Aula Abierta: La ULA no recibe ni el 1% del presupuesto para su funcionamiento

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Según Juan Carlos Rivero, representante de los profesores ante el Consejo Universitario de la ULA, el dinero que reciben no alcanza y en agosto no recibieron ni el 10% de lo asignado para el funcionamiento de la institución

Por El Nacional

Actualmente, las universidades venezolanas, entre ellas la de Los Andes (ULA), carecen de un presupuesto justo para tener un buen funcionamiento, según indicó la ONG Aula Abierta. Esto se debe principalmente a que, desde hace tres años, se enfrentan a un sistema gubernamental que no solicita un anteproyecto de presupuesto. En lugar de ello, se impone un monto de manera arbitraria y unilateral.

En el caso de la Universidad de Los Andes, la organización señaló que solo recibió el 0,21% del dinero que requiere para gastos operativos, una situación que “la mantiene sin recursos para su funcionamiento e impide planes de desarrollo”.

Juan Carlos Rivero, representante de los profesores ante el Consejo Universitario de la ULA, explicó que tan solo para gastos de proyectos para las facultades, núcleos y dependencias se habían presupuestado 18.942.658 bolívares, pero solo obtuvieron Bs. 40.000.

Lo mismo ocurrió con el presupuesto solicitado de 1.720.824 bolívares para acciones centralizadas, de los cuales solo enviaron Bs. 206.643. Mientras que para servicios básicos y de vigilancia no obtuvieron nada.

Aula Abierta: La ULA no recibe ni el 1% del presupuesto para su funcionamiento
Según Rivero, el dinero que reciben no alcanza y en agosto no recibieron ni el 10% de lo asignado para el funcionamiento de la institución. Además, aseguró que los pocos recursos generalmente llegan acumulados para diciembre, lo que les impide revisar los gastos.

“Esto se traduce en una política de destrucción por diseño definida por el gobierno nacional. La realidad es que la universidad está funcionando sin presupuesto”, comentó.

“La universidad no tiene ningún plan para restaurar las instalaciones. Los techos de los edificios están totalmente destruidos por las filtraciones. Los jardines parecen una selva y el recinto se mantiene vulnerable ante el hampa porque no existe alumbrado y si se daña una bomba o cualquier equipo no hay como repararlo”, dijo Rivero a Aula Abierta.