Un estudio realizado por científicos de la Universidad de Cambridge en el Reino Unido ha revelado que el hipotálamo, una región del cerebro responsable de la producción de hormonas que controlan diversas funciones corporales, es diferente en las personas con sobrepeso y obesidad en comparación con aquellas que tienen un peso saludable. Estos hallazgos, publicados en la revista Neuroimage: Clinical, proporcionan más evidencia sobre la importancia de la estructura cerebral en el peso y el consumo de alimentos, lo cual es relevante considerando que más de 1.900 millones de personas en todo el mundo padecen sobrepeso u obesidad.
La obesidad es un trastorno que representa uno de los principales factores de riesgo para numerosas enfermedades crónicas, como la diabetes, las enfermedades cardiovasculares, la hipertensión y los accidentes cerebrovasculares, así como varios tipos de cáncer, según la Organización Mundial de la Salud. Existen diversos factores que influyen en la cantidad y el tipo de alimentos que consumimos, como la predisposición genética, la regulación hormonal y el entorno en el que vivimos.
Aunque no está del todo claro cómo funciona exactamente el mecanismo en el cerebro humano para indicar el hambre o la saciedad, estudios anteriores han demostrado que el hipotálamo desempeña un papel importante en este proceso. Sin embargo, la información directa sobre esta región cerebral en seres humanos vivos es limitada debido a su tamaño pequeño y la dificultad de distinguirla en las resonancias magnéticas tradicionales.
Para obtener más información sobre la relación entre el hipotálamo y el peso corporal, los investigadores de Cambridge utilizaron un algoritmo de aprendizaje automático para analizar las resonancias magnéticas cerebrales de 1.351 adultos jóvenes con diferentes índices de masa corporal. Descubrieron que el volumen total del hipotálamo era significativamente mayor en los grupos de adultos jóvenes con sobrepeso y obesidad, y también encontraron una relación significativa entre el volumen del hipotálamo y el índice de masa corporal.
Estas diferencias de volumen fueron más evidentes en las subregiones del hipotálamo que controlan el apetito mediante la liberación de hormonas que regulan la sensación de hambre y saciedad. Aunque no está claro si estos cambios estructurales son una causa o una consecuencia de los cambios en el peso corporal, una posibilidad es que estén relacionados con la inflamación.
Estudios previos en animales han demostrado que una dieta rica en grasas puede causar inflamación en el hipotálamo, lo que a su vez provoca resistencia a la insulina y obesidad. Esta inflamación también puede aumentar el umbral de saciedad, lo que significa que los animales deben comer más de lo habitual para sentirse llenos. Si este fenómeno también ocurre en humanos, una dieta rica en grasas podría desencadenar la inflamación del centro de control del apetito, lo que afectaría nuestra capacidad para saber cuándo hemos comido suficiente y cómo procesamos el azúcar en sangre, lo que llevaría al aumento de peso.
El equipo de investigación de Cambridge sugiere que la inflamación podría explicar por qué el hipotálamo es más grande en personas con sobrepeso y obesidad. Es posible que el organismo reaccione a la inflamación aumentando el tamaño de las células inmunitarias especializadas del cerebro, conocidas como glía.
Sin embargo, se necesita más investigación para confirmar si el aumento del volumen del hipotálamo es consecuencia del sobrepeso o si las personas con hipotálamos más grandes están predispuestas a comer más. Es posible que estos dos factores interactúen entre sí, creando un ciclo de retroalimentación. Los investigadores esperan continuar su trabajo en este campo para comprender mejor la relación entre la estructura cerebral, el apetito y la obesidad.