Fotos de milicias, tanques, una imagen de su juventud vestido como combatiente de la Guardia Revolucionaria Iraní. Esas son algunas de las imágenes encontradas en el teléfono celular de Ghasemi Ghomareza, el piloto del avión venezolano que está retenido en Ezeiza por orden judicial y que fue señalado por el FBI por sus presuntos nexos con las Fuerzas Quds, consideradas una agrupación terrorista por Estados Unidos.
Las fotografías, que surgen del peritaje ordenado por el juez federal Federico Villena, vinculan al piloto con las milicias iraníes y hay una imagen de la bandera israelí con un texto en farsi, que es una proclama contra Israel, según dijo a La Nación una fuente que supo del contenido de los aparatos telefónicos investigados. “Está muy comprometido” por el contenido del aparato, dijo la fuente.
El juez Villena y la fiscal Cecilia Incardona allanaron la semana pasada el hotel Plaza Central Canning, de Ezeiza, donde están alojados los cinco iraníes y los 14 venezolanos de la tripulación.
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Allí secuestraron 18 teléfonos celulares, cinco tablets y siete computadoras portátiles. Luego, se ordenó una inspección ocular en el avión Boeing 747 de Carga, donde fue encontrada otra tablet y otra notebook. También se pidieron las cámaras de seguridad del hotel.
Los primeros aparatos electrónicos fueron desbloqueados con claves que proporcionaron los integrantes de la tripulación, excepto una tablet secuestrada en el hotel, marca Ipad, de Apple, que nadie reconoció como propia.
Gholamreza Ghasemi (piloto) y Mahdi Museli (copiloto) del Boeing 747 de la empresa Emtrasur que quedó varado en Ezeiza
El juez Villena le dio los teléfonos celulares, tablets y computadoras a la División de Delitos Informáticos de la Policía de la Ciudad para que descargue la información. Y esos archivos en discos rígidos extraíbles fueron entregados a los especialistas de la División Unidad de Investigaciones Antiterroristas de la Policía Federal (DUIA).
Allí se realizó un informe por cada aparato con una descripción de su contenido. Se analizan las fotografías, los intercambios de mensajes de Whastapp y las llamadas recibidas y realizadas, además de correos electrónicos, rastros que deja la navegación en diversas páginas web y la geolocalización del teléfono mientras estuvo prendido. Es una tarea dificultosa porque mucho del contenido de los teléfonos está en farsi. Un traductor de la DUIA colabora con la tarea de análisis del contenido de los aparatos.
Esos informes aún no fueron entregados al juzgado de Villena y algunos resultados fueron anticipados de manera verbal. Aún resta analizar la tablet y la notebook encontradas en el avión. el viernes de la semana pasada.
Fuente: El Nacional