Comidas clásicas, decoraciones de platos y de la mesa misma dominical, sirven para festejar este tradicional día que conmemora la resurrección del Jesús
La Semana Santa es un tiempo de fervor religioso para los católicos y demás personas creyentes en Cristo donde finalmente se celebra la resurrección de Jesús, que se dio después de haber sido crucificado.
En esta época afloran las más bonitas tradiciones, ya sea para decorar la casa como las comidas que se sirven en la mesa. Así como en Nochebuena, la noche anterior a Pascuas se deja la mesa sin limpiar. Los platos servidos y la comida sin vigilancia. De esta forma los antepasados que visitan la casa pueden disfrutar del banquete. La Semana Santa es símbolo de reflexión, reconciliación y reencuentro. Muchas familias se reúnen el domingo de Pascua para compartir platos típicos tal como lo hacían nuestros antepasados. Con algunas variantes muchos de ellos se siguen preparando igual.
El ayuno y la abstinencia de consumo de carnes rojas son una forma de sacrificio que recuerdan el ayuno que Jesús hizo durante los 40 días y noches que pasó en el desierto, de acuerdo con el evangelio de Mateo. Por ello, el tiempo que dura la cuaresma es un momento para reflexionar y hacer penitencia, así como para arrepentirse de los pecados y recordar el sacrificio que hizo Cristo por la humanidad. Pero solo refiere a las carnes rojas el sacrificio, y es que el pescado está íntimamente ligado a la tradición católica.
Los pescados acompañados de todo tipo de verduras y legumbres conforman los platos principales, más que nada para evitar el deseo del consumo de carnes rojas. En tanto que los dulces también se terminaron convirtiendo en protagonistas de las mesas.
Pero si hay un plato que se destaca, ya sea como entrada o como comida principal son las empanadas de vigilia, una de las atracciones principales que cruzaron fronteras y se encuentran en varios países del mundo, con una masa hojaldrada y azucarada. Pueden llevar relleno de atún o caballa, con una crujiente masa hojaldrada. La receta tradicional incluye morrón rojo, huevo duro, cebolla y tomate. Puede preparlas con acelga o espinaca. En España, por ejemplo, el relleno suele ser atún, huevo cocido, espárragos trigueros y tomate frito casero.
La paella con mariscos también es un clásico argentino adoptado de España y que en muchos países se consume. Es preparada con arroz, pimiento, azafrán y combinación de mariscos, entre ellos almejas, camarones, mejillones, vieiras, langosta, entre otros.
Las torrejas conforman otro plato clásico de Pascuas. También conocidas como torrijas, son rodajas de pan pasadas por huevo y harina, y luego fritas. Su versión light, es mojándolas en leche descremada y huevo, cocinándolas al horno, sin pasar por harina. Se espolvorean con canela.
Los pescados de todo tipo son típicos de la mesa de Pascuas. Ya sea el filet de merluza, el lenguado, el pacú, la trucha o la corvina. El pescado se convierte en un ítem indispensable a la hora de variar el menú.
Decorar la mesa
El hecho de que esta celebración religiosa llegue en otoño es un puntapié inicial para jugar con los colores de la estación, ya sea en los manteles, individuales, la vajilla o respetando el color de la madera. Entre los pequeños detalles que sirven para decorar y cambiar la mesa el principal está la simpleza de los huevos de codorniz, que además de enmarcarse en la tradición de estas fechas aportan frescura y un toque natural y original a la mesa. Se puede jugar con recipientes de distintos materiales, como la madera, el zinc y ramitas para armar canastos que simulan ser nidos que aludan al tradicional huevo pascual.
Otra opción, muy en boga últimamente, es la de usar flores y hojas naturales en la mesa, que en este caso se combinaron con vajilla en tonos pastel. La madera y la arpillera brindan a la mesa de Pascuas un toque de calidez, en sintonía con el otoño, y son elementos muy fáciles de conseguir.
Una opción divertida para los chicos, y que ellos mismos pueden ayudar a hacer, es la de los huevos pintados de distintos colores. Finalmente, aquellos que sin tiempo para armar ninguna de las opciones anteriores, pueden darle un toque a su mesa con viruta de papel color madera con la que hay que formar un hueco tipo nido, y agregarle un huevo colorado.
Las fiestas de Pascua son el acontecimiento más importante del calendario cristiano. Su historia está relacionada directamente con la vida de Jesucristo durante sus últimos días. Por eso, los días más importantes de la Semana Santa, la llamada Semana Santa, incluyen: Jueves Santo – la conmemoración de la Última Cena, Viernes Santo – la muerte en la cruz, Sábado Santo – Vigilia de Pascua y Día de Pascua – la resurrección.
El domingo de Pascua se conoce en la mayoría de las lenguas con nombres derivados del griego y del latín Pascha, que está directamente relacionado con la resurrección. Las fiestas de Pascua están relacionadas también con las tradiciones paganas. Tanto el nombre inglés Easter como el alemán Ostern hacen referencia a la diosa de la fertilidad Ēostre. En su honor se celebraban fiestas al comienzo de la primavera boreal. Dos símbolos de Pascua fueron especialmente decisivos en el proceso de adopción de la fiesta de Pascua por el cristianismo: un pollito o huevo y un conejo. El primero representaba la nueva vida, y el segundo se refería a la fertilidad.