Los migrantes tienen como objetivo llegar a Ciudad de México para protestar por el retraso en la tramitación de sus solicitudes de asilo o tránsito.
Miles de personas, en su mayoría centroamericanos y haitianos, integran la bautizada como ‘caravana madre’ que marcha lentamente por México con un objetivo: avanzar en sus trámites migratorios. Salieron el pasado sábado desde el municipio de Tapachula, en el estado de Chiapas, y desde entonces se les han ido uniendo más personas.
Caminan cansados, bajo altas temperaturas y a un ritmo lento por los niños, ancianos y embarazadas que viajan en el grupo. Aprovechan algunos tramos para descansar. El miércoles llegaron a Villa Comaltitlán y este jueves de madrugada prosiguieron la ruta.
Precisamente, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) de México ha advertido que dentro del contingente viajan grupos familiares acompañados de lactantes, niñas, niños, adolescentes, personas con discapacidad, ancianos y miembros de la comunidad LGBTTTIQ+. Por ello, pide que se desplieguen «condiciones de seguridad que impidan abusos en su contra».
Según los propios integrantes de la marcha, su lema es ‘Por la libertad, la dignidad y la paz’, y exigen el respeto de las autoridades para lograr avanzar sin violencia.
Sin embargo, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) denunció el «uso excesivo de la fuerza» por parte de las fuerzas de seguridad mexicanas» y, según sus informaciones, durante los operativos de control migratorio, un niño resultó herido por agentes de la Guardia Nacional.
La CIDH solicitó al Estado mexicano observar «estrictamente el deber de protección especial de niños, niñas y adolescentes que buscan protección internacional; y a priorizar su aplicación en todas las medidas o políticas que puedan afectarles».
«El Estado debe investigar, juzgar, sancionar y reparar integralmente a las personas migrantes por las violaciones a sus derechos humanos», añadió.
«La marcha de la niñez»
Mientras, el Colectivo de Observación y Monitoreo de Derechos Humanos en el Sureste Mexicano (COMDHSEM) advirtió que las familias caminan «en condiciones severas» y «sin acceso a alimentos suficientes, con poca agua, escasa atención médica».
El colectivo también señala que las familias han sufrido «el asedio del Instituto Nacional de Migración, la Guardia Nacional y otras fuerzas de seguridad estatales y municipales, y decenas de ellas han sido detenidas o retornadas a Tapachula».
Por otro lado, Luis García Villagrán, director del Centro de Dignificación Humana, comentó al diario La Jornada que a la caminata «se le debería denominar ‘marcha de la niñez'». Villagrán destacó que, tras el recuento que él mismo realizó en los últimos cuatro días, puede «casi confirmar» que hay «1.256 menores de siete años, poco más de 400 de entre siete y 18 años; 63 mujeres embarazadas, tres de ellas con más de ocho meses; cuatro personas en silla de ruedas; tres niños con situación especial, y casi 400 adultos de más de 65 años con algunas complicaciones de salud». La caravana ya supera las 5.000 personas.
Los migrantes tiene como objetivo llegar a Ciudad de México para protestar por el retraso en la tramitación de sus solicitudes de asilo o tránsito, y después continuar hacia EE.UU., donde desde enero y septiembre de 2021, ya con Joe Biden en la Presidencia de EE.UU., más de 1,3 millones de migrantes fueron aprehendidos por los oficiales de la Patrulla Fronteriza y de la Oficina de Aduanas.
El Gobierno de EE.UU. rompió récord histórico en detenciones en la frontera con México, con más de 1,7 millones de migrantes aprehendidos durante el año fiscal 2021 (1 de octubre de 2020-30 septiembre de 2021), según informaciones preliminares de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza.