Para Galíndez no existen condiciones, ni siquiera mínimas, para que en octubre pueda iniciarse el período de clases presenciales, aunque se adopte el modelo de trabajo de siete por siete implementado por el Gobierno
Luego del anuncio que realizó Nicolás Maduro la tarde de este 7 de septiembre donde aseguró que a partir del próximo 16 de este mes arranca el nuevo año escolar «rumbo hacia el inicio de clases presenciales en octubre», el profesor Manuel Galíndez, secretario general de la Federación Nacional de Trabajadores de Educación en Venezuela (Fenatev-Lara), precisó los aspectos que impiden la actividad prevista por el gobernante.
Uno de los puntos desarrollados por Galíndez es la situación económica en la que se encuentra el sector laboral. Destacó que no se ha hecho efectivo el aumento salarial y contractual que lograron las federaciones a escala nacional para todos los trabajadores de educación dependientes de las gobernaciones.
Precisó que no ha sido vacunado ni siquiera el 30% de los educadores ni el resto del personal que labora en las instituciones educativas tanto nacionales como estadales. «De igual modo no se ha procedido a vacunar a los estudiantes», respecto a esto, el mandatario Nicolás Maduro aseguró en la alocución de ayer, que “está llegando la hora” de la vacunación de los niños y adolescentes entre 3 años hasta los 18 años».
A juicio del profesor Galíndez, no hay condiciones mínimas de trabajo en más del 90% de las instituciones educativas porque «más del 60%, desde que la pandemia obligó al cierre de las actividades en sus instalaciones, han sido saqueadas».
Asimismo, la falta de combustible es otro factor que impide el regreso a clases debido a que no se garantiza el servicio del transporte al personal de los planteles ni a los estudiantes. «Al problema en cuestión se une la escasez de efectivo, ya que todos los ingresos que tienen las familias es destinado a la adquisición de alimentos», detalló.
Por último, Galíndez manifestó que la falta de alimentación para los estudiantes es otra problemática que se evidencia porque dejaron de funcionar los comedores escolares, entre ellos, el desaparecido Programa de Alimentación Escolar (PAE). Se preguntó: ¿Cómo pueden estudiar los niños sin tener nada en el estómago?