Carlos Blanco: «La revolución bolivariana es la ruina de la sociedad venezolana»

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El hecho que Chevron tenga una licencia por seis meses para explotar crudo en Venezuela y cobrar su deuda, comercializándolo hacia Estados Unidos, en nada soluciona los principales problemas del país. «El régimen convirtió a PDVSA en escombros, el país no exporta, no hay inversión extranjera y por lo tanto no tienen real para aumentar salarios». Así lo considera Carlos Blanco, economista e internacionalista.

Ana Uzcátegui | LA PRENSA DE LARA

Argumenta que las protestas del sector público lideradas por educadores, son la evidencia que el país vive una ficción en algunas zonas, como en Caracas, donde hay restaurantes de lujo, bodegones a montón y se construyen estadios de béisbol? que son la copia exacta de estadios de Grandes Ligas, pero hay una población en la completa miseria con salarios de hambre.

«Llega un momento en que esos movimientos sociales reivindicativos tienen la fuerza para convertirse en movimientos políticos, que desarrollen la idea que para conseguir un salario bueno y duradero tiene que haber un cambio institucional, más empleo, inversión ahorro y consumo», es la percepción de Blanco.

¿Qué evaluación hace de las protestas laborales del sector público? ¿Hacia dónde van?

Esas protestas demuestran que la procesión va por dentro, que el país no se arregló. Hay gente que a veces resiente mucho, digamos hace un mes en diciembre habían ciudadanos que decían: ya la gente no protesta, la gente se acostumbró, ya esto no tiene futuro, y de repente irrumpen las protestas como las que iniciaron el 9 de enero con los maestros, de gente del sistema de salud, etc. Lo cual nos dice que el problema estructural de Venezuela no se ha resuelto, se ha agravado y el gobierno de Maduro no tiene posibilidad alguna de resolverlo.

¿Por qué?

Porque para resolver eso que llamamos el problema social, hay que crear empleos productivos y para eso se necesita inversión privada, nacional y extranjera, Estado de derecho, garantías de seguridad jurídica y personal.

¿Pueden tener éxito aun cuando no las dirige ningún partido político?

Todos los movimientos sociales necesitan una dirección, objetivos claros, estrategia y el conocimiento a fondo de hasta dónde llegar. ¿Qué es lo que ocurren con estos movimientos sociales?, que van en búsqueda de sus reivindicaciones naturales, en primer lugar del salario, condiciones de salud, educación para sus hijos, etc. Pero llega un momento en que esas protestas se tropiezan con una gran interrogante: ¿Cómo hacemos para conseguir no hacer un aumento de salario en febrero, para otra vez salir a la calle en junio, para otro aumento de salario y para volver a protestar en noviembre?, si es que se produjeses. Para que eso no ocurra tiene que haber un planteamiento que entienda que el verdadero problema es el gobierno en Venezuela. Llegará un momento en que esos movimientos sociales reivindicativos tienen la fuerza suficiente para convertirse en movimientos políticos, que entiendan, que desarrollen la idea de que para conseguir un salario bueno, duradero tiene que haber un cambio institucional.

¿Qué evaluación hace del movimiento sindical venezolano en la actualidad?

El movimiento sindical tradicional venezolano desapareció, era el que representaba la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV). Desapareció porque era un movimiento muy controlado por los partidos políticos, en el caso de la CTV ligado a Acción Democrática, vivió la decadencia que vivió el propio partido.

¿Ni la flexibilización de las sanciones, ni Chevron explotando crudo en el país, pueden salvar a Maduro en lo económico?

En el plano económico lo pueden salvar, porque así ha transcurrido estos años, pero a un altísimo costo para la sociedad. Ahora, desde la perspectiva de los trabajadores, de la sociedad, la contradicción absoluta en la que está el régimen es que si aumenta los salarios se dispara la inflación, si se dispara la inflación la gente quiere salarios superiores y eso es un potencial inflacionario, porque no hay real, convirtieron a PDVSA en escombros. Fíjense ustedes como han convertido la licencia de Chevron en el gran acontecimiento del país cuando eso debería ser normal, empresas extranjeras invirtiendo en un país que tiene recursos energéticos para tirar por la ventana. Pero no, ahora hay esta especie de celebración de la llegada de Chevron para que se cobre Chevron las deudas que tiene con PDVSA. Es decir, estamos en un mundo que parece loco pero no es loco, es lo que esta gente, Maduro y compañía han llamado «La Revolución bolivariana», que es la ruina organizada de la sociedad venezolana.

¿Cómo ve el Foro de diálogo Social que se está dando en Venezuela con presencia de la Organización Internacional del Trabajo (OIT)?

