¿Cómo fue la negociación para que los rectores Nogal y Delpino llegaran al CNE?

0
640

“El paquete electoral unitario incluía tres puntos fundamentales: inhabilitaciones (todos habilitados o nadie), actualización del Registro Electoral y un CNE equilibrado. Si son más fuertes juntos, ¿por qué negocian por separado? Es una pregunta ingenua que nos hacemos todos. Mientras, los rectores Nogal y Delpino tendrán que ganarse con hechos la confianza y el respeto de los venezolanos”.

Con Informacion de La Gran Aldea

Muchas son las interrogantes surgidas desde la designación de las nuevas autoridades del Consejo Nacional Electoral (CNE), el pasado 24 de agosto. En el directorio principal hay opositores, Aime Nogal Méndez y Juan Carlos Delpino Boscán quienes, sorpresivamente, fueron nombrados rectores sin que ningún factor de oposición haya explicado cómo fue que llegaron a esos puestos.

Sabemos que Nogal militaba en Un Nuevo Tiempo (UNT) y que Delpino formó parte de Acción Democrática (AD), y que ambos tienen experiencia en temas electorales y un trabajo hecho en ese sentido. Sin embargo, ninguna de las dos organizaciones políticas ha informado cómo fue la negociación o el contexto que permitió la llegada de estos nuevos rectores al CNE.

¿Quiénes encabezaron la negociación?

La designación fue producto de unas conversaciones, principalmente entre Stalin González y Manuel Rosales, gobernador del estado Zulia, -ambos altos dirigentes de UNT- y Jorge Rodríguez, quien es el designado habitual del madurismo para las negociaciones formales o informales con la oposición. El exrector Vicente Díaz formó parte de las discusiones, pero al ver que las decisiones no iban a ser tomadas de forma unitaria y tampoco iban a ser refrendadas en el proceso que se ha llevado a cabo en México, decidió abandonar el barco.

 

A pesar de que bajo cuerda algunos de los protagonistas quisieron vincular a Estados Unidos con esta negociación para constituir al nuevo CNE, no es cierto que la administración Biden haya tenido participación alguna. Al contrario, la lógica indica que no deben estar muy conformes, puesto que tanto el presidente, Elvis Amoroso, como el vicepresidente, Carlos Quintero, están sancionados por instituciones estadounidenses. 

No es un detalle menor que Amoroso, individuo responsable de las inhabilitaciones políticas a los líderes opositores y hombre de confianza de la pareja Maduro-Flores, ahora presida el organismo que organizará las presidenciales de 2024.

Lo que sí es cierto, es que la cúpula del madurismo retrasó las designaciones una semana, esperando un gesto de Washington que nunca llegó. Sin embargo, esa es harina de otro costal, porque forma parte del intercambio bilateral y privado que mantienen la Casa Blanca y Miraflores. Fuentes de la comisión delegada confirman que la intención de la administración Biden siempre fue que el nombramiento del nuevo CNE pasara por la negociación de México, a pesar de que nunca se discutió formalmente. Otro factor que demoró los nombramientos fue una pugna interna dentro del alto gobierno por el espacio que dejó Amoroso al frente de la Contraloría General de la República.

La abogada Aime Nogal fue miembro de la Dirección Nacional de UNT y encargada de los asuntos electorales del partido. Su nombre fue impulsado por el gobernador Rosales y su designación no es mal vista por dirigentes de otros partidos. Formó parte de la Comisión Técnica de la Primaria y siempre estuvo a favor de que la elección del próximo 22 de octubre se hiciera con el apoyo del CNE. 

Por su parte, Juan Carlos Delpino, desde el año 2015 ha hecho gestiones para llegar a ser rector titular del organismo electoral. En 2017 fue director de la Comisión de Participación Política y Financiamiento y, en 2020, fue nombrado rector suplente. En esta oportunidad se bregó su postulación hablando con las dos AD, la legítima, que dirige Henry Ramos Allup, y la usurpada, que lleva Bernabé Gutiérrez. También se conversó con los diputados de la Asamblea oficialista Timoteo Zambrano y José Gregorio Correa, este último vicepresidente del Comité de Postulaciones Electorales. Es conocido que Delpino tiene una larga amistad con el exdiputado Luis Aquiles Moreno, quien lleva muchos años siendo mano derecha de Ramos Allup.    

Se acabaron los cheques en blanco 

Al saberse la noticia de los nombramientos hubo desconfianza y críticas por parte de distintos actores de la sociedad civil, puesto que los nombres que puso el madurismo son considerados desmoralizantes y los que, en teoría, habían metido la oposición eran desconocidos. La opacidad con la que, una vez más, manejaron el tema no fue bien recibida. 

