– Ayer, 27 de octubre, se cumplieron 100 años del natalicio de Carlos Andrés Pérez (CAP), presidente constitucional de Venezuela en dos períodos (1974-1979 y 1989-1993). Líder político de Acción Democrática (AD), que intentó modernizar el país y sacarlo de la recesión económica e inflación en la que se encontraba en el año 89, aplicando un programa de ajustes macroeconómicos bajo supervisión del Fondo Monetario Internacional (FMI). En su paso por el poder intentó liberar el mercado y aumentar la producción, pero con medidas altamente impopulares para el pueblo venezolano que desataron el estallido social, conocido como «El Caracazo» y las intentonas golpistas del Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 comandadas por Hugo Chávez Frías.
Ana Uzcátegui | LA PRENSA DE LARA.
Dirigentes de Acción Democrática en Lara y representantes de la sociedad civil rindieron un homenaje a CAP, en La Pochocha, sede del partido, al considerar que el político tachirense logró un antes y un después en el sistema político nacional. Destacaron sus logros económicos y educativos alcanzados, y recordaron cómo fue sacado del poder en 1993 tras sentencia firme del Congreso de la nación, al ser acusado de malversación de fondos y de cómo fue expulsado por AD, al haber utilizado 250 millones de bolívares pertenecientes a una partida secreta del Ministerio de Relaciones Interiores, para financiar las elecciones de Violeta Chamorro en Nicaragua. En 1994, Pérez fue arrestado y permaneció en casa por cárcel, y en 1996 la extinta Corte Suprema de Justicia determinó su culpabilidad, en un juicio catalogado por dirigentes políticos de «injusto y viciado».
«CAP es un hombre de un talante democrático cabal y lo demostró con el respeto de las instituciones y la independencia de los poderes públicos. Cuando estaba en el ejercicio del poder pudo cambiar a personas que estaban ocupando cargos importantes en el país para escabullirse de un juicio, pero no lo hizo. Se sometió a una investigación que no cumplió con los extremos legales del momento, de acuerdo con nuestro ordenamiento jurídico; sin embargo, él lo asumió y acató. Sin lugar a dudas, Carlos Andrés hubiese preferido otra muerte y no esa muerte política porque utilizó unos recursos que eran de la partida secreta (dinero utilizados para la seguridad de la nación), y los destinó a ayudar a la instauración de la democracia en Nicaragua», recordó Sobella Mejías, secretaria general de AD en Lara.
Señalando que Pérez fue un líder proactivo al ocupar la vicepresidencia de la Internacional Socialista, solicitando ante la Organización de Estados Americanos (OEA), el respaldo para que naciones como Nicaragua pudieran salir de la dictadura.
Para Yuyita de Chiossone, representante de la sociedad civil Amigos del Casco Histórico de Barquisimeto, Carlos Andrés Pérez supo respetar cada una de las instituciones del Estado, incluso aún gozando del respaldo del alto mando militar venezolano. «Yo tengo una apreciación personal y es que CAP fue el último presidente verdaderamente democrático que tuvo Venezuela, porque cuando vinieron los problemas de la defenestración si él hubiese querido el apoyo de las Fuerzas Armadas, que lo tenía totalmente, él habría apelado al poder militar para que lo sostuvieran y entregar el poder cuando terminara su mandato, pero era un hombre tan democrático y coherente que respetó al congreso de la República y a la CSJ», expresó.
Cuando se le pregunta cuáles fueron los logros más importantes en los dos períodos de gobierno de CAP, Chiossone no duda en exclamar: «La nacionalización del hierro, del petróleo, el plan de Becas Gran Mariscal de Ayacucho; el Sistema Nacional de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela; creó el primero Ministerio del Ambiente de América Latina, cuyo primer ministro fue Enrique Colmenárez Finol, decretó los parques nacionales; hizo muchas obras sociales, una de las más destacadas los hogares de cuidados diario que dirigía la primera dama de la República para la época, doña Blanca Rodríguez de Pérez», puntualizó.
Descentralización
Sobella Mejías destacó que con CAP nació la democracia participativa en Venezuela, al permitir que se eligieran por votación popular, directa y secreta gobernadores, legisladores regionales, alcaldes y concejales. Transformó el sistema político nacional que durante los primeros 31 años de democracia esos cargos fueron elegidos a dedo por el presidente de la República y el partido que lo representaba. «Él logró la descentralización del Poder Ejecutivo al anunciarse las elecciones municipales y de gobernadores para que fuera el ciudadano el que en cada región eligiera a sus gobernantes», comentó.
Chiossone destacó que acciones como esta provocaron fuertes divisiones entre dirigentes adecos. «Fue una decisión que pesó para muchos adecos, como todo hasta en las mejores familias hay diferencias. Pero no hay quien le saque del corazón a los adecos», resaltó.
En el evento en Lara, el periodista, Alfredo Álvarez leyó un discurso titulado «El desagravio a CAP», donde reflexionó sobre el daño moral que se cometió contra el presidente Carlos Andrés Pérez e hizo una comparación con la realidad institucional que vive Venezuela en la actualidad.
