En momentos de tragedias nacionales no hay nada más importante que el acceso a la información. Y no cualquiera, sino confirmada, contrastada y corroborada por especialistas con ética y moral que saben que lo que se transmite puede cambiar la vida de las personas. Es lo que la ciudadanía espera tener cuando ocurren eventos como el de Las Tejerías, del que todo el país está pendiente, pues se trata de hermanos afectados por un deslave.
El Nacional
Pero de acuerdo con el ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz de Maduro, Remigio Ceballos, la prensa “estorba” en la zona de desastre declarada en la población aragüeña. Es decir, les niega a los venezolanos la información a la que tienen derecho para formarse su propia opinión. Solo están permitidos los medios de comunicación que controla el gobierno chavista y eso conlleva a la manipulación previa de los datos que se transmiten.
Basta un ejemplo. El lunes circularon unas fotos de dos hombres cubiertos por completo de lodo que eran auxiliados por bomberos en la zona de Las Tejerías. La Gobernación de Aragua “informó” que se trataba de sobrevivientes recién rescatados. Luego de unas horas, y gracias a una agencia de noticias extranjera, se conoció que se trataba de dos rescatistas voluntarios que se bañaron en lodo porque durante su labor les picaron unas avispas.
El que haya difundido las fotos junto con la información preliminar no puede llamarse periodista. Y causa mucha indignación que en vez de ocuparse de las labores de rescate, los organismos chavistas con toda la desfachatez y sin nada de ética traten de confundir a los venezolanos con la “información” que publican. Es irresponsable, es malsano y atenta directamente contra el derecho que tienen los ciudadanos de recibir información veraz, como lo saben hacer los profesionales a los que Ceballos les prohíbe trabajar.
Honestamente, nadie quiere ver a Nicolás Maduro abrazando a damnificados y haciendo promesas que no sabe si va a poder cumplir (en el mejor de los casos). Lo que requieren los ciudadanos son datos certeros que los ayuden a comprender la magnitud del suceso para medir la cantidad de solidaridad que deben poner a trabajar, como siempre hacen los venezolanos. Dice el presidente chavista que está dispuesto a recibir ayuda internacional, ¿y quién asegura que llegará a su destino, a los pobres habitantes de Las Tejerías que necesitan rehacer por completo su vida? Para eso sirven también los medios de comunicación, para hacer contraloría social.
¿Dónde está la lista oficial de desaparecidos? ¿Dónde está la lista oficial de las familias que han sido trasladadas a los tres refugios supuestamente habilitados para atender a los damnificados? ¿No les parece que sus familiares y amigos desearían saber cómo se encuentran o qué ha pasado con ellos? Esa es información relevante a la que la ciudadanía tiene derecho. ¿Qué se necesita para auxiliar a las personas, más agua o más alimentos, más ropa o más medicamentos? ¿A cuáles hospitales están siendo trasladados los rescatados y quiénes son?
Lo otro es hacer propaganda y decir lugares comunes que no tranquilizan a nadie. La Guaira está esperando desde hace más de 20 años resurgir como el ave fénix, y lo que se ha levantado es con esfuerzo privado. Otras poblaciones que han sido arrasadas por deslaves, como Santa Cruz de Mora y Tovar en el estado Mérida, ¿se recuperaron? Por eso es que restringen el acceso a la prensa, porque así ellos manejan los mensajes (que no es lo mismo que la información) para poder transmitir su verdad.
Solo a los autócratas les “estorba”, para usar sus mismas palabras, la labor de los reporteros en momentos como este. Sean inteligentes y aprovéchenla. Permitan que el mundo conozca la magnitud de lo ocurrido. Es momento de anteponer la labor de rescate y ayuda a su estilo tiránico de gobernar. No es mucho pedir, ¿verdad?
La población de Las Tejerías necesita de la solidaridad de todos y no es impidiendo la labor de los periodistas que lo van a lograr.