Murió en un accidente aéreo Morris Wortman, el ginecólogo estadounidense acusado de ser “donante de esperma serial”

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En un trágico accidente aéreo ocurrido en el oeste de Nueva York, el ginecólogo estadounidense Morris Wortman, acusado de ser un «donante de esperma serial», perdió la vida junto con el piloto de la avioneta, Earl J. Luce Jr. Wortman, de 72 años y residente de Rochester, Nueva York, había sido señalado por una mujer de utilizar su propio esperma en secreto para dejar embarazadas a varias de sus pacientes.

Con información de Infobae

La acusación contra Wortman surgió cuando Morgan Hellquist, una joven de 26 años, comenzó a sospechar que el médico, con quien había mantenido una relación médico-paciente durante casi una década, podría ser su padre biológico. La sospecha se intensificó durante una cita en la que Wortman habría invitado a su esposa a la sala de exploración y realizado comentarios inapropiados, lo que llevó a Hellquist a realizar una prueba de ADN que indicó una alta probabilidad de parentesco.

Hellquist presentó una demanda contra Wortman alegando negligencia médica, falta de consentimiento informado, agresión, fraude, negligencia e imposición de angustia emocional. Según la demanda, Wortman habría facilitado la fecundación artificial de la madre de Hellquist utilizando su propio esperma, aunque la familia creía que provenía de un estudiante de medicina.

Este caso pone de manifiesto una problemática más frecuente de lo que se cree, con médicos que utilizan su propio esperma en secreto. Ejemplos como el de Quincy Fortier, obstetra acusado de ser padre biológico por decenas de personas, o el acuerdo provisional por 10,7 millones de dólares alcanzado con un médico de fertilidad de Ottawa, refuerzan la necesidad de tomar medidas para prevenir estas situaciones.

La historia de Hellquist revela la angustia y el impacto emocional que puede causar el descubrimiento de este tipo de engaño. La joven temía la posibilidad de tener más hermanos biológicos desconocidos y se encontraba consternada ante la idea de que Wortman, su presunto padre biológico, hubiera tratado a sabiendas a su propia hija como paciente durante años.

Esta tragedia aérea no solo pone fin a la vida de Wortman, sino que también destaca la importancia de abordar adecuadamente los casos de donación de esperma y asegurar el consentimiento informado de todas las partes involucradas.