Lo importante vs lo banal

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Cuando el mundo está en vilo porque puede desatarse una tercera guerra mundial, cuando los bombardeos a Ucrania no cesan y ciudadanos inocentes, ancianos y niños, tienen que correr para salvar su vida, sorprende que un pleito entre dos músicos haya traspasado fronteras y hoy sea motivo de conversación en la mayoría de los países de habla hispana. Pero el tema bien vale la pena una reflexión.

El Nacional

Hay que ser conscientes de que todos los enfrentamientos al final son inútiles. Bien se lo dijo el maestro Rubén Blades a su “hermano” Residente y a J Balvin, que se han enganchado en una discusión sin sentido que pareciera comprobar que no siempre las palabras ayudan. La pelea del puertorriqueño con el colombiano es de vieja data, pero eso es lo de menos. Hay quien tiene inteligencia para usar la lírica como puñal, y es por eso que el panameño dice: “No le pongan atención a esas cosas”.

Palabras sabias. Pero parece que hay que repetirlas hasta el cansancio: “No le pongan atención a esas cosas”. Son demasiadas tragedias con las que está lidiando el mundo en este momento para perder tiempo en lo que parece un pleito de muchachos. Y los medios tienen su cuota parte de responsabilidad. La canción de Residente y sus explicaciones han sido titulares más de una semana.

Pueden justificar que son dos personas populares, pero la labor de un medio de comunicación es informar, es educar, no sacarle partido a una pelea banal a la que nadie fue convidado a tomar parte.

Que tratar un tema así genera más vistas a un portal es un punto discutible. Hay noticias sobre lo que sucede en el mundo y aquí mismo en Venezuela que merecen más atención que la “tiraera” de Residente.

Hay que dejar de lado lo que no contenga un mensaje positivo. Como lectores, ser exigentes. Que los medios se concentren en brindar la mejor información de cosas que merezcan ser difundidas. Y no queremos decir con esto que Residente y J Balvin no son buenos como artistas y no merecen el espacio que siempre han tenido; al contrario. Ambos son músicos premiados, tienen sus seguidores y a ellos se deben, por eso se les respeta.

Pero ya Rubén Blades se los dijo: “Dejen de ponerle atención a una pelea que no aporta nada a quienes más los necesitan: los fanáticos que buscan en su música esparcimiento sano y natural”.

Definitivamente debe llamarnos a reflexión lo que nos interesa como sociedad. Nuestros valores. No podemos aceptar que una banalidad como la que nos ocupa sea más importante que otra cosa.