El Nacional conversó con dos profesores de la casa de estudios, quienes estiman que la designación de autoridades puede buscar que se produzcan elecciones bajo los términos de la Ley Orgánica de Educación
Por Karina Villarreal @DeisyKarina8 – El Nacional
“Sorpresa”, “consternación”, “alarma”, «inesperado». Esas son algunas de las palabras que utiliza la comunidad de la Universidad Simón Bolívar y del resto de las instituciones autónomas del país para calificar lo sucedido este jueves, 16 de septiembre, durante la sesión extraordinaria del Consejo Nacional de Universidades (CNU).
Esa reunión tenía, en principio, la finalidad de designar a un rector interino, pero acabó con la sustitución de los vicerrectores.
Universidad Simón Bolívar
Ante esa medida, que de inmediato la Federación de Centros de Estudiantes de la USB calificó como una intervención, El Nacional se comunicó con los profesores Juan Bermúdez y William Anseume, en busca de las claves necesarias para comprender la alarma generada por la designación de las autoridades.
Bermúdez es profesor de Ingeniería Eléctrica en la USB desde 1978, y posee estudios en la Universidad de Manchester, Inglaterra. Era uno de los candidatos presentados por la institución para el cargo de rector interino.
Anseume, por su parte, es el presidente de la Asociación de Profesores de esa casa de estudios.
Designación de rector interino
En efecto debía producirse la designación de un rector interino debido al fallecimiento de Enrique Planchart el 27 de julio.
Planchart había sido elegido en 2009 para la rectoría de la USB por un período de cuatro años. No obstante, ese mismo año se aprobó la controvertida Ley Orgánica de Educación, causante de que desde entonces no se hayan vuelto a realizar las renovaciones de autoridades académicas en las casas de educación superior.
Por tanto, al momento de su deceso Planchart seguía siendo rector de la USB y su ausencia generó un vacío de poder. Este debía llenarse con un mandato interino por seis meses.
En ese aspecto, Bermúdez y Anseume concuerdan en que no hubo sorpresa alguna.
Para ese cargo fue designado el profesor Jorge Stefani.
Los planteamientos del profesor Juan Bermúdez Quintero sobre la designación de un rector encargado en la USB
La sorpresa: renovación de vicerrectores de la Universidad Simón Bolívar
La sorpresa vino dada por el anuncio durante la sesión de que se efectuaría la designación de nuevos vicerrectores académico y administrativo. Ello pese a que en esos cargos no existía en el momento un vacío, pues el que hubo previamente fue llenado por designaciones del propio CNU.
Además, lógicamente, la lista de candidatos presentada por la USB no incluía postulantes a esos cargos.
Juramentación inmediata
Pero después del anunció que causó la sorpresa inicial se concretó la estupefacción de la comunidad universitaria, al presenciar que tras la designación se ejecutó la inmediata juramentación de José Hernández como vicerrector administrativo y Víctor Theoktisto como vicerrector académico.
“La posición de la comunidad universitaria es de sorpresa porque se esperaba que nombraran a un rector encargado. No a los dos vicerrectores que son posiciones que no estaban en juego. Esa es la gran sorpresa”, expresó Bermúdez.
Y agregó: “Además parece ser que todo estaba cocinado, puesto que los tres candidatos estaban en el CNU y fueron juramentados de inmediato”.
En ello coincide Anseume, quien destacó que las tres autoridades designadas son cercanas al CNU y consecuentemente al gobierno de Nicolás Maduro.
Los vicerrectores sustituidos fueron designados por el CNU
Bermúdez explicó que los dos vicerrectores en ejercicio hasta este 16 de septiembre fueron designados previamente por el propio CNU en condición de encargados.
Por un lado, la vicerrectora administrativa Mariela Sato (a quien sustituye Hernández) fue designada en calidad de encargada en 2015. Mientras, Luis Holder ocupó el cargo de vicerrector académico interino desde 2017 (ahora lo sustituye Theoktisto).
Esta última se trata de una designación que fue controversial debido a que no formaba parte de la comunidad de la USB.
En ese sentido, Bermúdez opinó sobre el cargo que ocupaba hasta ahora el profesor Luis Holder, que el CNU lo impuso desoyendo a la comunidad, que propuso ese año (2017) al ingeniero Oscar González, quien para la época era decano de Extensión y hombre de gran prestigio en la institución.
