David Smolansky: “1.700 personas por día no migran de un país que se arregló”

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El comisionado de la Secretaría General de la OEA para la crisis de migrantes y refugiados venezolanos explicó que, según datos de su oficina complementados con el Servicio de Fronteras de Panamá, por cada cubano cruzando el Darién hay 12 venezolanos

Por Williams Perdomo @wperdomod – El Nacional

Los venezolanos siguen saliendo del país en búsqueda de un mejor futuro. En las últimas semanas se han conocido historias de ciudadanos que han decidido cruzar la peligrosa selva del Darién para intentar llegar a Estados Unidos. También ha sido noticia la muerte de al menos 15 migrantes en Nicaragua tras un accidente de tráfico. David Smolansky, comisionado de la Secretaría General de la OEA para la crisis de migrantes y refugiados venezolanos, explicó que según datos de su oficina complementados con el Servicio de Fronteras de Panamá, por cada cubano cruzando el Darién hay 12 venezolanos.

Detalló que en el primer semestre de 2019 solo habían cruzado la selva 38 venezolanos, en 2020, 34; en 2021, 581, y ahora en 2022 el número aumentó a 28.000 migrantes. “Para el primer semestre de este año han cruzado la selva del Darién 28.079 venezolanos, eso equivale a 60% del total de personas que cruzan. Es la población más abundante cruzando el Darién, superando a quienes normalmente la cruzaban que eran colombianos, haitianos y cubanos”, afirmó.

Smolansky indicó que “según el Programa Mundial de la Alimentación, los venezolanos son la cuarta población del mundo y la más grande que padece hambruna. Es un tercio del país. Es las más grande del hemisferio occidental, está detrás de Yemen, República Democrática del Congo y Afganistán”.

Aseguró que es falso que la crisis migratoria esté disminuyendo. Sostuvo que cada día salen al menos 1.700 venezolanos a otros países. “Es mentira que hay más gente regresando que la que se está yendo. Yo quisiera que eso fuese así, empezando porque los que estamos desterrados nos encantaría volver a Venezuela y reencontrarnos con nuestras familias. Pero lamentablemente hoy las condiciones siguen sin estar dadas no solo para que los venezolanos vuelvan, sino para que dejen de irse del país. Por las fronteras de Colombia, Brasil y el Caribe se estima que se están yendo 1.700 personas todos los días”, manifestó.

Smolansky y las razones para irse
Smolansky resaltó que las razones por las que los venezolanos están saliendo del país son las mismas que cuando comenzó la crisis migratoria. Sin embargo, explicó que ahora se suma las fallas en la distribución y el funcionamiento de los servicios básicos.

“1.700 personas no se van de un país que se arregló. Nuestra oficina ha recabado al menos 700 testimonios de víctimas de la dictadura y hay una constante: la gente sigue huyendo por la escasez de alimentos, por la escasez de medicina, por la inseguridad, por violaciones sistemáticas a los derechos humanos, amenazas, persecución y el colapso económico”, dijo.

En ese sentido, Smolansky señaló que son importantes las políticas migratorias que impulsen los gobiernos de la región para atender a los refugiados venezolanos. Considera que los gobiernos locales deben hacer esfuerzos por no politizar la crisis migratoria y promover políticas de protección de los ciudadanos que llegan a esas ciudades “no por voluntad propia, sino porque han sido expulsados de Venezuela”.

“Otro desafío importante son los esfuerzos que tienen que haber contra la discriminación y la xenofobia. Cuando se habla de esas políticas, siento que se deja en manos del presidente de un país o del canciller o de organismos multilaterales. Pero la responsabilidad contra la discriminación y la xenofobia depende de todos y yo creo que las autoridades locales tienen que hacer un trabajo importante”, afirmó Smolansky.

Protección para los migrantes
De igual manera, Smolansky insistió en la necesidad de que se implementen herramientas que lleven a la regularización de los venezolanos en la región. Sostuvo que no solo sería en beneficio de los migrantes sino también para contribuir en los países de acogida. Puntualizó que, a su juicio, la mayoría de los migrantes venezolanos quieren estudiar y progresar. Por ello, cree que regularizarlos impactará de una manera positiva en los países y las sociedades a la que migran. Además de promover una migración segura y ordenada.

“La región tiene que agilizar el proceso de regularización. De los 6,2 millones de migrantes y refugiados venezolanos, cerca de 2,8 millones hoy tienen su documentación en condición regular. Eso quiere decir que aproximadamente 3,4 millones siguen sin documentación. Al estar en situación irregular, hay venezolanos que están en la economía informal, y hay barreras para acceder a la educación y la salud, que es un derecho humano”, aseveró.

