Corte Suprema de EEUU deroga precedente constitucional que garantizaba derecho al aborto

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Luego de la decisión, la opinión de uno de los jueces del Supremo es que se revisen todas las garantías de derechos protegidos por la 14ta enmienda que ampara el derecho a la privacidad, entre los cuales está el derecho a la contracepción y el matrimonio entre personas del mismo sexo. El presidente Biden ha solicitado al Congreso que se revise la sentencia: «esto no ha terminado»

TalCual

La decisión de la Corte Suprema de EEUU, basada en una mayoría de seis contra tres jueces, derogó el histórico precedente de ‘Roe contra Wade’, el fallo que desde 1973 había convertido en un derecho constitucional la interrupción voluntaria del embarazo. Ahora solo quedarán amparadas según la legislación de cada uno de los 50 estados.

La derogación de este fallo vigente hace casi 50 años es una -dentro de una posible lista de revisiones- que el máximo tribunal estadounidense ha tomado en apenas una semana que muestran un perfil regresivo en torno a las garantías de derechos civiles que encienden el debate en la nación norteamericana.

Una sentencia histórica
El caso Roe contra Wade le dio rango federal federal a la libertad de las mujeres de interrumpir el embarazo. Norma McCorvey, quien para garantizar su anonimato durante el polémico juicio mantuvo su nombre en reserva y fue presentada en los documentos judiciales como Jane Roe, quien demandaba a Henry Wade, el fiscal de distrito del condado de Dallas. El fiscal había hecho cumplir una ley del estado de Texas que prohibía el aborto, pero contaba con una excepción: si se trataba de salvar la vida de una mujer.

Roe demandó ante la Corte Suprema de EEUU y en una decisión de siete jueces contra dos, quedó marcado el precedente con la sentencia del 22 de enero de 1973 que permitía la legalidad del derecho de una mujer a tener un aborto bajo la 14ta Enmienda a la Constitución: el derecho a la privacidad.

Esto garantizaba el derecho de abortar durante la totalidad del embarazo y definió diferentes niveles para regular la interrupción de un embarazo durante el segundo y tercer trimestre. Para ese entonces, la resolución obligó a la modificación de leyes en 46 de los 50 estados.

Con este nuevo fallo que retrocede una decisión de casi medio siglo, de nuevo los 50 estados tienen la potestad de legislar sobre el tema y ya hay por lo menos siete que han expresado claramente desde la vocería de sus legisladores que estarían dispuestos a derogarlo en las próximas semanas o meses: Indiana, Ohio, Wisconsin, Carolina del Norte, Georgia, Iowa y Alabama. Pero la cuenta podría aumentar y llevar esta discusión al terreno en más de la mitad del país (26 estados), en los que ya se plantean leyes restrictivas que prácticamente lo prohíben como los estados de Texas y Oklahoma.

Trece de esos 26 estados tienen preparados textos conocidos como trigger laws (leyes gatillo), escritos y preaprobados que podrían activarse de inmediato o en los próximos días o semanas. Ya el fiscal general de Misuri, Eric Schmitt, solicitó activar un documento redactado para que su estado se convirtiera en el primero en prohibir el aborto luego de conocida la sentencia del Supremo.

Derechos en remojo
La decisión viene precedida por una filtración ocurrida a principios de mayo en la cual se hizo público un borrador de 98 páginas en la cual se recogía la opinión mayoritaria de los jueces sobre el tema. El juez Samuel Alito, miembro del ala más conservadora, contaba con el apoyo de sus colegas Amy Coney Barrett, Brett Kavanaugh, Clarence Thomas y Neil Gorsuch. Posteriormente el presidente del Supremo, el juez John Roberts, también se unió y expresó que estaba de acuerdo con el fondo, pero hizo la salvedad de que habría tomado “una opción más mesurada”, que no implicara tumbar el precedente de 1973.

En la sentencia, de 213 páginas, los jueces argumentaron que Roe contra Wade estaba “eminentemente equivocada, y en franca colisión con la Constitución desde el momento en que fue publicada” y el juez Clarence Thomas pidió explícitamente en un voto particular, que el Supremo reconsiderara otros precedentes, como el derecho a la contracepción, el que protege las relaciones entre personas del mismo sexo y el matrimonio homosexual, todas sostenidas en la 14ta enmienda que protege el derecho a la intimidad.

Los tres magistrados que votaron en contra de la decisión fueron las juezas Elena Kagan, Sonia Sotomayor y el juez Stephen Breyer, quien se retirará pronto y será sustituido por la magistrada Ketanji Brown Jackson.

El presidente de EEUU Joe Biden expresó que es un “día triste para el tribunal y para el país”. Biden le ha pedido al Congreso recuperar el derecho al aborto como ley federal en el Congreso. “Esto no se ha acabado”, dijo.

Un día antes, Biden había expresado su decepción por la ratificación de otra sentencia de la Corte Suprema: el derecho a portar armas en público, apenas un mes después del tiroteo masivo en la escuela primaria de Uvalde en Texas y de los consecutivos episodios de violencia con armas de fuego en diversos estados.

Esta decisión ha profundizado las divisiones entre demócratas y republicanos, estos últimos han aplaudido lo que consideran un logro y por el cual han manifestado la aprobación de más leyes restrictivas contra el aborto. Ambos partidos tratarán de usar el aborto como carta ante las elecciones legislativas del próximo 8 de noviembre, en las que se renueva un tercio del Senado y toda la Cámara de Representantes.

La exprimera dama, Michelle Obama, también se manifestó en contra de la sentencia. Publicó un comunicado a través de su cuenta en Twitter en el que expresaba que «estaba devastada por todas las mujeres y personas en este país que han perdido el derecho fundamental de tomar decisiones informadas en relación a sus cuerpos».