Aun así dijo sentirse sorprendido por la sustitución de ese cargo y más aún por el reemplazo de la profesora Mariela Sato.
“Efectivamente, lo inesperado fue la designación de los vicerrectores, no del rector. En particular por la sustitución de la profesora Mariela Sato que venía de una consulta que se hizo en 2015 para llevarla a la encargaduría del vicerrectorado administrativo. Y quien viene haciendo una labor encomiable. No vemos por qué había la necesidad de sustituirla, a menos que sean razones de naturaleza política”, opinó Bermúdez.
Por lo tanto, el CNU lo que hizo fue que cambió a dos encargados que habían puesto ellos mismos, precisó.
Puede que sea una acción legal, pero no es legítima
Anseume explicó que el argumento argüido por el CNU para las designaciones de los vicerrectores fue la no realización de elecciones.
“El argumento del CNU para la designación de los vicerrectores tiene que ver con que -así lo justifican ellos- no hubo una convocatoria a elecciones, supongo que aplicando las sentencias del TSJ”, dijo.
En ese sentido, Bermúdez aseguró que aunque podría concederse la legalidad de esa acción, no la considera legítima.
“Se podría conceder que la decisión pueda ser legal, desde el punto de vista de que los dos vicerrectores eran encargados y que había una falta absoluta del rectorado. Y habría que conceder, por tanto, que aquel que los puso los puede cambiar. Pero ciertamente es ilegítimo, puesto que esos cargos no estaban en juego”, expresó.
Sentencias del TSJ
Cuando el profesor Anseume menciona el argumento de las sentencias del TSJ hace referencia a la 0324 de 2019, por medio de la cual la máxima corte ratifica la Ley Orgánica de Educación de 2009, origen de toda la conflictividad actual.
Esa Ley exige que los comicios de autoridades universitarias validen con paridad los votos de todos los sectores que hacen vida en las universidades, incluidos el estudiantado, el profesorado, el personal administrativo y el obrero.
Algo que no es aceptado por las universidades autónomas, por un lado porque en ellas se aplica una metodología de votación ponderada, y por el otro porque la orden proveniente de entes externos viola la autonomía consagrada en la Constitución.
Ante ese escenario, las elecciones de autoridades continúan suspendidas.
Un plan para apropiarse de la universidad
El presidente de la Asociación de Profesores de la USB calificó la actuación de este 16 de septiembre por parte del CNU como la ejecución de un plan que comenzó a ponerse en práctica hace más de 10 años.
“Lo que habitualmente hace el CNU es conformar comisiones que estudian los curriculum para determinar a los designados. Pero este jueves no hubo ningún disimulo porque no tenían necesidad ya de disimular. Entonces proceden a designar a personas vinculadas con el CNU. Y esas designaciones las hacen del modo que saben hacer. Para esto había un plan desde hace 10 años para tomar las universidades. Eso es lo que significa el accionar del TSJ contrario a la Constitución nacional”, dijo.
Previsión de designaciones una vez que ocurran muertes o renuncias
Opinó que con las designaciones se concreta la “toma de la universidad” sin necesidad de hacer elecciones.
“Todo estaba previsto: que se produjeran renuncias, que se produjeran fallecimientos. Y esta manera de arribar a la universidad es precisamente porque no se han producido las elecciones”, agregó.
Sin rebelión en las universidades
Añadió que además de la previsión por parte del chavismo de que podrían hacer designaciones una vez que se realizaran renuncias o se produjeran fallecimientos de las autoridades, se suma que las casas de estudios no tuvieron la fortaleza para celebrar sus comicios pese a las medidas del TSJ.
“Las universidades tampoco tuvieron la fortaleza para realizar sus elecciones en rebelión con respecto al régimen, como hicimos un llamado desde la Asociación de Profesores hace muchos años. Instamos a situarnos, a ampararnos en la autonomía que nos da la Constitución y en el 350 y en el 333. Con esto llamábamos a una rebelión universitaria que produjera una elección interna. Ello por supuesto tendría poco respaldo político por parte del Ejecutivo. Pero eso no se hizo en su momento, cuando había más fortalezas en las universidades, cuando había más alumnos, había más profesores; cuando estábamos más fortalecidos incluso políticamente”, expuso Anseume.