«La fecha nos permite congregarnos para ratificar la decisión de promover un desagravio histórico para con un político cuya historia personal corre transversal al siglo 20. Al desarrollo de la república civil, a la consolidación de la democracia, a la existencia del régimen de partidos políticos, a la vigencia de las libertades individuales, e inclusive, en este instante, a su ausencia plena. Justo ahora, cuando nuestra mayor tragedia como sociedad es carecer de todos aquellos atributos por lo que Pérez luchó con denuedo a lo largo de toda su vida», mencionó el comunicador social.
Intentó hacer un viraje económico
Carlos Andrés Pérez intentó una reforma política y económica a gran escala en su segunda presidencial que no tenía apoyo político ni del propio AD, porque buena parte de su gabinete ministerial eran jóvenes egresados de las universidades más importantes del mundo como parte de la camada de beneficiados por el plan de Becas Gran Mariscal de Ayacucho, pero no eran políticos. Entre los que destacaba Miguel Rodríguez Mendoza, coordinador de su programa económico, que la izquierda catalogó de «paquetazo».
El plan contemplaba aumentar el precio de la gasolina y de todos los servicios públicos, devaluación progresiva del bolívar a través de la unificación cambiaria, para que el dólar vaya flotando según los parámetros del mercado de divisas. Liberación de las tasas de interés, liberación de los precios, restricción del crédito, fortalecimiento de la balanza de pagos, política monetaria moderada, reducción del gasto fiscal y aumento del salario base mensual a 4.500 bolívares, e incremento salarial a los funcionarios públicos.
Este conjuntos de medidas, que algunos analistas consideran que no se supieron comunicar al país, estallaron el malestar que venía sufriendo la población por la inflación y la escasez de un país que ya no gozaba de la bonanza petrolera con que CAP gobernó en su primero mandato. De esta manera el 27 de febrero de 1989 se desató una protesta en Guatire, Caracas por el aumento del precio del pasaje en el transporte público, que terminó en saqueos y una de las olas de violencia más cruentas de la historia moderna de Venezuela.
A pesar de eso CAP logró aplicar este programa por cuatro años, registrando según reseña el periodista Alfredo Alvarez: «Que en 1990 la economía creciera 5,3%, la inflación se redujera 40,7%. Se redujo la deuda externa 20% con una merma de 50% en el pago de sus intereses moratorios. En 1991 la economía volvió a repuntar con 9,2% de crecimiento neto, iniciándose el proceso de privatización de las empresas del Estado CANTV y VIASA, ofertadas a la inversión privada que provocaron ingentes ingresos para la nación», explicó.
Enfrentó intentonas golpistas
En el libro de Mirtha Rivero, titulado La Rebelión de los Náufragos, se reseña la siguiente cita textual: «Grupos de izquierda y gente de derecha decidieron que a Pérez había que sacarlo. Primero vino el golpe militar, y como no resultó, se recurrió al golpe seco. Todo esto era un problema de poder. De poder, y de venganza».
Carlos Andrés Pérez enfrentó la intentona golpista comandada por el teniente coronel del Ejército Hugo Chávez en 1992, siendo seis años después presidente de la República. «Lo que encendió la mecha fue que se intentó aplicar un programa económico en un país acostumbrado al populismo democrático y al subsidio donde al ciudadano no se le abre la participación a políticas públicas e impera la democracia de partidos», expresó Marisol Bustamante, politóloga.
Sostiene que los partidos del momento subestimaron a Hugo Chávez, a los militares golpistas y a la influencia que sobre ellos podría tener el comunismo de Fidel Castro. «Dejaron que avanzaran los partidos de izquierda», exclamó.
«Pérez avizoró la crisis del país»
Edgar Zambrano, vicepresidente de AD, sostiene que Carlos Andrés Pérez avizoró la crisis que se registraría en Venezuela, si al poder llegaba Hugo Chávez Frías, líder del golpe de Estado de 1992, con gran centimetraje en los medios nacionales después de ese alzamiento militar.
«CAP era un hombre extremadamente tolerante y humano que ante la Venezuela amenazada por la bota militar, mostró una postura democrática a carta cabal. Hay que recordar sus entrevistas en su sitio de reclusión y luego fuera del país categorizó lo que venía con Hugo Chávez en el poder, que era el camino de la dictadura y la persecución a la disidencia», expresó.
«Construyó más de 5000 escuelas»
José Mirabal, docente, informó que CAP destinó buena parte del presupuesto de la nación a la construcción de escuelas, universidades y a apoyar a los estudiantes con becas y un programas de alimentación y nutrición escolar.
«CAP fundó 5000 escuelas, creó 27 universidades y eso fue porque era asesorado por Rómulo Betancourt, quien decía que en cada rincón tenía que haber una escuela y lo hizo», expresó.
«Había un programa de alimentación que era supervisado por nutricionistas en cada escuela, y se creó el programa ACUDE de alfabetización nacional», dijo Luis Arroyo, profesor.