Las declaraciones de los partidos y liderazgos opositores estuvieron variadas, unos más timoratos que otros pero, en líneas generales, todos fueron críticos con los rectores rojos, sobre todo con Amoroso, sin desestimar la importancia del voto.

Teniendo en cuenta este contexto, sorprende que se exija a la ciudadanía solidaridad automática con los rectores Nogal y Delpino. Es decir, pretender que la gente brinde apoyo y confianza de la nada a unas personas que aparecieron en el directorio del CNE sin explicaciones y casi por obra y gracia del Espíritu Santo es, cuando menos, una desconsideración con una sociedad rota que lleva años sufriendo y viendo fracasar a la clase política opositora. 

En los últimos tiempos dentro de la oposición hubo escándalos de corrupción, alacranes, partidos y alcaldes dudosos, pactos secretos con el régimen y fracasos tan estrepitosos como el interinato o la Asamblea Nacional de 2015. Esto ha hecho que la imagen de la dirigencia opositora hoy no sea la mejor y que la población sienta suspicacia ante la mayoría de sus actores. Ya no existen los cheques en blanco para nadie porque, lamentablemente, agotaron el crédito que les otorgó la gente. Por eso los rectores Nogal y Delpino tendrán que ganarse con hechos la confianza y el respeto de los venezolanos.

Enigma Rosales

Manuel Antonio Rosales Guerrero tiene un protagonismo significativo dentro de la plataforma opositora porque es el fundador y jefe de uno de los cuatro partidos tradicionales del bloque, y porque es el gobernador electo del estado más importante del país. En días pasados, tras lograr ubicar a Aime Nogal como rectora del CNE, anunció una alianza con el precandidato Henrique Capriles Radonski

A pesar de estar habilitado y de tener un liderazgo incuestionable en el estado Zulia, Rosales nunca se inscribió en la Primaria. Al principio se especuló que apostaba más bien al consenso. 

Rosales se exilió en 2009, luego de que Hugo Chávez pidiera su cabeza; pero desde su regreso a Venezuela, en octubre de 2015, hay incertidumbre sobre su relación con el régimen madurista. Hoy, su postura contra las sanciones y su discreción para cuestionar al oficialismo le han permitido tender puentes directos con Miraflores y ser uno de los interlocutores que más llegada tiene al madurismo. Esta cercanía le da margen para negociar temas por su cuenta e, incluso, para tener proyectos conjuntos con el Gobierno central, como el del saneamiento del Lago de Maracaibo que anunció el propio Maduro el 24 de julio pasado.

Lo que podría suceder en las próximas semanas o meses es impredecible y saber si será o no candidato contra Maduro es imposible en este momento. Pero el asunto aquí es dilucidar si Manuel Rosales, a la hora de la verdad o de la chiquita, va a tener la independencia necesaria para defender los intereses de las mayorías opositoras. 

Al igual que los rectores del CNE, Rosales tendrá que despejar las dudas con acciones públicas que hablen por él y demuestren su verdadero talante. 

¿Y el diálogo de México?

El proceso iniciado en Ciudad de México sigue paralizado y todo indica que la estrategia del régimen es entenderse por sectores, por eso tiene intercambio directo con Washington y abrió canales de comunicación individuales con algunos dirigentes opositores. El madurismo tiene muy claro que las negociaciones internas al detal le convienen, porque siempre tendrá la ventaja: provocará división en las filas opositoras y le restará fuerza a cualquier iniciativa de diálogo unitario que se retome. Es una receta con éxito probado durante los últimos años.

Esto, al igual que los nombres seleccionados para dirigir el CNE, es un mal síntoma, porque evidencia que el Gobierno no parece tener ninguna intención de hacer unas elecciones de 2024 medianamente competitivas. El paquete electoral unitario incluía tres puntos fundamentales: inhabilitaciones (todos habilitados o nadie), actualización del Registro Electoral y un CNE equilibrado. Si son más fuertes juntos, ¿por qué negocian por separado? Es una pregunta ingenua que nos hacemos todos.

Maduro sigue a la espera de señales o concesiones por parte de Washington para sentarse a hablar, aunque no necesariamente en México. Ante esto ya hay voceros, como el candidato de Voluntad Popular, Freddy Superlano, diciendo que si el proceso de México no da respuestas concretas en las próximas tres o cuatro semanas, la oposición debe retirarse formalmente: “México está muerto y le están inyectando formol, si no hay resultados, no tiene sentido seguir ahí”, declaró el barinés en una entrevista reciente en La Gran Aldea.