El objetivo de estos migrantes es llegar a Estados Unidos, por lo que piden a las autoridades de México permitir su cruce por el país para llegar a la frontera
Un grupo de migrantes conformado en su mayoría por cubanos, venezolanos y centroamericanos que forman parte de una caravana que se formó el pasado viernes 1 de abril en la ciudad mexicana de Tapachula, dieron inicio a una huelga de hambre, como medida de presión para que el Gobierno de ese país ponga a su disposición autobuses y visados que le permitan desplazarse con tranquilidad y llegar hasta la frontera con los Estados Unidos.
Asimismo, otro grupo de la misma caravana conformado por cerca de 50 migrantes, decidieron tomar la medida de coserse los labios con hilo y aguja. Estas personas anunciaron que a partir de este momento, cada hora un grupo de personas al interior de la caravana, segunda en lo que va de 2022, replicará esta acción.
Venezuela supera los seis millones de refugiados y migrantes en el mundo entero, esto de acuerdo a datos de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur). Entre ellos está Edwin Camacho, uno de los integrantes de esta caravana que se desplaza por América y que han decidido coser su boca como medida de protesta.
Camacho señaló que su intención no es buscar problemas ni generar violencia en México, sino que se les permita cruzar por este territorio para llegar a los Estados Unidos.
Por su parte, Matías González, quien también es oriundo de Venezuela, aclaró que entre sus planes no está quedarse en la nación norteamericana.
El objetivo de estas acciones de protesta es el mismo, conseguir documentos que autoricen su legalidad en el país. Mientras tanto, representantes de la caravana iniciaron un diálogo con autoridades del Instituto Nacional de Migración (INM) para que les permitan continuar con su camino tras apenas avanzar unos 15 kilómetros en su primera jornada.
«Estamos buscando hablar con jefes del Instituto Nacional de Migración y vamos hablar con su titular en Chiapas para regularizar a los migrantes en este estado», dijo a EFE Luis Rey García Villagrán, director de la organización Centro de Dignificación Humana en Tapachula.
El funcionario explicó que la logística del proceso y la entrega de tarjetas dependerá de las autoridades de migración, en caso de que se atiendan a los migrantes.
Desde la tarde del viernes los migrantes se quedaron en el parque de la comunidad Álvaro Obregón, a 15 kilómetros de Tapachula, donde se encuentran a la espera de la decisión de las autoridades migratorias.
La caravana de migrantes ha sostenido dos enfrentamientos con agentes de la Guardia Nacional y el personal migratorio de la ciudad.
A esta caravana no se le ha permitido salir de la ciudad, y es que un retén policial de INM está en toda la entrada principal de la comunidad para evitar que estos sigan su paso a EEUU.
Tras llegar a la comunidad, los migrantes se resguardaron en la iglesia del lugar donde, dijeron, se mantendrán el tiempo que se necesario, mientras que las autoridades llevaron a cabo recorridos y operativos para buscar y asegurar a los extranjeros que se mantienen escondidos en los alrededores de esta comunidad.