Convite determinó en su más reciente proyecto destinado a los adultos mayores que 21 % de ellos son completamente dependientes de otras personas para sus actividades de la vida diaria en el país y que 93 % depende de una pensión de vejez que equivale a menos de 2 dólares por mes.
En consultas realizadas por la Asociación Civil Convite determinaron que 83 % de las personas mayores en Venezuela necesitan de otros para cubrir sus necesidades básicas y 21 % son completamente dependientes de otros para sus actividades de la vida diaria. Además, 93 % de este grupo etario depende de una pensión de vejez que equivale a menos de dos dólares por mes y, en general, 62 % tiene ingresos menores a cinco dólares por mes.
Ante esto, desde julio de 2020 hasta julio de 2021, la asociación civil Convite ejecutó un proyecto de asistencia dirigido a adultos mayores en Venezuela. El trabajo social abarca cuatro municipios del estado Miranda: Baruta, Chacao, Sucre y Páez, y el municipio Libertador del Distrito Capital.
Este proyecto, destinado a “contribuir a mejorar la salud y la protección de las poblaciones más vulnerables, incluida la prevención de la propagación de COVID-19, en varios estados de Venezuela”, ejecutó diversos tipos de evaluaciones a más de 2000 adultos mayores en situación de vulnerabilidad:
- 1233 entrevistas basadas en un formulario de evaluación de vulnerabilidad.
- 380 evaluaciones con respecto a cuidados domiciliarios.
- 515 evaluaciones para optar por asistencia de protección individual.
- 174 entrevistas a potenciales pares voluntarios.
Una pensión en Venezuela tiene un estimado de apenas siete millones de bolívares, por lo tanto, el costo de los alimentos en el país no son cónsonos con los ingresos que perciben los adultos mayores en la actualidad. De hecho, el Cenda calcula que un trabajador activo requiere al menos 23 millones de bolívares diarios para cubrir las necesidades alimentarias de su familia.
Con respecto al porcentaje de población que representan las personas mayores en el país, según datos del Instituto Nacional de Estadística, la población total de personas mayores en Venezuela para el año 2018, en edades comprendidas de entre 55 y 99 y más años, era de 3.009.921: 1.384.399 hombres y 1.625.522 mujeres. Lo que para ese año representaba 9,5 % de la población total.
Población en riesgo
Las problemáticas que más afectan a los adultos mayores en el país, según los datos obtenidos por Convite, van desde la inseguridad alimentaria a la poca motivación para hacer actividades del día a día como asearse y vestirse. Otras dificultades que aquejan a los ancianos en Venezuela son: la dependencia económica, las interrupciones en servicios básicos, la presencia de una o más enfermedades y las múltiples barreras al acceso a servicios de salud.
Esto demuestra una acentuada vulnerabilidad y múltiples riesgos de protección. La vulnerabilidad económica dificulta el acceso a material de bioseguridad y a dispositivos de asistencia, con un impacto negativo importante en la salud, la inclusión y la independencia”, indica el informe.
Otros datos encontrados por Convite:
- 18 % de las personas mayores viven solas.
- 61 % se sienten preocupadas o ansiosas con frecuencia.
- 91 % de las personas mayores tiene al menos una enfermedad crónica.
- 92 % tiene dificultades para acceder a sus medicamentos regularmente.
- 86 % no tiene acceso a consultas médicas periódicas.
- 48 % de las personas mayores realizan menos de tres comidas por día.
- 88 % de las personas mayores han reducido la cantidad de alimentos consumidos en los últimos tres a seis meses.
- 16 % ha perdido algún familiar o amigo cercano por la COVID-19.
- 92 % de las personas mayores reportan interrupciones frecuentes de los servicios básicos.
Ante esta realidad, Convite determinó varias áreas de asistencia para su proyecto: cuidados domiciliarios por fisioterapeutas, apoyo psicosocial por pares voluntarios y movilizadores, asistencia de protección individual como dispositivos de asistencia, medicamentos, kits de higiene y alimentos preparados.
Las personas que iban a tener acceso a la atención fueron escogidas a través de instrumentos que determinaron los principales factores de vulnerabilidad.
Todas las personas adultas mayores se puede decir que están en riesgo, pero hay unas más que otras. Utilizando estos criterios tomamos en cuenta aspectos como la soledad, padecimiento de enfermedades crónicas, personas con discapacidades, entre otros, que privaron para la selección de los participantes”, explicó Francisco Cabezas, director de Convite.
Con respecto a la selección de las zonas de abordaje, Cabezas detalló que fueron tomadas en cuenta aquellas donde la ONG tenía capacidad instalada dentro de la comunidad. “Eso nos permitió tener liderazgos comunitarios asentados dentro de las localidades. A través de estas representaciones pudieron diseñar instrumentos de detección rápida de necesidades, basados en estándares internacionales de inclusión de adultos mayores”, añadió.
El papel del gobierno
Cabezas aseguró que durante la ejecución de este proyecto, la organización civil logró articularse con distintos niveles gubernamentales, a pesar de la posición que ha adoptado el Estado sobre las ONG en Venezuela.
“La Alcaldía de Chacao, por ejemplo, fue un baluarte importante en el despliegue dentro del municipio. La Gobernación de Miranda también nos apoyó con el tema de la seguridad para el traslado de insumos a la zona de Barlovento. No tengo problema en darle mi agradecimiento al gobernador de Miranda que en algunos momentos, no en todos, nos brindaron apoyo en temas de seguridad”, añadió Cabezas.
Allanamiento a Convite
Durante la presentación del proyecto, las autoridades de Convite recordaron el allanamiento que hubo en la sede de la ONG el pasado diciembre por parte de funcionarios de las Fuerzas de Acciones Especiales de la Policía Nacional Bolivariana (FAES) bajo una supuesta acusación de “delitos asociados al terrorismo”.
Esto también ha ocurrido con otras ONG, cuyos representantes en muchos casos han sido detenidos, como ha ocurrido en hechos recientes con Azul Positivo y FundaRedes, entre otras fundaciones. Sobre este tema Cabezas detalla que la postura de Convite ha sido hacer visible la utilización de todos los fondos recibidos para sus proyectos, con posteriores auditorías.
“Queremos dejar claro que la ayuda humanitaria se está utilizando en la gente. No hay ningún problema en hacer pública la información de cómo se utilizaron los fondos y hacia quiénes fueron dirigidos. Lo que decidimos hacer fue hacer visible todo lo que hacemos. Convite no tiene agendas ocultas. Estamos rindiendo cuentas, 320.000 euros costó este proyecto, ya se hizo una auditoría externa, de esa forma decidimos hacer frente a cualquier tipo de intimidación. Lo que pedimos es respeto”, expresó Cabezas.