Se tienen las mejores leyes en resguardo del patrimonio cultural, pero se ignoran. Es la denuncia de defensores de la memoria del pueblo ante la municipalidad, que muestra su intención por recuperar espacios o monumentos. Pero advierten que ameritan de la asesoría de especialistas en restauración, sin caer en intervenciones que atentan contra la conservación del patrimonio material local.
Guiomar López | LA PRENSA DE LARA
Se unen para exigir que se respete la arquitectura paisajista y el mobiliario urbano que puede ser atropellado al confundir el concepto de estética. Entre las observaciones más comunes está la aplicación de pinturas por doquier, cuyos tonos o combinación son tan vivos que generen una confusión visual. Además de la incorporación de varios elementos y en grandes formatos que interfieren en la percepción del transeúnte al ignorar las distancias en estos espacios.
«Tenemos las mejores leyes, porque jurídicamente se establece bien claro esa protección, pero termina en letra muerta en Barquisimeto», denuncia el costumbrista Iván Brito, al referirse a la Constitución Bolivariana que establece la responsabilidad del Estado en preservación, restauración, protección y difusión de la memoria histórica. Además, que en el artículo 178 faculta al municipio para el cuidado del patrimonio, lo cual también se establece en la Ley Orgánica del Poder Público Municipal y en la Ordenanza de Cultura y Arte del municipio Iribarren.
Recalca sorprendido que el ente encargado, que es el Instituto Municipal de Cultura y Arte (IMCA), pero este no se pronuncia ante estos casos y la pertinencia de las observaciones del Instituto de Patrimonio Cultural (IPC). Cita casos como la restauración de la iglesia Inmaculada Concepción en 2021, con la alteración del techo y que simplemente se debía ubicar una madera similar para mantener la integridad de esta construcción. También señala el efecto proselitista y tan cambiante en la escalera del Obelisco, además del exceso de elementos coloridos y algunos con material de poca durabilidad.
Entiende que se trata de procesos largos, tal como está pasando con el Museo de Barquisimeto y que deben contar con arquitectos y demás especialistas en restauración.
Para Yuyita de Chiossone, miembro de la Fundación «Amigos del Casco Histórico», se ha tenido voluntad, pero se desconoce si la municipalidad realmente escucha asesorías del Decanato de Humanidades y Arte de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA), de la escuela de arquitectura de la Universidad Central de Venezuela (UCV) y hasta la posibilidad de consultar a especialistas, como Claudia Rodríguez, arquitecto con credenciales ante el IPC.
También refiere al choque de excesos en colores tan vivos que trasladan a Lara las pintorescas fachadas de El Saladillo, en Maracaibo. Un ejercicio que se repite en principales avenidas de Barquisimeto, que cuando se transitan ni da tiempo de percibir cada cosa. Abusos de elementos que dejan al Monumento Obelisco como un parque recreacional infantil, que sólo en la redoma supera la docena entre aros, rombos, palmeras con toque exótico y el «encanto por ser guaro» en azul.
Lamenta que desde hace tres años esperan por la audiencia con el alcalde. Desean retomar el interés inicial que tuvieron con la propuesta de recuperación y restauración del cementerio Bella Vista, como museo o vitrina de obras de finales del siglo XIX. Resalta que la Dirección de Cementerios se muestra abierta a colaborar, pero se deben retomar las acciones de recuperación.
El rescate desde cualquier ámbito
Romel Escalona, vicepresidente de la Asociación de Cronistas de Lara, reitera que siguen recibiendo denuncias y recordando la necesidad de sensibilizar a autoridades junto a la población, para el rescate desde parroquias y municipios. «Se trata de ir más allá de un contrato para una obra, recordar las indicaciones del IPC», recalca y recuerda la obligatoriedad de la estética.
Refiere al igual que el costumbrista Brito, que se debe mantener la educación a niños para reconocer la memoria de la ciudad y estimular el sentido de pertenencia. Una deuda del Estado para que los estudiantes conozcan los sitios de interés histórico y además del abandono de planteles educativos, como la escuela Pablo Manzano Veloz, liceos Ramón Gualdrón, Coto Paúl, entre otros que están perdiendo sus valiosas edificaciones.
También recuerda la propuesta de creación del archivo histórico de Lara, así como recuperación de archivos y hemerotecas de la entidad.