La variante EG.5 de COVID-19 está generando cada vez más preocupación a medida que se convierte en la cepa dominante en Estados Unidos y la Organización Mundial de la Salud la clasifica como una «variante de interés». Aunque siempre hay inquietud por una enfermedad grave en adultos mayores y personas con condiciones de salud preexistentes, así como por el COVID prolongado, los expertos afirman que la EG.5 no representa una amenaza significativa en comparación con otras variantes de interés que circulan.
Andrew Pekosz, profesor de Microbiología Molecular e Inmunología en la Escuela de Salud Pública Bloomberg de la Universidad Johns Hopkins, asegura que la preocupación por esta variante está aumentando, pero no parece ser muy diferente a las variantes que han estado circulando en Estados Unidos en los últimos meses. Incluso la OMS ha declarado que, según la evidencia disponible, el riesgo que representa la EG.5 para la salud pública a nivel global es bajo.
La variante EG.5 se identificó por primera vez en China en febrero y luego se detectó en Estados Unidos en abril. Es descendiente de la subvariante ómicron XBB.1.9.2 y tiene una mutación notable que le permite evadir los anticuerpos generados por el sistema inmunológico en respuesta a variantes y vacunas anteriores. Esta ventaja podría ser la razón por la cual la EG.5 se ha convertido en la cepa dominante a nivel mundial y también podría explicar por qué los casos de COVID están aumentando nuevamente.
Sin embargo, la EG.5, también conocida como Eris, no parece tener ninguna capacidad nueva en términos de su grado de contagio, síntomas o probabilidad de causar enfermedades graves. Las pruebas de diagnóstico y los tratamientos como el Paxlovid siguen siendo efectivos contra ella, según Pekosz.
Eric Topol, vicepresidente ejecutivo de Scripps Research en San Diego, no está demasiado preocupado por esta variante, pero señala que se sentiría más tranquilo si ya estuviera disponible la nueva fórmula de la vacuna, que se espera que se distribuya en otoño. Esta vacuna de refuerzo actualizada se desarrolló en base a otra variante genéticamente similar a la EG.5 y se espera que brinde una mejor protección contra ella que la vacuna del año pasado, que estaba dirigida a la cepa original del coronavirus y a una de las primeras variantes de ómicron con la cual tiene una relación distante en términos genéticos.
Aunque los expertos están más preocupados por otras variantes emergentes que tienen la misma mutación evasiva del sistema inmunológico que la EG.5, además de otra mutación que las hace más transmisibles. Estas variantes, apodadas «FLip», representan actualmente una pequeña proporción de los casos de COVID-19, pero podrían generar un aumento significativo de contagios en los próximos meses.
A pesar del creciente número de mutaciones, es poco probable que estas nuevas variantes causen un brote similar al que ocurrió en el invierno de 2022 con la primera variante de ómicron, según Topol. Sin embargo, se espera que haya más reinfecciones.
En resumen, la variante EG.5 de COVID-19 está generando preocupación debido a su rápida propagación, pero los expertos opinan que no es más peligrosa que las versiones anteriores.