Caracas, 10 de octubre (EFE).- Las autoridades venezolanas han llevado a cabo una revisión de los planes destinados a fortalecer el sistema penitenciario del país hasta finales de este año. Según organizaciones no gubernamentales, la mayoría de las cárceles y calabozos policiales en Venezuela sufren de hacinamiento, lo que ha empeorado las condiciones sanitarias.
A través de la plataforma X (antes conocida como Twitter), la ministra del Servicio Penitenciario, Celsa Bautista, informó sobre una reunión llevada a cabo para «revisar los planes a ejecutar en los últimos meses de este año 2023», con el objetivo de «fortalecer las estrategias del sistema penitenciario». La funcionaria no reveló detalles específicos sobre los planes discutidos, pero señaló que participaron en la reunión «viceministros, directores generales y presidentes de entes adscritos» al Ministerio del Servicio Penitenciario.
El Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) informó este año que las cárceles en Venezuela tenían un índice de hacinamiento del 64,19% en 2022, con una población reclusa de 33.558 personas en comparación con una capacidad real instalada de 20.438 plazas. Además, el informe destaca problemas como el acceso limitado a servicios básicos, una alimentación deficiente o inexistente, la falta de atención médica y de acceso a la salud, la violencia dentro de las cárceles y actos de corrupción.
En septiembre pasado, el gobierno anunció la reestructuración de la cárcel de Tocorón, donde se formó la organización criminal transnacional conocida como el «Tren de Aragua». El centro penitenciario, ubicado en el norte del país, fue completamente desmantelado después de una intervención en la que participaron más de 11.000 funcionarios de seguridad. Según el gobierno, el penal fue completamente desalojado debido a este proceso de reestructuración.