Familia venezolana exigió liberación de niño detenido en Curazao

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Los familiares de un niño venezolano de 5 años de edad, que se encuentra detenido junto a su madre y su abuela en Curazao desde hace más de un mes, han exigido a las autoridades su liberación inmediata.

El niño zarpó junto a su padrastro en una lancha desde el estado Falcón con el objetivo de reunirse con su madre en Curazao el mes pasado. Sin embargo, la embarcación fue interceptada el pasado 6 de septiembre por la policía mientras se dirigía hacia Oostpunt, en la zona este de la isla.

En ese momento, la Guardia Costera del Caribe informó que habían capturado en tierra «a cinco inmigrantes indocumentados y se habían incautado de varias armas y dos paquetes que contenían presuntas drogas», en una operación conjunta con la Policía de Curazao.

La familia del niño ha expresado su angustia y desesperación, ya que no tienen ninguna información sobre su paradero. Además, la madre y la abuela del niño han sido acusadas de tráfico de personas, lo cual consideran una gran injusticia.

Uno de los tíos del menor ha denunciado que las autoridades no les muestran ni siquiera una foto de su sobrino y que este estaría detenido en condiciones precarias. Según relata, el niño sufre de alergias y solo le dan pan con chocolate para comer.

La madre del niño, Josmary Perozo Zambrano, llegó a Curazao en una lancha el 9 de septiembre de 2022. Un año después, planeó que el padrastro del niño, Ronald Martínez, hiciera la misma travesía para llevar al niño de 5 años, Santiago José Musitola Perozo, con ella.

El abuelo del niño, José Perozo, quien vive en La Vela de Coro, estado Falcón, y trabaja como marino, también está preocupado por su nieto y ha manifestado que no tienen información sobre las condiciones en las que se encuentra Santiago.

La madre del niño y su madre, Marinellys Zambrano, quien reside legalmente en la isla desde hace seis años, están siendo investigadas por tráfico de personas.

Además del niño, hay otros tres menores de edad venezolanos que se encuentran en un internado en Curazao, separados de sus padres y familiares. Estos tres niños llegaron en una lancha el 20 de septiembre junto a otros dos que ya han sido liberados.