Medidas como esta seguirán porque ese es el plan
Y añadió: “Al no haber hecho eso, el régimen siguió avanzando en su plan de sustitución de autoridades. Lo hemos visto en otras universidades y lo vamos a seguir viendo seguramente porque este es el plan”.
Aseguró que el plan de Hugo Chávez, primero, y de su sucesor Nicolás Maduro es cumplir con su proyecto político por medio de la educación.
“Y la Universidad Simón Bolívar no está exenta de ello, como no lo está ninguna de las demás universidades”, advirtió.
Universidades debilitadas
“Por eso con lo de este jueves, un plan calculado hace más de 10 años se cumple. No es ninguna sorpresa para mí esta designación. Es obvio que es la manera de tomar la universidad, ahora que se sienten políticamente más seguros de su avance y de la imposibilidad de defenderse que tienen ahora las universidades por sus debilidades en las conformaciones de profesores, alumnos. Sabemos el abandono de los estudiantes, de los profesores que se van a la diáspora buscando una vida y una formación distintas”, añadió Anseume.
Las nuevas autoridades no son externas a la Universidad Simón Bolívar
Ambos entrevistados, sin embargo, concedieron que, de alguna forma, se cumplió la petición que venían haciendo desde el fallecimiento del profesor Planchart: que el rector encargado fuese parte de la comunidad.
“Sin que de ningún modo nos satisfaga, se cumple la exigencia que teníamos de que el rector fuera un miembro de la comunidad. Pero, por supuesto, la sorpresa tiene que ver con la designación de los vicerrectores. Digo que no nos complace porque hubiésemos preferido que el rector no fuese una ficha o una persona cercana al madurismo. Sin embargo, eso era prácticamente impensable que no pasara viendo la actuación del régimen en todos los frentes y especialmente en la educación”, dijo Anseume.
Por su parte, Bermúdez destacó: “Ciertamente los tres profesores tienen toda una trayectoria académica dentro de la Universidad Simón Bolívar. Y también es cierto que se ha retirado al profesor Luis Holder, que independientemente de sus posibles méritos académicos no había hecho vida en la USB”.
Elecciones
De igual manera, ambos profesores concuerdan en que lo que primeramente corresponde es exigir que esas nuevas autoridades convoquen elecciones en el plazo de seis meses, algo que determina el reglamento.
Ocupación indefinida de los cargos o táctica para elecciones bajo los términos del TSJ
Preguntados sobre si la designación obedece a una táctica para que los nuevos designados ocupen los cargos indefinidamente, o si más bien procura la convocatoria a elecciones bajo los términos de la Ley Orgánica de Educación y del TSJ, ambos coinciden en que las dos opciones son factibles.
“Por supuesto ellos (las nuevas autoridades) van a tener la opción de convocar a elecciones según las sentencias del TSJ”, dijo Anseume, algo que considera contraría la Constitución.
“Sin embargo, creo que debe mantenerse la exigencia de que convoquen elecciones en ese plazo. Por supuesto que ellos harán sus evaluaciones políticas, trampas y todo lo que tienen siempre previsto para evitar que eso se dé y mantenerse en los cargos”, dijo.
De igual forma, Bermúdez señaló: “Creemos que todos los gremios rechazan esta decisión y lo que esperamos es que dentro de seis meses estas nuevas autoridades convoquen elecciones. Y que en esas elecciones se pueda participar con algún tipo de pliego electoral discutido por la comunidad. En el peor de los casos se aceptará la sentencia 0324 del año 2019 del TSJ para competir en esas elecciones”.
Afirmó, además, que en la universidad hay un sentimiento que apunta a medirse dentro de seis meses en las condiciones que sean.
«Puesto que lo que se arriesga es el fallecimiento de la Universidad Simón Bolívar», dijo.
Ante este escenario, Bermúdez llamó a que todos los gremios de la institución fijen posición y se encaminen a la realización de elecciones en términos que se discutan previamente.
“Lo peor que podría pasar es que no se convoque un proceso electoral o no se realice y esta gente se eternice en el poder basándose en la Ley Orgánica de Educación. Y se queden allí hasta que se produzca la muerte natural de ellos”, advirtió.
Llamado a fijar posición en toda la Universidad Simón Bolívar
“Tenemos que seguir unidos, y buscar soluciones para que la Universidad Simón Bolívar no termine de desbaratarse, en el sentido de que los pocos profesores e investigadores que queden emigren, al igual que los estudiantes”, instó.
@DeisyKarina8