido Comunista o trabajan en la Seguridad del Estado”, dice Guerra.