En las primeras horas del 27 de junio, Roman Ebimere Friday se aventuró en la oscuridad hacia el puerto de Lagos, Nigeria, cargando meses de alimentos recogidos. Decidió abordar un petrolero de 190 metros anclado en el puerto, con la esperanza de llegar a Europa.
Con información de BBC Mundo
Su destino era la pala del timón, el único lugar accesible para alguien que no debería estar a bordo. Convenció a un pescador para llevarlo en su bote hasta el barco. Junto a tres hombres más, Friday trepó hasta la pala y aguardó durante 15 horas. A las 5 pm del día siguiente, el buque petrolero Ken Wave zarpó hacia Europa, aunque finalmente los llevaría a Brasil.
Friday y los otros hombres enfrentaron una odisea extenuante y peligrosa en alta mar. En los primeros días, lucharon por encontrar posiciones cómodas en la pala del timón en constante movimiento. A medida que avanzaba el viaje, la falta de alimentos y agua se volvió desesperante. La incomodidad, la fatiga y el miedo eran sus compañeros constantes.
Los días se fundían en noches y viceversa. La debilidad y la deshidratación se apoderaron de ellos. La lucha contra el hambre y la sed los llevó al borde de la muerte. Alrededor del décimo día, compartieron su última comida y bebieron las últimas gotas de agua. Sobrevivieron a duras penas, bebiendo agua de mar y buscando cualquier tipo de alivio.
El viaje de 14 días estuvo lleno de momentos aterradores y desafiantes. Pero en medio de la desesperación, Friday encontró momentos de asombro y esperanza, como el avistamiento de una ballena en el océano.
Finalmente, después de dos semanas, divisaron la costa de Brasil. Un bote de reabastecimiento se acercó y los rescató. Friday y Yeye, uno de los compañeros de viaje, eligieron quedarse en Brasil y enfrentar nuevos desafíos.
Aunque enfrentan dificultades como el racismo y la búsqueda de empleo, los dos hombres están agradecidos por una segunda oportunidad. Yeye planea empezar un nuevo negocio y reunirse con su familia, mientras que Friday está enfocado en adaptarse a su nuevo entorno y aprender el idioma.
A pesar de las dificultades que enfrentaron en su peligroso viaje, Friday y Yeye están decididos a construir un nuevo comienzo en Brasil, dejando atrás la desesperanza que los llevó a embarcarse en esta audaz odisea.