Smolansky resaltó que el aprendizaje que deja la crisis humanitaria en Venezuela para los países de la región es que la ausencia de democracia, de libertades y de Estado de Derecho pueden “generar consecuencias migratorias similares o peores a países devastados por guerras o catástrofes naturales”.

“Esto es un deslave humano que tiene una causa muy clara que es un régimen ilegitimo, que es el responsable de la emergencia humanitaria compleja. El régimen tiene como política de Estado la violación de los derechos humanos, es el responsable de que no haya luz, no haya agua, responsable del colapso económico y además hizo un pacto con el hampa para que Venezuela sea uno de los países más violentos del mundo”, aseguró.

—¿Puede solucionarse la crisis migratoria mientras Nicolás Maduro se mantenga en el poder?

—Imposible. Siempre habrá venezolanos huyendo del país mientras Maduro esté en el poder y eso es una constante desde el año 2014. Maduro tomó el poder en el 2013 y esta crisis migratoria se viene registrando desde el año 2014. Prácticamente todo el tiempo que tiene Maduro en Miraflores. Que hay momentos en los que el flujo es mayor o menor es otra cosa. Previo a la pandemia, se estaban yendo 5.000 personas todos los días; con el covid-19 los flujos migratorios disminuyeron en todo el mundo. Pero aun así desde marzo de 2020 hasta mayo de 2022 se fueron 1,2 millones de venezolanos. Es decir, en medio de la pandemia 1 millón de venezolanos se fueron aunque estaban las fronteras cerradas, la mayoría de esos ciudadanos huyó por caminos irregulares. 20% del total de desterrados en Venezuela huyeron en pandemia. Eso es una barbaridad. Entonces, mientras Maduro esté en el poder siempre habrán venezolanos huyendo.

—La semana pasada ocurrió un accidente en Nicaragua en el que murieron venezolanos, tras la situación el gobierno de ese país anunció la posible deportación de los ciudadanos que sobrevivieron. ¿Qué mensaje se le envía a los migrantes venezolanos que no se sienten protegidos?

—Si en algún momento Maduro quiere poner a funcionar el “plan vuelve a la patria” y que en algún momento haya una acción verdaderamente humana es coordinando con el régimen de Ortega no para deportar venezolanos sino para repatriar a los fallecidos para que sus familiares que están en Venezuela le puedan dar el último adiós. Ahora, deportar a quienes huyeron de la dictadura se está violando el derecho humano que tiene cualquier persona de solicitar protección y ese es un tema que estamos monitoreando. Por eso, le digo a los venezolanos que nunca se sientan avergonzados por haber huido a cualquier país porque la mayoría de los que nos hemos ido no lo hicimos de una manera planificada, nos tocó dejar el país a los trancazos. Por ejemplo, en mi caso yo tengo todavía una celda asignada en El Helicoide después de que me removieron ilegalmente de mi cargo como alcalde. Así como yo, hay madres que no tenía cómo dar a luz en algún hospital de Venezuela porque estaba completamente en ruinas o hay niños que tuvieron que huir por la hambruna, también hay muchachos que fueron fuertemente reprimidos en 2014 o en 2017 amenazados con cárcel. Es decir, cada venezolano tiene una historia. No nos avergoncemos de contar cómo nos fuimos porque hay historias inspiradoras. Hay mucha gente que se ha ido de Venezuela por los que siguen adentro, mucha gente que se fue para ser la voz de los que siguen adentro y son torturados o están enfrentando la crisis humanitaria compleja y que son la voz para que el mundo se entere.

—¿Está convencido de que los venezolanos podrán volver o cree que será difícil el retorno de la democracia para que puedan regresar?

—Totalmente. La dictadura no nos va a ganar, no va a derrotar a los venezolanos. Estoy convencido de que vamos a tener la oportunidad de volver. Y digo que vamos a tener la oportunidad de volver porque estoy consciente de que esta es una crisis que ya tiene ocho años ocurriendo donde hay gente que llegó a otros países con una mano adelante y otra atrás; y hoy tienen una mejor situación y se pudo traer a su familia, que ya tienen un estatus migratorio legal o que conocieron a sus cónyuges siendo migrantes y hoy tienen hijos de otras nacionalidades. Entonces, yo sé que cuando ya se echa raíces para algunos será difícil volver porque ya tienen una vida afuera, pero en todo caso van a tener la oportunidad de volver y eso es suficiente. Y estoy seguro que van a ser muchos los que van a regresar.