Estos serían algunos de los retos que vienen en cuanto a la relación entre Colombia y Venezuela

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Pese a que la apertura paulatina ha tenido resultados positivos, aún es importante trabajar en asuntos como: el contrabando, la seguridad y los grupos armados, los permisos migratorios, entre otros asuntos

Infobae

La apertura de la frontera entre Colombia y Venezuela comenzó hace tres meses. El anunció se dio luego de siete años de que la relación se fracturara entre los países vecinos, debido a las diferencias irreconciliable entre los anteriores Gobiernos y el régimen de Nicolás Maduro. Pese a todo lo anterior, el balance hasta el momento ha sido positivo, pues, por un lado, la economía de los países se ha comenzado a potenciar en las zonas fronterizas, y, por otro lado, la relación con el gobierno de Gustavo Petro ha sido tan positiva que actualmente el gobierno chavista ejerce como garante en los acuerdos de paz entre Colombia y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional -ELN-. Sin embargo, es importante hacer énfasis que de cara a este nuevo año que comenzó, los retos de las relaciones entre los países vecinos siguen siendo varios.

Un ejemplo del avance que se ha tenido es que, de acuerdo con datos oficiales, tanto de del Ministerio de Comercio colombiano, como de la Cámara de Comercio de San Antonio del Táchira, desde que se dio la reapertura oficial de la frontera en el puente Simón Bolívar se calcula que se logró movilizar más de 1.000 vehículos de carga pesada por los puentes, los cuales transportaron más de 23 mil toneladas de productos solo de Colombia a Venezuela. En este sentido, se determinó que en solo tres meses las ganancias fueron entre 750 y los 800 millones de dólares.

En este sentido, y teniendo en cuenta las cifras, el primer reto es abrir la otra frontera terrestre: el puente Tienditas, que de acuerdo con lo mencionado se daría este 1 de enero de 2023. Como le comentó el secretario de Fronteras, Asuntos Migratorios y Cooperación de Norte de Santander, Víctor Bautista, a El Tiempo, la apertura se dará de forma paulatina y entre las autoridades de ambos países se han marcado límites.

“El objetivo es que el uso del espacio público sea estricto y no se parezca a la condición actual de La Parada (Villa del Rosario). Se ha solicitado un encerramiento absoluto”, puntualizó Bautista, esto con el fin de que no se comiencen a crear espacios de desorden en las calles del país por las ventas callejeras.

Es importante aclarar que esto no impedirá el intercambio económico que se busca, ya que uno de los objetivos es permitir que las zonas fronterizas y sus habitantes se beneficien, además, de reducir el contrabando y el pasó ilegal de un país a otro liderado por bandas criminales de la zona y que ha dejado otras problemáticas.

Con respecto al segundo y de la mano con otras políticas, se buscará lograr acuerdos con los grupos armados que tiene presencia en estas zonas y han contribuido a la inseguridad y los diferentes crímenes registrados en los últimos años: desaparición forzada, homicidios, desplazamientos, trata de personas y demás.

Por otro lado, el Gobierno Nacional deberá comenzar a revisar los procesos migratorios temporales que dejó la administración de Iván Duque, tales como los permisos de protección temporal (PPT) y el Estatuto Temporal de Protección para Migrantes Venezolanos (ETPV).

Aunque la apertura este surtiendo efecto, la migración venezolana a Colombia continúa vigente; una encuesta realizada por Cifras y Conceptos dejó en evidencia que al menos, el 62 % de la población migrante quiere permanecer indefinidamente en Colombia.

Por ahora, el Gobierno sigue positivo ante el proceso que se está dando, recordemos que, a pocos meses de su llegada al poder, Petro se reunió con Maduro en territorio venezolano. A esto se suma que ya se abrieron las embajadas en ambos países y hasta el Gobierno nacional se encuentra mediando entre la relación de Venezuela y Estados Unidos.