Un poderoso terremoto que sacudió Marruecos durante la noche del viernes ha dejado un saldo devastador, con al menos 1.037 personas fallecidas y más de 1.000 heridas, según un informe oficial publicado el sábado por el Ministerio del Interior.
Con información de Infobae
Entre los heridos, varios se encuentran en estado grave, y las autoridades informaron que el movimiento telúrico causó el derrumbe de numerosos edificios, principalmente en las provincias y municipios de al Hauz, Tarudant, Chichaoua, Uarzazate y Marrakech.
El terremoto, cuyo epicentro se ubicó en la localidad de Ighil, a 63 kilómetros al suroeste de Marrakech, se produjo a las 23:11 hora local y tuvo una profundidad de 8 kilómetros, según el Instituto Nacional de Geofísica marroquí.
Los heridos, con diversas gravedades, fueron trasladados a centros hospitalarios, y se registraron también daños materiales en zonas no habitadas.
El Ministerio del Interior ha movilizado las fuerzas de seguridad y de protección civil de todas las prefecturas provincias afectadas, así como los recursos necesarios para intervenir y evaluar los daños.
Este sismo, considerado el más potente en la historia reciente de Marruecos, se sintió en localidades distantes del epicentro, como Larache, Casablanca y Rabat, donde los residentes salieron a las calles en previsión de réplicas.
El sistema PAGER del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) emitió una alerta naranja por pérdidas económicas, debido a la vulnerabilidad de las estructuras en la región.
Marruecos, ubicado entre las placas africana y euroasiática, experimenta con regularidad terremotos en su región septentrional. Uno de los sismos más devastadores en su historia contemporánea ocurrió en 2004 en Alhucemas, con un saldo de al menos 628 muertos y 926 heridos.
En 1980, un terremoto en El Asnam en la vecina Argelia, de magnitud 7,3, causó 2.500 muertes y dejó a más de 300.000 personas sin hogar. La situación actual en Marruecos es un recordatorio del constante riesgo sísmico en la región.