Tengo la idea de que todo encuentro entre partes que piensan diferente es positivo. Ahora no conozco a fondo los participantes, pero si tienen una adecuada representatividad de los sectores que dicen que representan me parece muy bien. Si son simplemente jefes políticos, sindicales, empresariales, gubernamentales, que se sientan sin tener la representatividad de los sectores que dicen representar, creo que eso no va a ninguna parte.

¿Qué nombre le pone usted a este modelo económico se está instaurando en Venezuela? Vemos a un país protestando porque muere de hambre, pero rodeado de restaurantes de lujos. Vemos un país donde reina el circo.

El nombre es Socialismo duro de la Unión Soviética, de China, de Corea del Norte, de Cuba, de Nicaragua. Que son gobiernos en los cuales el centro de definición es que la propiedad privada no está garantizada por la ley, cuando eso ocurre no hay inversión, cuando no hay inversión no hay empleo, cuando no hay empleo no hay salarios buenos. Y ese proceso para que sea así tiene que tener otra condición, ausencia de libertad.

¿Cómo se transforma ese descontento social que hoy protesta por salarios, en una fuerza poderosa que impulse el cambio en Venezuela?

Pienso que los elementos fundamentales para ese cambio son: un dirigente político comprometido por la lucha de la libertad y la democracia. Una estrategia clara para lograrlo. No puede ser que un día estas sentado en México y al día siguiente pides el cese de la usurpación y pasado mañana entonces estar en otra política, etc. En tercer lugar necesitas reunir a los ciudadanos venezolanos dentro y fuera del país alrededor de un propósito de cambio, un propósito constructivo, de largo plazo, pero que al mismo tiempo presente resultados factibles de corto plazo. Y necesitas aliados internacionales. Alrededor de esa política tú no puedes tener aliados internacionales que te dicten lo que hay que hacer, porque quienes tienen que hacer somos los venezolanos y los dirigentes que se echen al lomo la lucha por la libertad.

¿Cuál es su opinión sobre la decisión de la oposición de liquidar el gobierno interino y crear un gobierno simbólico que dirigen tres diputadas desde el exilio?

Lo que ocurrió en diciembre de 2022 cuando los partidos Acción Democrática, Un Nuevo Tiempo y Primero Justicia le dan la puntilla al gobierno interino, fue un ajuste de cuentas entre cuatro socios que terminaron peleados a lo largo del tiempo por razones en algunos casos realmente inexplicables, y en otros casos porque allí hubo desavenencias políticas, estratégicas, planteamientos terribles de un lado y de otro y al mismo tiempo elementos de corrupción. Yo creo que no ha habido tal sustitución del gobierno interino. Creo que la Asamblea Nacional (2015) está políticamente agotada. No es que eso hay que celebrarlo, sino que eso es un hecho. Mira esa AN se instala hace ocho años, o sea el cuadro político del país cambió. Tú no puedes congelar lo que ocurrió en 2015 y trasladarlo ocho años después porque no funciona.

¿Qué piensa usted de los dirigentes de oposición que son precandidatos a las primarias? Se supone que deben estar presentándole al país su plan para gobernar o cómo lidiar con el control del Estado en unas elecciones. Pero eso no se escucha.

Creo que hay dos fases. En las primarias lo que hay son las grandes ideas entre el tipo de país que se quiere, pero sobre todo el tipo de lucha que hay que desarrollar. Y para 2024, para las elecciones presidenciales, si es que son en 2024, si es que hay elecciones presidenciales, es cuando se debe elaborar un plan detallado de gobierno. A mí me parece que es clarísimo que María Corina Machado está representando en este momento lo más avanzado de ese liderazgo, hay un reconocimiento a su papel, a su labor.

«Apoyo internacional es disperso e incierto»
«Guaidó recibió el apoyo de decenas de países, encabezado, yo diría que dos países fundamentales para nosotros que son Estados Unidos y Colombia, y por muchos otros que llegaron a constituir una cantidad apreciable. Sin embargo ocurrió algo que a mí me parece que es necesario ponerlo en relieve. En un determinado momento los aliados internacionales en vez de estar apoyando al Gobierno interino y a Guaidó, comenzaron a tratar de dirigir la política de la oposición en Venezuela». Así lo expresó Carlos Blanco, internacionalista y docente universitario.

Señaló que el mejor ejemplo de cómo la comunidad internacional ha velado por sus intereses, es lo que ocurre desde marzo de 2022 con Estados Unidos y el diálogo directo que mantiene con Nicolás Maduro.

«El apoyo inmenso, impresionante que tuvo Guaidó de millones de venezolanos a comienzos de 2019 permitía obtener logros importantes por parte de esa oposición democrática. Ahora no, ahora les queda son las sanciones y EE.UU tiene sus intereses propios, ha negociado el levantamiento de algunas sanciones a cambio de la libertad de los sobrinos Flores, del primo, etc, en función de la política de EE.UU, no de la política de la oposición en Venezuela», exclamó.