Un exfrancotirador norteamericano, identificado como Bryan Riley, asesinó a cuatro personas, entre esas, a una mujer y a su bebé de apenas tres meses de edad el domingo 5 de septiembre antes de entregarse a las autoridades policiales en Florida, Estados Unidos.
Riley también hirió a una niña de 11 años, quien recibió 7 impactos de bala y fue sometida a una cirugía, informó el sheriff del condado, Grady Judd, a través de una conferencia de prensa.
El victimario, quien era experto en guerras estadounidenses y había trabajado como guardaespaldas y guardia de seguridad, no tenía relación alguna con las víctimas, solo que se apareció al azar en la casa donde residían e inició el tiroteo que acabó con la vida de un hombre de 40 años, una mujer de 33 años y su bebé de tres meses y la madre de ésta de 62 años. Además, asesinó a la mascota de la familia.
El sheriff señaló que la pareja sentimental de Riley manifestó que éste sufría de trastorno por estrés postraumático y depresión y que desde hacía una semana empezó a “hablar con Dios”.
Riley confesó que las personas le habían suplicado por sus vidas y “yo los maté de todos modos”, dijo.